¿Podríamos estar a punto de acabar con el cáncer tal y como lo conocemos?

En 1971, el Presidente Nixon lanzó la Guerra contra el Cáncer: "El mismo tipo de esfuerzo concentrado que dividió el átomo y llevó al hombre a la luna debería volcarse en la conquista de esta temible enfermedad". Lograr el objetivo lunar contra el cáncer ha resultado ser un salto mucho más difícil para la humanidad que el primer paso de Neil Armstrong en la luna. Más de 50 años después, con el Presidente estadounidense Biden impulsando la aceleración de los avances contra el cáncer, un enfoque centrado en la detección precoz, la innovación tecnológica y la colaboración creativa entre los sectores público y privado nos está acercando más que nunca a la consecución de la visión de acabar con el cáncer tal y como lo conocemos.

Nos enfrentamos a un gran obstáculo para avanzar hacia este objetivo, ya que la pandemia de COVID-19 provocó un descenso drástico de las pruebas de detección y los diagnósticos de cáncer, lo que puso en entredicho nuestros esfuerzos en pro de la equidad y amenazó con hacer retroceder décadas de progreso para los enfermos de cáncer. Aunque todavía tenemos que comprender plenamente las consecuencias a largo plazo, estoy seguro de que estamos frenando las repercusiones de la pandemia y nos encontramos en la cúspide de un gran cambio en la lucha contra el cáncer trabajando juntos con energía y propósito renovados, impulsando mejoras en la atención a través de la ciencia de vanguardia y aumentando el acceso a una atención equitativa del cáncer en todo el mundo.

Cada cáncer detectado antes es una oportunidad de salvar una vida. No hay nada más importante. Este año hemos asistido a avances políticos tranquilizadores en materia de cribado, con actualizaciones clave de los planes nacionales contra el cáncer en todo el mundo que dan mayor prioridad a la prevención y la detección precoz, en concreto en el cáncer de pulmón, una de las formas más mortíferas de cáncer. Los sólidos datos procedentes de ensayos aleatorizados a gran escala que respaldan el cribado del cáncer de pulmón en personas de alto riesgo son indiscutibles y los gobiernos están tomando nota.

En Australia, el Comité Asesor de Servicios Médicos recomendó un nuevo programa nacional de cribado del cáncer de pulmón en 2022. En el Reino Unido, se invitará a cualquier fumador o exfumador de entre 55 y 75 años a someterse a un chequeo pulmonar gratuito, y a las personas de alto riesgo se les ofrecerá un TAC de baja dosis como parte del programa Targeted Lung Health Check. En Taiwán, los investigadores del Ministerio de Sanidad y Bienestar se centran en una estrategia de cribado del cáncer de pulmón dirigida a los no fumadores, población que representa más de la mitad de los fallecidos por cáncer de pulmón. Y, en 2021, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. amplió las directrices de elegibilidad para el cribado del cáncer de pulmón con el fin de captar a más individuos de alto riesgo. Considero que este progreso político tangible en el cribado es un punto de inflexión y espero que inspire a más países a seguir su ejemplo rápidamente y actualizar sus esfuerzos de cribado en línea con la evidencia.

El poder de las nuevas tecnologías aplicadas a la ciencia innovadora, combinado con la capacidad de analizar e interpretar ingentes cantidades de datos, tiene el potencial de impulsarnos hacia adelante a un ritmo sin precedentes. Vemos este progreso en los avances en el tratamiento del cáncer, pero esta dinámica también nos ha permitido progresar en el acceso equitativo a las pruebas de detección al permitir una tecnología escalable en países de ingresos bajos y medios donde antes no era posible.

Un ejemplo es el uso de inteligencia artificial (IA) para analizar radiografías y detectar posibles cánceres de pulmón en estadios tempranos en países como Malasia a través de una asociación con Qure.ai. Este programa integra perfectamente la tecnología en los programas existentes de detección de la tuberculosis para mejorar la detección del cáncer de pulmón en estadios tempranos de forma rápida y a gran escala. También estamos colaborando con GRAIL para desarrollar una nueva tecnología de análisis que puede detectar ADN tumoral circulante en la sangre en fases muy tempranas del cáncer, incluso antes de que los tumores o masas sean detectables por métodos tradicionales. Innovaciones como ésta nos permiten imaginar un futuro con un acceso y unos resultados equitativos en la atención oncológica, en el que algunas biopsias y tomografías computarizadas, que consumen un tiempo y unos recursos sanitarios valiosos, podrían ser sustituidas algún día por un simple análisis de sangre.

La colaboración es imprescindible si queremos acabar con el cáncer como causa de muerte. Durante la pandemia se salvaron millones de vidas gracias a la colaboración mundial e intersectorial. Este mismo sentido de urgencia y propósito unificado debe aplicarse ahora para avanzar más rápidamente en la comprensión, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención del cáncer mediante esfuerzos conjuntos en los que participen socios intersectoriales: el mundo académico, los proveedores, los gobiernos, los defensores, la industria y los pacientes. Ya estamos viendo ejemplos prometedores de esfuerzos a gran escala, como el Cancer Moonshot de la administración Biden y la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama de la Organización Mundial de la Salud, un esfuerzo de colaboración con el objetivo de reducir la mortalidad mundial por cáncer de mama.

En AstraZeneca, la colaboración es una prioridad para nuestra organización. Recientemente hemos lanzado Accelerate Change Together (ACT) for Cancer Care Africa, que se centra en la mejora sostenible de los ecosistemas de atención oncológica en toda África. Prestamos apoyo a más de 100 centros oncológicos de toda África -incluidos los de Marruecos, Argelia, Egipto y Kenia- proporcionando formación a más de 10 000 profesionales sanitarios y posibilitando la detección y el diagnóstico de más de un millón de pacientes de tres tipos principales de cáncer: pulmón, mama y próstata. También apoyamos la creación de la Lung Ambition Alliance, una ambiciosa asociación multisectorial destinada a transformar la supervivencia a cinco años del cáncer de pulmón en todo el mundo, con asociaciones y programas locales activos actualmente en más de 50 países.

Gran parte de lo que hemos logrado era antes imposible de imaginar y sólo puede hacerse realidad mediante esfuerzos intersectoriales mundiales que garanticen que las buenas ideas y las mejores prácticas se difundan a lo largo y ancho del planeta. Es un recordatorio de que juntos, a través de nuestros esfuerzos colectivos globales, podemos acabar con el cáncer tal y como lo conocemos.