Así es como la IA y la salud digital revolucionan el futuro de la asistencia sanitaria

Una marea de datos sanitarios y tecnologías digitales -como la inteligencia artificial (IA) y la telemedicina- está barriendo prejuicios arraigados sobre la salud mundial y el acceso y la prestación de asistencia sanitaria.

Y con el Día Mundial de la Salud de este año (el 7 de abril) centrado en "Salud para todos", ¿cómo cambiarán exactamente estas innovaciones el futuro sector sanitario y cómo pueden crear un mejor acceso y beneficiar a todos?

Estas preguntas constituyen el núcleo del informe Global Health and Healthcare Strategic Outlook (Perspectivas Estratégicas de la Salud y la Asistencia Sanitaria Global) del Foro Económico Mundial, que establece una visión de la salud y la asistencia sanitaria mundiales para 2035.

Según el informe, las tecnologías sanitarias tienen un enorme potencial de crecimiento para generar cambios positivos, como nuevos tratamientos, mejores resultados para los pacientes, diagnósticos y prevención mejores y más tempranos, tratamientos más precoces y mejoras de la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria.

La innovación también puede contribuir a reducir el déficit de financiación de la sanidad, reduciendo el gasto sanitario global e impulsando la eficiencia, señala el informe. El National Health Service (NHS) de Inglaterra afirma que la telemedicina -diagnóstico y tratamiento a distancia de pacientes mediante soluciones de telecomunicaciones- podría reducir la carga asistencial en un 25%, por ejemplo.

En Estados Unidos, la mitad de la población está afectada por enfermedades crónicas, que contribuyen a más del 85% de los costes sanitarios globales. Sin embargo, este problema es mundial: la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que las enfermedades no transmisibles se cobran 41 millones de vidas al año, el 77% de ellas en países de renta baja y media, con un coste de más de 2 billones de dólares anuales.

Para hacer frente a estos desafíos, las mejoras en la prevención, el seguimiento y la consulta a través de enfoques sanitarios digitales y basados en la IA podrían aumentar significativamente el acceso a la atención sanitaria y reducir los costes, según el informe.

Y el campo está evolucionando rápidamente con la reciente llegada de plataformas de IA generativa como ChatGPT y Med-PaLM. Aunque todavía se están determinando las posibles repercusiones de esta tecnología en la medicina, la innovación digital está garantizando un conjunto cada vez mayor de nuevas soluciones y oportunidades.

Pero la innovación tecnológica por sí sola no puede impulsar plenamente el cambio: también deben abordarse la infraestructura y las políticas subyacentes.

Según Our World in Data, en 2020, la proporción de la población del África subsahariana (30%) que había utilizado Internet en los tres meses anteriores era menos de un tercio de la cifra correspondiente a Norteamérica (91,5%).

En la actualidad, casi tres mil millones de personas -más de un tercio de la población del planeta- carecen de conexión a internet. Junto con la necesidad de un sólido intercambio, seguridad y confidencialidad de los datos, aumentar el acceso a internet es uno de los principales habilitadores para garantizar un acceso equitativo a las nuevas innovaciones de la sanidad digital.

Según el informe, el papel de la tecnología digital en la mejora de la salud mundial y el acceso y la prestación de asistencia sanitaria requiere un plan de acción integral que abarque el corto, medio y largo plazo.

Es necesaria una actuación inmediata para incentivar la inversión que impulse la innovación en el desarrollo de medicamentos y tratamientos, al tiempo que se optimizan las cadenas de suministro y la prestación de asistencia sanitaria.

De cara al futuro, el uso de datos y aplicaciones debe armonizarse en todo el sector sanitario mundial, haciendo interoperables los distintos sistemas y herramientas de asistencia sanitaria para que puedan "hablar" entre sí y utilizar diferentes conjuntos de datos, según el informe.

Y a largo plazo, la profesión médica debe trabajar con los responsables políticos para crear un marco regulador que fomente la innovación en todas las partes del sistema sanitario mundial.

Las asociaciones multisectoriales, por ejemplo, entre proveedores de soluciones digitales, responsables políticos y la sociedad civil, incluidas las organizaciones filantrópicas, pueden ayudar a desplegar rápidamente soluciones digitales a escala.

Por poner sólo un ejemplo del poder de este tipo de asociaciones, cuando se produjo la pandemia, el Centro de Control de Enfermedades de Nigeria y el Servicio de Salud de Ghana recurrieron a la plataforma móvil de cibersalud de código abierto de la Fundación Sormas para gestionar la enfermedad. Sormas ya se estaba desplegando en los dos países, pero más de 400 distritos activaron un nuevo módulo de la plataforma, que se desarrolló rápidamente para detectar y controlar el virus, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

De cara al futuro, los modelos de macrodatos, la telemedicina, la medicación predictiva, los sensores portátiles y una gran cantidad de nuevas plataformas y aplicaciones podrían ayudarnos a replantearnos la forma en que el mundo proporciona, accede y gestiona la salud y la asistencia sanitaria.

Pero se necesita una tormenta perfecta (y benéfica) de inversiones, innovación y políticas para aumentar el acceso mundial a una asistencia sanitaria de calidad para personas con y sin conexión a internet.