Cómo aprovechar el potencial de la movilidad definida por software

A medida que el automóvil se transforma ante nuestros ojos -desde el viejo motor de combustión interna alimentado por gasolina hasta vehículos eléctricos y de conducción autónoma más ágiles y respetuosos con el medio ambiente-, hay una forma sencilla, pero hasta ahora poco anunciada, de describir este cambio radical: los vehículos se están convirtiendo en productos tecnológicos.

Y con este cambio de las máquinas analógicas a los vehículos definidos por software (SDV, por su nombre en inglés), las fronteras entre las industrias automovilística y tecnológica se están difuminando.

Nunca se insistirá lo suficiente en la magnitud del cambio que representan estos SDV. Desde una perspectiva comunitaria global, este cambio se refleja en los importantes beneficios que aportan estos vehículos.

Más del 90% de los accidentes de tráfico se deben a errores humanos del conductor, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de Estados Unidos (NHTSA) y otras fuentes fidedignas. La mayoría de estos accidentes, si no todos, podrían evitarse con sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), conjuntos de sensores que controlan cada vez más la seguridad de los vehículos y que, en última instancia, conducirán a los vehículos autónomos (AV).

Los SDV son vehículos inteligentes que ya empiezan a integrar pilas tecnológicas en su software. No solo se recurrirá al software para garantizar el rendimiento más eficiente desde el punto de vista energético de los vehículos eléctricos (VE), sino que, a medida que se desarrolle la tecnología, los VE inteligentes ayudarán a estabilizar la red eléctrica, apoyando la recarga de los vehículos cuando haya energía verde disponible y facilitando el uso de los VE como unidades descentralizadas de almacenamiento de energía que puedan devolver a la red el excedente de energía durante los periodos de alta demanda.

Los AV compartidos en zonas urbanas son otro beneficio potencial para la sostenibilidad de los vehículos definidos por software. Por ejemplo, en Nueva York, esto liberaría el equivalente a unas 900 manzanas de espacio que actualmente se destinan a aparcamiento, y en Los Ángeles podría reducir las emisiones de CO2 en 2,7 millones de toneladas métricas al año.

Los vehículos definidos por software ya están simplificando la conducción, con funciones como la asistencia al estacionamiento, la monitorización y alertas de salida de carril. Cuando los vehículos totalmente automatizados estén en las carreteras, proporcionarán una mayor movilidad a personas con discapacidad y mayores, que podrían recuperar o ganar la independencia para viajar en automóvil por primera vez. Además, los vehículos autónomos abrirán un nuevo e innovador periodo de movilidad a la carta, de puerta a puerta y a través de una aplicación.

La aparición de vehículos definidos por software creará más de 650 000 millones de dólares en valor para la industria automovilística de aquí a 2030, lo que supondrá entre el 15% y el 20% del valor de la automoción. Los ingresos de los fabricantes de equipos originales (OEM) procedentes del software y la electrónica de automoción se multiplicarán casi por tres de aquí a 2030, pasando de 87 000 a 248 000 millones de dólares, según un análisis del BCG sobre el crecimiento de los SDV. Y el mercado de proveedores de software y electrónica de automoción casi se duplicará, pasando de 236 000 millones de dólares a 411 000 millones.

Además, los beneficios a lo largo de la cadena de vehículos emergentes (incluidos los VE y los AV, sus componentes, las ventas de software y posventa, y la movilidad a la carta) crecerán un 900% entre 2021 y 2035, mientras que los ingresos de los vehículos y servicios tradicionales con motores de combustión interna disminuirán en torno a un 20%.

Gran parte de este crecimiento provendrá de la voluntad y el deseo crecientes de los consumidores de pagar por funciones definidas por software, como la conducción autónoma y la conectividad. La evolución de las preferencias de los conductores creará la demanda de sofisticados componentes electrónicos para vehículos, como equipos informáticos y de comunicaciones avanzados, unidades de control digital y sensores. Un segmento sustancial de las crecientes ventas de VE y AV se producirá en los grandes mercados, como China y Estados Unidos.

Los fabricantes de automóviles, las empresas tecnológicas y los responsables políticos, todos ellos esenciales para el éxito de la evolución de los vehículos definidos por software, se enfrentan a retos diferentes pero igualmente importantes.

Los fabricantes de automóviles arrastran la carga de un legado de un siglo de construcción de vehículos tradicionales con motor de combustión interna y ciclos de innovación que duran décadas.

Las empresas tecnológicas están aprendiendo rápidamente que, a pesar de sus importantes competencias, construir o incluso contribuir sustancialmente a un vehículo es mucho más complejo que fabricar un dispositivo móvil.

Los agentes públicos y los responsables políticos se enfrentan a retos clave de la movilidad que han estado presentes desde la aparición de los automóviles (congestión del tráfico, seguridad vial y contaminación atmosférica), todos los cuales pueden abordarse mediante casos de uso específicos habilitados por el ecosistema SDV.

Para triunfar en el entorno del SDV, todas las partes interesadas clave tendrán que cambiar su mentalidad: de las operaciones propietarias centradas en el crecimiento aislado de los beneficios a los negocios conjuntos de creación de valor basados en la colaboración intersectorial y las asociaciones estratégicas.

La necesidad y los imperativos de esta nueva colaboración intersectorial pueden comprenderse mejor a través de estas ideas esenciales:

A medida que la transición avanza hacia las fases más desarrolladas del vehículo definido por software, las plataformas interoperables de todo el sector son esenciales para simplificar los procesos de fabricación y reconstruir la escala, al tiempo que se crea una vía rápida para desarrollar soluciones tecnológicas de vanguardia o integrar plataformas de forma eficiente. En este nuevo mundo, en el que priman las asociaciones, forjar alianzas y empresas conjuntas en todos los niveles del vehículo será la nueva súper habilidad.