¿Recesión en 2023? Depende de en qué parte del mundo te encuentras

Las perspectivas económicas para 2023 serán diferentes según el lugar del mundo en que nos encontremos, según el informe Chief Economists Outlook (Perspectivas de los Economistas Jefe del Foro Económico Mundial.

Aunque el panorama global es sombrío y casi el 20% de los encuestados ve ahora muy probable una recesión mundial -el doble que en la anterior encuesta de septiembre-, hay variaciones significativas entre zonas geográficas.

La mayoría de los economistas jefe esperan un crecimiento moderado o fuerte en Oriente Medio y el Norte de África y en el sur de Asia, mientras que más de nueve de cada diez piensan que el crecimiento será débil en Estados Unidos y Europa.

El informe económico del Foro recoge las reflexiones y expectativas de los principales economistas jefe de los sectores público y privado, y esta encuesta se realizó en noviembre y diciembre de 2022. Desde entonces, el Banco Mundial ha pronosticado una recesión mundial para 2023, anticipando un crecimiento del PIB del 1,7%, el ritmo más lento fuera de las recesiones de 2009 y 2020 desde 1993.

Este panorama sirve de telón de fondo para la reunión anual del Foro que se celebra del 16 al 20 de enero de 2023 en Davos (Suiza).

"Para Europa, es probable que esto refleje el impacto cada vez mayor de la guerra en curso en Ucrania, así como los efectos de las fuertes subidas de los tipos de interés", señala el informe del Foro. También se considera que el endurecimiento de la política monetaria dificultará las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos.

En las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), las perspectivas de crecimiento mundial se recortaron en 0,2 puntos porcentuales, mientras que la previsión para la eurozona se revisó drásticamente a la baja, del 1,2% al 0,5%.

El FMI prevé que el crecimiento mundial se ralentice hasta el 3,2% en 2022 y el 2,7% en 2023, frente al 6,0% de 2021. Se trata del perfil de crecimiento más débil desde 2001, exceptuando la crisis financiera mundial y la fase aguda de la pandemia del COVID-19.

Por otro lado, Oriente Medio y el Norte de África y el Sur de Asia se consideraron las regiones con mejores resultados. Los economistas jefe encuestados consideran que algunas economías de la región, como Bangladesh y la India, se beneficiarán de la tendencia mundial a diversificarse y alejarse de China.

Según el informe, esta diversificación y el actual contexto de débil crecimiento y elevada inflación obligan a los responsables políticos a tomar decisiones difíciles. Frenar la inflación sin frenar el crecimiento es la más importante y la que requiere una política monetaria meditada.

"Los responsables políticos se enfrentan al dilema entre apretar demasiado o demasiado poco", dice el informe. "Los responsables de la política fiscal también se enfrentan a importantes retos, sobre todo por el espacio fiscal muy reducido a raíz del gasto público durante la pandemia".

Aunque las perspectivas son en general sombrías e inciertas, entre los posibles puntos positivos cabe citar la disminución de las presiones inflacionistas y la posibilidad de que la confianza de los consumidores se estabilice y mejore. Aunque la crisis del coste de la vida sigue siendo grave y afectará a muchas personas, el 68% de los encuestados para el informe afirmó que su gravedad disminuirá en 2023.

"En cuanto al coste de los alimentos, existe una notable divergencia en el impacto previsto entre los países de renta alta y los de renta baja", señala el informe. El aumento del coste de los alimentos afectará de forma desproporcionada a los países de renta baja, donde habrá muchas más personas afectadas por la inseguridad alimentaria.

La debilidad de la demanda mundial se considera el mayor reto que deben superar las empresas en 2023, seguido del elevado coste de los préstamos, los altos costes de los insumos y la escasez de talentos.

Las tendencias geopolíticas siguen dominando la reflexión y se citan como el principal factor que determinará la actividad económica mundial en el próximo año.

"Este impacto económico más amplio se canaliza a través del comercio, la inversión, la mano de obra y los flujos tecnológicos, creando innumerables retos y oportunidades para las empresas", señala el informe. "En el otro extremo del espectro, se espera que la caída del sector de la criptomoneda tenga relativamente pocas repercusiones en los mercados financieros más amplios y la mayoría de los economistas jefe no esperan más perturbaciones económicas de COVID-19."