5 formas de redefinir el papel de la filantropía en la lucha contra el cambio climático
La filantropía dispone de varios medios para promover una acción climática justa y equitativa. Image: Getty Images/iStockphoto
- El capital de inversión es una herramienta crucial para las organizaciones filantrópicas que buscan ampliar su impacto, más allá de las donaciones y subvenciones.
- Un número creciente de fundaciones está empezando a explorar estas posibilidades para lograr impacto.
- Compartir conocimientos, aumentar la transparencia y fortalecer las redes puede ayudar a catalizar un cambio hacia soluciones climáticas más sistémicas.
Cuando se trata del papel de la filantropía en la lucha contra el cambio climático, las donaciones y subvenciones ocupan un lugar destacado. Estas pueden ser ágiles y tolerantes al riesgo para impulsar soluciones climáticas, como se destaca en un reciente informe del Foro Económico Mundial.
Pero queda mucho por hacer: por ejemplo, solo el 2% de las donaciones filantrópicas se destina a la mitigación del cambio climático, un nivel que no alcanza la escala necesaria para abordar una crisis mundial. Una nueva investigación del Foro Económico Mundial destaca las oportunidades de explorar alianzas entre la filantropía y los sectores público y privado para crear un efecto dominó positivo, reducir rápidamente las emisiones y garantizar una transición justa.
Sin embargo, también hay una serie de palancas menos exploradas de las que las fundaciones pueden tirar para impulsar la acción climática, como por ejemplo, poner a trabajar su capital de inversión. Cabe señalar aquí que la comunidad filantrópica ha avanzado en el sentido de desinvertir en combustibles fósiles, pero no se trata de un movimiento universal. También ha habido cierto compromiso de la comunidad con la tendencia de inversión neta cero, representado por iniciativas como la Alianza de Propietarios de Activos Neto Cero (NZAOA, por su sigla en inglés), convocada por la ONU, pero eso también ha sido limitado. Esto se debe, en parte, a que no existe un manual que guíe a las fundaciones a la hora de alinear sus inversiones con los objetivos climáticos; puede ser fácil asumir que la rentabilidad financiera de las inversiones podría verse comprometida.
La buena noticia es que las cosas están empezando a cambiar. Un pequeño pero creciente grupo de fundaciones está empezando a explorar todas las palancas disponibles para ayudar a alcanzar el cero neto, guiadas por un compromiso con la acción climática equitativa y urgente, entre ellas la Fundación Sierra Club, el Fondo David Rockefeller, la Fundación Jessie Smith Noyes, la Fundación McConnell y la Fundación McKnight. Estas organizaciones están participando en un diálogo activo sobre cómo redefinir el papel de la filantropía en la lucha contra el cambio climático, incluso a través de una serie de convocatorias sobre el tema.
De estos debates han surgido cinco ideas clave:
- Podemos centrarnos en el impacto real. Potenciar el impacto puede ser un motor, no solo un objetivo adicional más allá del retorno de la inversión. Las organizaciones filantrópicas deben tomar decisiones basadas en su misión, preguntándose no solo cómo minimizar las emisiones asociadas a nuestras inversiones, sino también cómo nuestras inversiones pueden lograr reducciones de emisiones en el mundo real. El uso de dotaciones para financiar soluciones climáticas permite a las organizaciones más pequeñas aportar más poder a sus esfuerzos, yendo más allá de lo que pueden lograr sus subvenciones.
- Podemos aprovechar nuestra fuerza colectiva. Juntas, las fundaciones pueden motivar a otras para que inviertan en una acción climática equitativa. Las organizaciones más pequeñas, con el apoyo de comités de inversión y empresas externas de asesoramiento en inversiones, pueden demostrar que el tamaño no es prohibitivo. Hay muchas formas de capital más allá del financiero que pueden amplificar el impacto de las fundaciones individuales, incluido el capital de red. Movilizar nuestras redes hacia objetivos compartidos tiene un poder real para abordar problemas complejos y desarrollar soluciones a nivel de sistemas. Financieramente, los esfuerzos colectivos pueden desplazar más capital hacia soluciones climáticas.
- Podemos promover una acción equitativa. La filantropía tiene un papel fundamental en el apoyo a la justicia climática y en la consecución de objetivos climáticos junto con objetivos de diversidad, equidad e inclusión. Alinear las inversiones para garantizar la reducción de emisiones en el mundo real e incorporar los principios de una transición justa es difícil, pero posible. Y, lo que es más, muchos han descubierto que las carteras que desinvierten en combustibles fósiles y se centran en una acción climática equitativa pueden superar a varios índices de referencia a lo largo del tiempo, en todas las clases de activos.
- Podemos compartir nuestro aprendizaje. La comunidad filantrópica puede aprender junta: poniendo de relieve cuestiones espinosas, equilibrando la concesión de subvenciones y las inversiones, e implicando a los gestores de activos. Cambiar billones de dólares requiere aprender unos de otros y emprender acciones colectivas. Como primer paso, podemos ayudarnos mutuamente con metodologías para calcular la base de referencia de las emisiones financiadas en nuestras carteras. Esto nos ayuda a comprender tanto el impacto como la necesidad de soluciones climáticas. El verdadero truco está en empezar, aprender en el camino y mantener la flexibilidad.
- Por último, podemos aumentar la transparencia. Las fundaciones pueden aumentar la transparencia en la financiación de soluciones climáticas. Mostrar hacia dónde y cómo se dirige la financiación puede ayudar a otros a aprender. El sector a menudo parece motivado por ganar una ventaja competitiva, pero la comunidad filantrópica puede seguir un camino diferente y asumir riesgos diferentes. Podemos establecer un nuevo estándar de transparencia compartiendo información, ideas y oportunidades.
Aunque las subvenciones siguen siendo una herramienta vital en el arsenal filantrópico contra el cambio climático, el potencial de un impacto más amplio reside en aprovechar todos los recursos disponibles, incluso el capital de inversión. Como está demostrando un número creciente de fundaciones, alinear las inversiones con los objetivos climáticos puede impulsar reducciones significativas de emisiones en el mundo real y promover una acción climática equitativa. Centrándose en la fuerza colectiva, compartiendo conocimientos y aumentando la transparencia, la comunidad filantrópica puede catalizar un cambio hacia soluciones climáticas más sustanciales y sistémicas. Existe una oportunidad crucial para que las fundaciones asuman más plenamente su papel en la financiación de la lucha contra el cambio climático, dando ejemplo a otros sectores y garantizando un futuro sostenible y justo para todos.
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Andrea Willige
4 de noviembre de 2024
