Por qué la Conferencia de la ONU sobre los Océanos es un paso clave en el camino para recuperar la salud de los mismos

Este artículo apareció por primera vez en China Dialogue Ocean en inglés.

Cada vez que respiramos, estamos conectados con el océano. El azul, que caracteriza el planeta, cubre más del 70% de la superficie de la Tierra, proporcionando la mitad de su oxígeno, estabilizando nuestro clima global y el sistema meteorológico, y proporcionando alimentos y medios de vida a miles de millones de personas.

Un océano sano es fundamental para toda la vida en la Tierra y, sin embargo, debido a las actividades deliberadas e involuntarias de la humanidad, la salud del océano está empeorando considerablemente.

La sobrepesca sigue agotando los valiosos recursos marinos y poniendo en peligro la pesca sostenible a pequeña escala. El exceso de emisiones antropogénicas de carbono está calentando el océano, provocando la muerte de los corales, elevando el nivel del mar y haciendo que el océano sea más ácido, debilitando su capacidad de mantener la vida. El plástico y la contaminación química están impregnando el océano, poniendo en peligro a muchas especies marinas.

No puede haber un planeta sano sin un océano sano. La noticia positiva es que, bajo nuestra responsabilidad, podemos tomar las medidas necesarias para detener el deterioro de la salud del océano. En 2022, tenemos importantes oportunidades para tomar medidas audaces y significativas para poner nuestro océano en la senda de la recuperación. Existen soluciones para restablecer la salud de los océanos, pero requerirán la acción de cada uno de nosotros, de todos los sectores de la industria y de todas las partes de la sociedad, desde los líderes mundiales hasta los directores ejecutivos, y desde los científicos hasta los ciudadanos.

En febrero de 2022, fuimos testigos de cómo los líderes mundiales se comprometían, en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente celebrada en Nairobi, a elaborar un tratado mundial jurídicamente vinculante para hacer frente al pernicioso problema de la contaminación por plásticos. Este mes, en Ginebra, los miembros de la Organización Mundial del Comercio alcanzaron por fin un acuerdo contra el comportamiento distorsionado de las subvenciones pesqueras perjudiciales. Se espera que las negociaciones para concluir un Tratado de Alta Mar robusto y operativo concluyan a finales de año, mientras que la conferencia del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que también se celebrará a finales de este año, mantiene la promesa de un nuevo objetivo para proteger el 30% del planeta para 2030. Y luego está la próxima reunión de la ONU sobre el cambio climático, la COP27 en Sharm El-Sheikh, en noviembre, que incluye más que nunca un enfoque explícito en el océano como un aliado crítico tanto en la mitigación como en la adaptación al cambio climático.

El actual Año Internacional de la Pesca Artesanal y la Acuicultura, el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible y el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas también siguen siendo hilos conductores para apoyar y avanzar en la realización de la agenda de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para 2030.

El siguiente paso en la agenda mundial es la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, organizada conjuntamente por los gobiernos de Kenia y Portugal, en Lisboa, del 27 de junio al 1 de julio. La conferencia se celebra en apoyo del ODS 14, el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU de conservar y utilizar de forma sostenible los recursos de los océanos. Creo firmemente que el ODS14 y el desarrollo continuo de una economía azul sostenible en todo el mundo son cruciales para el futuro de la humanidad en este planeta.

Estoy seguro de que en Lisboa veremos el lanzamiento de una gran flota de soluciones innovadoras y basadas en la ciencia. Estas soluciones se llevarán a cabo en asociaciones bien financiadas, que impulsarán la aplicación efectiva del ODS14. Insto a todos los asistentes a que traigan a Lisboa lo mejor de sus ideas y recursos. Necesitamos todas las manos en la cubierta.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos se centrará en los principales retos y oportunidades a los que se enfrenta el océano en la actualidad. El programa incluye reuniones plenarias, un conjunto de diálogos interactivos y una rica serie de eventos paralelos que complementan el programa principal. Las sesiones abarcarán temas que van desde el fortalecimiento de las economías sostenibles basadas en los océanos hasta la lucha contra la acidificación, la desoxigenación y el calentamiento de los océanos; y desde la consecución de una pesca sostenible y justa para los pequeños pescadores artesanales hasta la conservación y restauración de los ecosistemas marinos y costeros.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos culminará con la adopción de una declaración política sobre "Nuestro océano, nuestro futuro, nuestra responsabilidad", que ya ha recibido el apoyo de todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Todo ello se complementará con una serie de compromisos voluntarios sobre los océanos, que ya superan los 1.700, procedentes de todo el mundo: una serie de acciones sobre los océanos que abarcan todas las metas del ODS 14, presentadas por una amplia gama de partes interesadas en línea. Todos son bienvenidos al sitio web de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos para presentar un compromiso voluntario y formar parte del impulso para el progreso.

Si queremos detener el deterioro de la salud de los océanos este año, no debemos desaprovechar las oportunidades sin parangón que ofrece la confluencia de momentos de 2022 para una acción decisiva sobre los océanos. Y cuando digo "nosotros", me refiero no sólo a los líderes de los Estados miembros de la ONU, sino también, en última instancia, a todos y cada uno de nosotros. Tanto nosotros como nuestros hijos y nietos somos ciudadanos del Planeta Océano, y a nosotros nos corresponde hacer el trabajo necesario para garantizar un océano sano y próspero del que depende el futuro de la humanidad.