Naturaleza y Biodiversidad

La contaminación atmosférica es un asesino silencioso. Así la combaten las ciudades

Peatones cruzando una calle urbana.

En todo el mundo, la contaminación atmosférica mata a 13 personas cada minuto, muchas de ellas en las ciudades. Este problema podría aumentar a medida que se acelere la urbanización. Sin embargo, las ciudades están tomando medidas para reducir la contaminación atmosférica, mejorar la salud y hacer de nuestras ciudades mejores lugares para vivir. Image: Reuters

Shirley Rodrigues
London Deputy Mayor for Environment & Our Common Air Commissioner, City of London
Iyad Kheirbek
Director, Air Quality Program, C40 Cities Climate Leadership Group
Magdalena Młochowska
Director Coordinator, Green Warsaw, City of Warsaw
Este artículo es parte de: Centro para la Naturaleza y el Clima
  • En todo el mundo, la contaminación atmosférica mata a 13 personas cada minuto, muchas de ellas en las ciudades.
  • Este problema podría aumentar a medida que se acelere la urbanización.
  • Las ciudades están tomando medidas para reducir la contaminación atmosférica, mejorar la salud y hacer de nuestras ciudades mejores lugares para vivir.

La contaminación atmosférica mata a 13 personas cada minuto en todo el mundo y las pruebas siguen revelando nuevas conexiones entre el aire contaminado y los efectos adversos para la salud. A medida que aumenta la urbanización y se deteriora la calidad del aire, es fundamental abordar las emisiones para proteger la salud pública.

Ciudades de todo el mundo toman cada vez más medidas contra la contaminación atmosférica. Las 50 ciudades que participan en el Acelerador de Ciudades por un Aire Limpio y las 35 ciudades del Acelerador de Calles Verdes y Saludables, ambos de la iniciativa C40 Cities, se han comprometido a poner en marcha estrategias innovadoras e iniciativas audaces para limpiar su aire y proteger el bienestar de sus habitantes.

En los últimos cinco años se han multiplicado las nuevas iniciativas para reducir la contaminación atmosférica, desde las restricciones al acceso de vehículos hasta la electrificación de las flotas de autobuses públicos y la mitigación de las emisiones in situ de los edificios.

Las ciudades de la iniciativa C40 Cities se enfrentan a la contaminación atmosférica con iniciativas que van desde la reducción de residuos hasta el fomento del transporte público verde.

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Reducir las emisiones del transporte

El transporte contribuye significativamente a la contaminación atmosférica urbana, lo que ha llevado a muchas alcaldías a aplicar medidas más estrictas, como restringir la entrada de vehículos contaminantes en determinadas zonas o en ciudades enteras. Estas medidas, integradas en iniciativas más amplias, destinadas a alcanzar objetivos climáticos y mejorar la movilidad urbana, están transformando las ciudades en comunidades más sanas y habitables.

Londres amplió recientemente su Zona de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ) para cubrir el área metropolitana de Londres, creando la mayor zona mundial de aire limpio. Desde la ULEZ, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) han descendido casi un 50% en el centro de Londres en comparación con un escenario sin la ULEZ. Más del 95% de los vehículos que circulan por Londres cumplen ahora las normas de emisiones de la ULEZ, frente a solo el 39% en 2017.

Para ello, la Alcaldía de Londres ha puesto en marcha un plan de desguace de 270 millones de libras, que ha permitido a más de 60 000 londinenses, empresas y organizaciones sustituir o modernizar sus vehículos más viejos y contaminantes, optando por medios de transporte más limpios y verdes.

En Londres, medidas como la ULEZ han contribuido a reducir el número de ingresos hospitalarios por asma atribuibles a la contaminación del aire en un 30% entre 2017 y 2019, en comparación con el período entre 2014 y 2016.

Madrid, Milán y Seúl, por su parte, están ampliando las zonas de bajas emisiones e imponiendo límites más estrictos a los vehículos contaminantes. Varsovia introducirá el Strefy Czystego Transportu (SCT) en julio de 2024, limitando los vehículos altamente contaminantes en el 7% de la ciudad. Las Zonas Urbanas por un Aire Mejor (ZUMA) de Bogotá, desarrolladas con las comunidades locales, se centran en la contaminación procedente del transporte y la industria para mejorar la calidad del aire y la salud pública al tiempo que se revitalizan los espacios públicos.

Las flotas de autobuses de emisiones cero están creciendo en ciudades de todo el mundo.
Las flotas de autobuses de emisiones cero están creciendo en ciudades de todo el mundo. Image: Iniciativa C40 Cities

Las ciudades también están electrificando el transporte público para reducir las emisiones y cumplir los objetivos de calidad del aire. En tres años, las ciudades europeas y latinoamericanas del Acelerador de Calles Verdes y Saludables de la iniciativa C40 Cities casi han duplicado el número de autobuses eléctricos. Londres tiene 1300 autobuses de emisiones cero, mientras Seúl opera más de 1000 autobuses eléctricos y 27 autobuses de pila de combustible de hidrógeno.

Santiago cuenta con 2000 autobuses eléctricos, el 31% de su flota, mientras que Delhi opera con 1300 autobuses eléctricos. A pesar de los avances, las ciudades se enfrentan a retos para electrificar completamente sus flotas de vehículos, como la financiación, la construcción de infraestructuras de recarga y las limitaciones de capacidad de la red.

El papel de los edificios y la producción de energía

Las ciudades se están ocupando de las emisiones no sólo del transporte, sino también de los edificios y la producción de energía. Están poniendo en marcha iniciativas para mejorar la eficiencia de los edificios, aplicar estándares de rendimiento y abandonar gradualmente los combustibles fósiles para la calefacción y la cocina. Además, están ampliando el acceso a fuentes de energía limpia y proporcionando servicios esenciales a los asentamientos informales, como la electrificación de los hogares.

En enero de 2023 empezó a prohibirse en Varsovia el uso de determinados tipos de calderas de carbón y madera. Desde octubre de 2023, esto incluye la quema de carbón en los hogares. Además, Varsovia ha proporcionado subvenciones y ayudas para sustituir los sistemas domésticos de calefacción de combustible sólido por alternativas de calefacción renovables más limpias desde 2018.

De Nueva York a Tokio, estas grandes ciudades luchan contra la contaminación atmosférica en el marco de la iniciativa C40 Cities.
De Nueva York a Tokio, estas grandes ciudades luchan contra la contaminación atmosférica en el marco de la iniciativa C40 Cities. Image: Iniciativa C40 Cities

Replantearse la gestión de residuos

La gestión de los residuos, una intervención importante en muchas ciudades del Sur global, es uno de los focos de atención de los firmantes del Acelerador del Aire Limpio de C40 Cities, especialmente en África. En el África subsahariana se recoge el 43% de los residuos urbanos (9% en las zonas rurales), y casi el 70% se elimina en vertederos a cielo abierto. Las intervenciones incluyen el compostaje, el reciclaje y la optimización de la recogida de residuos.

Dakar, por ejemplo, rehabilita antiguos lugares de quema de residuos, creando puestos de trabajo para los jóvenes y frenando la contaminación atmosférica provocada por las quemas al aire libre. Addis Abeba está ampliando la gestión de residuos con iniciativas de compostaje y reciclaje, haciendo hincapié en su papel vital para frenar la contaminación atmosférica y promover un crecimiento económico inclusivo. Accra implica a las comunidades locales en el desarrollo de programas comunitarios de separación de residuos y Tshwane lleva a cabo campañas de concientización sobre los peligros para la salud de la quema de cauchos.

El papel de los datos en la lucha contra las emisiones

Un elemento central de estos esfuerzos es la ampliación de los datos sobre la calidad del aire, que permite a los responsables municipales conocer los niveles y las fuentes de contaminación y facilita a los ciudadanos información relevante para la salud. Mediante el uso de tecnologías innovadoras, las ciudades están ampliando sus capacidades de vigilancia del aire, desplegando sensores de bajo coste para ampliar la cobertura espacial e identificar los focos de contaminación.

Las ciudades que participan en el Acelerador por un Aire Limpio utilizan sensores de bajo coste, y 35 de 50 ciudades los emplean en sus redes de calidad del aire. La red de Breathe London pasó de 136 a más de 400 puntos de control. Yakarta añadió 14 monitores de bajo coste a sus estaciones de referencia, ofreciendo amplios datos sobre la calidad del aire en toda la ciudad. Quezon colocó 21 nuevos monitores del aire cerca de lugares sensibles, con planes de ampliación.

En septiembre de 2022, Varsovia puso en marcha una ampliación de la red de 100 monitores de calidad del aire a sus ocho estaciones de referencia existentes, con otros 57 sensores en 17 municipios vecinos de Varsovia. Nairobi también amplió su red, desplegando 17 monitores de calidad del aire que comunican datos en tiempo real al público.

A pesar de estos esfuerzos, concientizar sobre las fuentes y los riesgos de la contaminación atmosférica sigue siendo un reto. Las encuestas llevadas a cabo en ciudades de todo el mundo muestran que los residentes tienen un conocimiento desigual de las fuentes de contaminación y sus repercusiones, lo que subraya la necesidad de educación. En Bogotá, aunque el 92% piensa a diario en la calidad del aire, muchos desconocen las principales fuentes de contaminación. Esto subraya la importancia de las iniciativas para aumentar la concientización pública y apoyar la toma de decisiones informadas. Londres creó campañas visuales innovadoras para ampliar la concientización pública y reducir las emisiones.

Campañas públicas en Londres sobre los riesgos de la contaminación atmosférica.
Campañas públicas en Londres sobre los riesgos de la contaminación atmosférica. Image: Alcaldía de Londres

Las ciudades de todo el mundo están a la vanguardia de la lucha contra la contaminación atmosférica, poniendo en marcha iniciativas audaces para proteger la salud de los ciudadanos. Mediante regulación e innovación tecnológica, los centros urbanos despliegan diversas estrategias para lograr un aire limpio.

Our Common Air, una nueva comisión que trabaja para catalizar la acción mundial contra la contaminación atmosférica, ha puesto de relieve la necesidad de implicar a los líderes subnacionales en materia de clima y salud. A medida que crece el impulso, es vital que las ciudades, los gobiernos nacionales, la sociedad civil y el sector privado trabajen juntos para ampliar estas iniciativas, garantizando que el aire limpio se convierta en una realidad.

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