Barómetro Global de la Cadena de Valor: ¿La calma antes de la tormenta?

Las industrias manufactureras de todo el mundo siguen enfrentándose a un entorno de mercado muy volátil marcado por las tensiones geopolíticas, la escasez de mano de obra y la inflación, por lo que la resiliencia de la cadena de valor global es clave para garantizar la estabilidad de las operaciones.

Para ayudar a la industria a crear cadenas de valor más sólidas, el Foro Económico Mundial, en colaboración con Kearney y con datos proporcionados por Everstream Analytics, publica trimestralmente el Barómetro Global de la Cadena de Valor.

El barómetro pretende ofrecer a los directivos de la industria y la cadena de suministro una visión general de los niveles de disrupción de la cadena de valor mundial. En la primera sección se describen las megatendencias que impulsan esas disrupciones y se analizan los efectos resultantes. En la segunda, se ofrece una perspectiva de los próximos seis meses y se identifican las principales estrategias para que los fabricantes se preparen para estos acontecimientos.

La edición del segundo trimestre de 2023 del barómetro indica que la disrupción de la cadena de valor se ha estabilizado en un nivel elevado. Aquí exploramos lo que esto nos dice sobre el estado actual de las cadenas de valor mundiales, por qué no vemos una relajación a medio plazo y por qué creemos que esto es la calma antes de una tormenta - y que grandes desafíos estructurales están por venir.

Después de tres años de disrupciones del suministro impulsadas por factores como el cambio climático, las tensiones geopolíticas y los cambios tecnológicos, los niveles de disrupción parecen haberse estabilizado en el segundo trimestre de 2023 en comparación con 2022, aunque a un nivel elevado.

Esto se refleja en una tendencia estable de disrupción en las operaciones: los datos indican que las empresas han mejorado en su adaptación a un entorno de mayor volatilidad y su capacidad de operar en estas condiciones.

Sin embargo, este periodo de relativa relajación podría ser la calma que precede a la tormenta. La relajación que vemos en los mercados de oferta podría, de hecho, no estar impulsada por una mayor disponibilidad de oferta, sino más bien por un descenso de la demanda motivado por el riesgo inminente de recesión en muchos mercados.

Aunque los distintos sectores se enfrentan a retos diferentes, aún no se han resuelto los problemas subyacentes que afectan a todos los mercados. Por ejemplo, la escasez de mano de obra y de talento, la inflación, que se mantiene en niveles récord en muchos mercados, y la ciberdelincuencia, que va en aumento.

Además, las tensiones geopolíticas, las guerras comerciales y los conflictos siguen planteando retos a la seguridad del suministro en todas las industrias. Las tendencias actuales de desvinculación y deslocalización (reshoring) desarraigarán las bases de suministro y darán lugar a la aparición de nuevos clusters de suministro. Este efecto se acelerará por la transformación sostenible impulsada por el cambio climático y las disrupciones asociadas.

El actual periodo de relativa estabilidad podría ser un breve respiro para las empresas, y una oportunidad para centrarse en estrategias a medio y largo plazo para replantear su configuración de operaciones globales con la resiliencia como eje central.

Basándonos en estos acontecimientos, hemos trazado una perspectiva estratégica para los próximos seis meses y una selección de las principales estrategias que los fabricantes pueden poner en práctica para aumentar proactivamente su capacidad de resiliencia.

Estas estrategias se derivan de la brújula de resiliencia -un marco para que las organizaciones aceleren el proceso de creación de resiliencia y definan las nuevas prioridades y acciones necesarias para prepararse y responder a las futuras disrupciones que afecten a las cadenas de valor mundiales-, así como de su serie de manuales que esbozan estrategias que los líderes pueden emplear para fortalecer su cadena de valor.

Crear transparencia en la base de suministro, mediante su mapeo hasta el nivel 2 y más allá, ayudará a las empresas a comprender los riesgos asociados a acontecimientos geopolíticos y, en consecuencia, a identificar y potenciar alternativas locales. También pondrá de relieve nuevos clusters de suministro, impulsadas por tendencias de deslocalización como re-shoring y near-shoring.

Desarrollar capacidades avanzadas de planificación ayudará a las empresas a generar esta transparencia. Pueden aprovechar la información y los datos generados para identificar preventivamente las vulnerabilidades y amenazas, por ejemplo, creando gemelos digitales para explorar diferentes escenarios y evaluar posibles soluciones.

Esta transparencia puede, además, ayudar a las empresas a conocer mejor la viabilidad financiera de sus proveedores. Las condiciones difíciles del mercado, como los elevados precios de la energía y la inflación, pueden haber afectado negativamente a la situación financiera y la competitividad de los proveedores. Pero la viabilidad financiera no acaba ahí.

Las empresas pueden aprovechar la transparencia para explorar cómo podría reaccionar su base de clientes ante el riesgo de recesión y un entorno inflacionista. La información obtenida de esta transparencia puede ayudar a los fabricantes a revisar sus planes de demanda para 2024 y ajustar la capacidad de la cadena.

Muchos fabricantes también se enfrentan a un entorno de mercado volátil -con una demanda potencialmente desplomándose, costes de materias primas y energía inflacionistas y elevados costes de mantenimiento de existencias debido a la acumulación de existencias durante los últimos años. Esto podría tener un impacto negativo tanto en los beneficios como en el flujo de caja.

En consecuencia, las principales empresas han empezado a prestar más atención a su flujo de caja libre para asegurarse de que podrán realizar inversiones de resiliencia a largo plazo.

Pasar de reaccionar ante las crisis a afrontar retos estructurales a largo plazo nos brinda la oportunidad de replantearnos y reconsiderar lo que significa la resiliencia.

Esto exige ir más allá de hacer ajustes aislados para reaccionar ante un entorno volátil, y replantearse fundamentalmente las operaciones y las cadenas de valor mundiales con la resiliencia en su centro.

Aunque en los últimos años la atención se ha centrado en el lado de la oferta de la brújula de la resiliencia debido a la escasez de suministros, el clima actual hace que sea importante considerar las dimensiones del lado de la demanda, y más allá, para construir una resiliencia holística de extremo a extremo.

La resiliencia se ha convertido en algo más que un titular: es una herramienta fundamental de las empresas de éxito, y una lente adicional a través de la cual debemos contemplar todas las cuestiones de las operaciones. Esto es especialmente cierto si, efectivamente, se produjera una tormenta después de la relativa calma de hoy.