Todos, en todas partes, al mismo tiempo: es la única manera de hacer frente a la emergencia climática

En marzo de 2023, el Secretario General de la ONU, António Guterres, intervino en la presentación del 6º informe del IPCC de la ONU. Fue inequívoco: "En resumen, nuestro mundo necesita una acción climática en todos los frentes: todos, en todas partes, al mismo tiempo". Pero, como en gran parte de nuestra conversación sobre el cambio climático, el sujeto de esa frase no queda claro: ¿quién va a llevar a cabo esa acción?

Tiene que ser todo el mundo. Cambiar "todos, en todas partes, al mismo tiempo" exigirá una oleada de agentes de cambio: las personas de todo el mundo tienen que cambiar los sistemas y estructuras de los que forman parte, en su trabajo, escuela, barrio y país. Los sistemas están formados por personas y, por tanto, los cambian las personas, el esfuerzo colectivo de los individuos. Todos.

La buena noticia es que, más que nunca, la gente comprende que el cambio climático amenaza los lugares, las personas y las cosas que amamos. Y nos preocupa profundamente. Sin embargo, el cambio no se está produciendo con suficiente rapidez. Conseguir que la gente se preocupe por el cambio climático es solo una parte del trabajo: el siguiente paso es activar la agencia climática de los individuos.

Este reto es relevante para los líderes de los sectores social, empresarial y gubernamental, muchos de los cuales están lidiando con la cuestión de cómo desarrollar la capacidad de las personas para impulsar la acción climática, tanto dentro de sus propias organizaciones como fuera de ellas. Cuando estudiamos el trabajo de los Emprendedores Sociales Ashoka -líderes de empresas sociales que trabajan para hacer frente a la emergencia climática y ecológica- descubrimos tres estrategias comunes que utilizaban para activar a los demás:

Comunicar las complejidades del cambio climático de un modo que se adapte a las personas y a su papel, geografía o intereses ayuda a fomentar su sentido de la acción.

Una red de apoyo aporta energía, experiencia y sentimiento de comunidad para posibilitar que las personas superen los obstáculos que inevitablemente surgen.

Los incentivos de las estructuras y sistemas existentes están diseñados de tal forma que limitan la capacidad de los individuos para contribuir eficazmente. Ajustar los sistemas para incentivar la acción climática individual capacita a más personas para contribuir y fomenta una transición justa.

Ninguno de los emprendedores sociales que estudiamos hizo solo una de estas cosas. En su lugar, combinaron varias tácticas de las tres estrategias.

Un ejemplo es Immy Kaur y el equipo de CIVIC Square, en Birmingham, Reino Unido. El trabajo de CIVIC Square sitúa las comunidades locales en los barrios como protagonistas de su propia transición climática. Saben que la gente es perfectamente capaz de encontrar soluciones incluso a los problemas más espinosos; lo que hace falta es apoyo y acceso a las herramientas y los recursos para posibilitar que sean agentes en poner en práctica esas soluciones. Una de las vertientes del trabajo de CIVIC Square es lo que denominan "materia de sueños". Han reunido a personas en Birmingham para estudiar futuros regenerativos, localizar la "economía del donut" y hacer fanzines del informe del IPCC, con la intención de fomentar la comprensión, imaginar colectivamente nuevas posibilidades y hacer visibles los avances: todas ellas son tácticas que contribuyen a tornar el tema personal para la gente.

Otro aspecto del trabajo de CIVIC Square se centra en las normas, códigos y contratos -a menudo ocultos- que rigen gran parte de nuestra organización. Por ejemplo, en su labor de modernización de barrios, se aseguran de que exista la infraestructura contractual y financiera necesaria para el trabajo colectivo. Esta parte de su trabajo contribuye a ajustar los sistemas.

La tercera capa es la forma en que las piezas del trabajo del CIVIC Square se unen en el día a día, la forma en que prestan apoyo. Se trata en gran parte de cómo el equipo del CIVIC Square se presenta en la comunidad, como una presencia constante, llueva, granice o haga sol, proporcionando y manteniendo la energía para catalizar un cambio en el statu quo.

Nicole Rycroft y el equipo Canopy también aplican las tres estrategias. Canopy protege los bosques, las especies y el clima del planeta trabajando con empresas de todo el mundo para transformar cadenas de suministro en sostenibles, catalizar soluciones innovadoras de nueva generación, ayudar a promover los derechos de las comunidades afectadas y conservar ecosistemas forestales vitales en todo el mundo.

Una parte importante de su trabajo consiste en apoyar a los equipos de sostenibilidad y a los directivos de las empresas en los procesos de gestión del cambio. Esto implica demostrar el valor de explorar fuentes alternativas de materiales o soluciones de nueva generación que benefician tanto el planeta como los negocios.

Canopy colabora estrechamente con sus marcas asociadas, compartiendo información y herramientas, asesorando y resolviendo problemas a medida que estas empresas pasan a la acción. De este modo, están creando un movimiento precompetitivo entre sus cientos de socios globales, con el fin de generar cambios significativos en los sistemas de producción de desechos. Estas tácticas forman parte del apoyo a las personas que impulsarán el cambio en sus empresas. Sin embargo, el impacto total de Canopy se debe a que también trabaja con otras partes de la cadena de suministro para garantizar la disponibilidad de tecnologías sostenibles que sustituyan a los bosques antiguos y en peligro de extinción que trabajan para proteger, contribuyendo a realinear el sistema más amplio del que forman parte las empresas.

Dado que el statu quo tiene una inercia tan poderosa, hacer frente a la emergencia climática exigirá el trabajo de personas de todos los niveles de la sociedad, incluidos los que tienen acceso al poder de decisión en las empresas, el gobierno y las calles. El trabajo de estos emprendedores sociales muestra lo que es posible cuando organizaciones profundamente arraigadas en un contexto específico apoyan a las personas para que activen su agencia climática, dando rienda suelta al poder de todos para impulsar la transición climática.