Se necesitan más esfuerzos en Europa para cumplir con el Acuerdo de París
Image: REUTERS/Pascal Rossignol
No son suficientes. Pero aún hay tiempo para mejorarlos. Es la principal conclusión del análisis que ha hecho la Comisión Europea de los planes de energía y clima que han tenido que presentar los Gobiernos de los 28 países miembros. Bruselas ha pedido este martes a los países que aumenten sus esfuerzos y sean más "ambiciosos". En especial, en la implantación de energías renovables, en eficiencia energética y en la lucha, en general, contra los gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático según el consenso científico. Los países tienen hasta final de año para presentar los documentos definitivos y atender a las recomendaciones que les ha realizado la Comisión este martes.
El plan presentado por España (que, como el resto, abarcan hasta 2030) destaca en la evaluación presentada este martes por la Comisión y en varias ocasiones se pone como ejemplo de buenas prácticas y objetivos ambiciosos. De hecho, fuentes comunitarias han señalado que los cinco planes más ambiciosos son los de Estonia, Dinamarca, Lituania, Portugal y España. En cambio, varios Estados del este de Europa siguen muy rezagados. En sus recomendaciones, la Comisión pide a países como la República Checa, Eslovaquia o Polonia que aumenten su nivel de ambición. Aunque no solo esos Estados se llevan esa reprimenda: también insta a socios como Bélgica o el Reino Unido a elevar sus pretensiones.
Como ha recordado Bruselas en su evaluación final, estos planes son cruciales para combatir el calentamiento. La próxima década será clave en la lucha internacional contra este problema. Porque será cuando se aplique el Acuerdo de París, que obliga a todos sus firmantes a presentar planes de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero. Y porque el planeta, según alertan desde el ámbito científico, se está quedando sin tiempo para poder dejar el calentamiento dentro de unos límites manejables. "No podemos ver [estas medidas] como un coste, sino como una inversión para que la economía europea alcance la neutralidad climática en 2050", sostuvo el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, responsable de Energía.
Para aplicar el Acuerdo de París la Unión Europea ha ido construyendo un marco legal que incluye los planes de energía y clima que ahora está evaluando. Por primera vez, recordó Sefcovic, cada miembro de la UE ha tenido que presentar el suyo y fijarse los objetivos para la próxima década de reducción de emisiones, de implantación de renovables, de eficiencia... El sector energético acumula alrededor del 80% de todos los gases de efecto invernadero de la economía de la UE, de ahí la importancia de estos planes. La suma de todos esos planes nacionales debe ser suficiente para que el conjunto de Europa cumpla con sus objetivos internacionales: reducir al menos un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 respecto a los niveles de 1990.
Pero lo presentado hasta ahora por los Estados no es suficiente, según ha resaltado la Comisión. Tras examinar cada uno de los planes, el ejecutivo comunitario ha formulado a cada uno de los países una batería de recomendaciones, en las que pide más concreción en las medidas o fijar metas más ambiciosas. Los países tienen ahora hasta diciembre para realizar los cambios pertinentes en sus borradores. "Los planes finales deben reflejar un nivel de ambición aún mayor para que la Unión Europea encauce adecuadamente la lucha contra el cambio climático y la modernización de nuestra economía", advirtió el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Ángel Arias Cañete.
Por ejemplo, en renovables el objetivo aprobado ya para el conjunto de la UE para 2030 es llegar, al menos, al 32% de cuota de energías limpias en el consumo final. Pero la suma de todos los planes se queda entre el 30,4% y el 31,9%. Por ello, Bruselas ha hecho un llamamiento a varios Estados a incrementar sus metas de renovables para romper esa brecha.
En el informe la Comisión recuerda que la implantación de renovables es positiva no solo para la lucha contra el calentamiento y la contaminación, sino también para reducir la dependencia energética de la UE. Arias Cañete se mostró convencido de que con las recomendaciones se podrá alcanzar la meta fijada para renovables.
Más preocupado se mostró con el objetivo de eficiencia energética, de al menos un 32% para 2030. Ahí los planes se quedan en el mejor de los casos a al menos dos puntos de ese objetivo y, en el peor de sus casos, a seis. En este caso, todos los países deben revisar al alza sus planes, según la Comisión. "Hay margen para la mejora", recordó el comisario, quien pese a todo quiso recordar que esa evaluación permite que la UE pueda avanzar hacia los objetivos marcados con un sistema "completamente integrado". Según la evaluación de Bruselas, solo tres países cumplen de forma "suficiente" con todos los objetivos fijados en consumo de energía: España, Italia y Luxemburgo.
España está en el grupo de los más cumplidores, por lo completo de su programa y por la ambición de las metas planteadas. Quizás el ejemplo más esclarecedor sea el de la cuota de renovables. A España, según el reparto teórico de esfuerzos realizado por Bruselas, le correspondería llegar en 2030 a un 32% de renovables; pero el compromiso del Gobierno actual es un 40%. Bruselas destaca también a Dinamarca, Estonia, Lituania y Portugal.
España fue el último de los socios europeos en presentar este plan de energía y clima, pero un análisis de la organización European Climate Foundation ya lo calificaba como el mejor de los 28. Aquel informe también advertía de que los 28 se estaban quedando cortos, como ahora ratifica la Comisión.
El Ejecutivo comunitario, sin embargo, cree que es el momento de poner luces largas y mirar hacia 2050 como fecha para la descarbonización total de la economía europea. Por ello, Arias Cañete reclamó que "tras los últimos cambios de Alemania" (la canciller Angela Merkel se mostró abierta a la consecución de ese objetivo), varios países "presionen" en el Consejo Europeo de este jueves hacia esa dirección. El primer borrador de conclusiones de esa reunión, que puede estar aún sujeto a múltiples cambio, apunta que la UE debe fijar a principios de 2020 una estrategia sobre la que pueda llevarse a cabo una "transición justa" hacia esa neutralidad climática, aunque de momento los países miembros evitan poner fecha a ese horizonte.
El informe de la Comisión Europea resalta que ocho países han presentado calendarios concretos para cerrar sus plantas eléctricas que queman carbón. “Francia tiene intención de hacerlo en 2022. Italia e Irlanda en 2025. Dinamarca, España, Holanda, Portugal y Finlandia en 2030”, resalta el análisis.
El informe también menciona que Alemania ha comunicado su intención de ponerle fecha al fin del carbón para generar electricidad. Pero el Gobierno alemán maneja el 2038 como fecha para ese final.
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