Cómo el comercio mundial puede apoyar la ayuda humanitaria

En 2024, casi 300 millones de personas en todo el mundo necesitarán ayuda humanitaria debido a conflictos, emergencias climáticas y otras crisis. En estas situaciones, el objetivo primordial es suministrar bienes vitales de forma rápida y eficaz a quienes los necesitan.

Durante las fases iniciales de una crisis, muchas jurisdicciones se esfuerzan por agilizar el despacho de mercancías humanitarias y muchas veces renuncian a los aranceles. Sin embargo, los esfuerzos humanitarios, como la entrega de alimentos, vacunas, mosquiteras y otros artículos vitales, a menudo se enfrentan a retrasos burocráticos comparables o incluso peores que los que afectan a los bienes comerciales.

En el Examen Global de la Ayuda para el Comercio de la OMC, celebrado del 26 al 28 de junio, la Alianza Global para la Facilitación del Comercio y Unicef organizaron una sesión en la que expertos debatieron los retos de las cadenas de suministro humanitarias. Asimismo, examinaron cómo medidas para agilizar el comercio podrían beneficiar también a los esfuerzos humanitarios, garantizando que la ayuda llegue a las comunidades de forma rápida y eficiente en cuanto a costes. Esto es lo que mencionaron.

Digitalizar los procesos puede reducir drásticamente el tiempo y el coste del traslado de mercancías. Esto implica utilizar formatos electrónicos en lugar de papel para agilizar el intercambio de documentación y datos.

En el caso de los bienes humanitarios, las soluciones digitales pueden simplificar el laborioso proceso de solicitar exenciones de derechos de aduana, por ejemplo. Mediante el desarrollo de plataformas en línea para el envío y procesamiento, o la conexión de organismos gubernamentales a un sistema de ventanilla única, se pueden reducir los retrasos y costes de sobreestadía, cargos en los que se incurre cuando los contenedores tardan en un puerto antes de ser recogidos. Esto ahorraría valiosos recursos para las misiones humanitarias.

La digitalización requiere más que simplemente la instalación de software: exige una revisión exhaustiva de los procedimientos existentes. Esto incluye la reestructuración de los flujos de trabajo, la formación de personal y la garantía de que los distintos sistemas y partes interesadas puedan trabajar juntos, de forma compatible. La seguridad y privacidad de los datos, especialmente en ámbitos sensibles como la sanidad, también son fundamentales. Una infraestructura sólida y conectividad fiable a internet son esenciales, sobre todo en zonas remotas o con pocos recursos.

Las administraciones aduaneras se enfrentan al doble reto de garantizar la circulación eficiente de las mercancías y, al mismo tiempo, hacer cumplir la ley, garantizar el cumplimiento, recaudar derechos e impuestos y evitar el contrabando. Sin sistemas eficaces de gestión de riesgos, frecuentemente recurren a la inspección de cada envío, lo que puede resultar ineficaz para procesar mercancías tanto humanitarias como comerciales.

En el contexto humanitario, la gestión de exenciones relacionadas con los derechos es especialmente difícil. Estas ventajas pueden ser utilizadas indebidamente por agentes malintencionados para transportar mercancías comerciales, ilegales o falsificadas. Por ello, es crucial contar con un sistema eficaz de gestión de riesgos. Esto incluye el seguimiento en tiempo real, el análisis de datos y la comunicación eficaz entre las partes interesadas a través de softwares de análisis de riesgos, lo que permite identificar mejor los riesgos, reducir los controles innecesarios y agilizar el despacho de mercancías humanitarias.

Otra solución para una gestión eficaz de los riesgos es la implantación de sistemas de tramitación previa a la llegada y de notificación anticipada. Éstos permiten a los organismos prepararse para la llegada de los envíos, reduciendo el tiempo que las mercancías pasan en las fronteras mediante la realización de controles basados en evaluaciones de riesgos. Esto puede acelerar los procesos de inspección de todas las mercancías, incluidos los suministros humanitarios.

La cooperación está en el centro de los esfuerzos humanitarios. Una colaboración eficaz entre organismos fronterizos es crucial para evitar el pago innecesario de derechos y reducir los cargos de sobreestadía. Armonizar los procedimientos y realizar operaciones conjuntas entre aduanas, ministerios de sanidad y otros organismos pertinentes puede agilizar considerablemente el proceso de despacho.

El sector privado también desempeña un papel indispensable en la ayuda humanitaria. Empresas de logística global, como DHL o Maersk, con su amplia experiencia, son fundamentales para gestionar el transporte y la distribución de la ayuda. Su participación aumenta la eficacia y aporta una experiencia profesional que refuerza la respuesta a las crisis.

La colaboración local es igualmente vital. Los agentes locales conocen la realidad sobre el terreno y pueden aportar perspectiva y apoyo que las organizaciones internacionales podrían pasar por alto. Involucrar a las empresas y comunidades locales garantiza que la ayuda llegue a los necesitados de forma más eficaz y sostenible. Sin embargo, la base de éxito de la colaboración es la confianza. Los actores humanitarios deben comprender y respetar las normas y reglamentos nacionales, mientras que las autoridades locales deben reconocer y defender los principios humanitarios.

El comercio se ve normalmente a través de una lente lucrativa, pero no tiene por qué ser así. Mientras que los bienes comerciales colaboran para la prosperidad de nuestras economías, la entrega rápida de bienes humanitarios salva vidas. Replantear las medidas comerciales para agilizar los suministros humanitarios puede generar importantes beneficios.

Desde 2022, la Alianza Mundial para la Facilitación del Comercio trabaja para agilizar las cadenas de suministro humanitario. En colaboración con Unicef en Mozambique, la Alianza ha reformado los procesos de importación de vacunas y productos médicos esenciales, reduciendo los plazos de tramitación en 10 días, mejorando la trazabilidad de los envíos y reduciendo los costes.

Sobre la base de este éxito, se pondrán en marcha iniciativas similares en otros diez países, garantizando a los niños un acceso fiable a vacunas y suministros. Más información aquí.