Las tareas lógicas se hacen con el hemisferio izquierdo y otros tres mitos sobre el cerebro
Image: REUTERS/Valentin Flauraud
El libro 'Mitos y verdades del cerebro', de Francisco Mora, repasa la rumorología que hay en torno a este órgano.
Desde BuenaVida y con ayuda de expertos, hemos repasado distintos rumores sobre nutrición y también otros sobre salud. Ahora, con ayuda del libro Mitos y verdades del cerebro (Paidós), escrito por Francisco Mora, doctor en Medicina por la Universidad de Granada y doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford, toca desmontar aquellos relacionados con el funcionamiento de nuestro cerebro. Estos son los más difundidos.
La telepatía, una habilidad que se suele atribuir a los hermanos gemelos por considerarse que tienen una conexión muy grande al haber compartido nueve meses en útero, está definida por el Diccionario de la Real Academia Española como "la coincidencia de pensamientos o sensaciones entre personas distantes entre sí, sin el concurso de los sentidos, y que induce a pensar en la existencia de una comunicación de índole desconocida". Y en su segunda acepción: "La transmisión de contenidos psíquicos entre personas, sin intervención de agentes físicos conocidos". Es decir, poder comunicarse sin hablar, ni usar señas, ni gestos como lo hace el profesor Charles Xavier en X-Men.
Sin embargo, esta capacidad no parece ir más allá de los cómics y las películas de mutantes y superhéroes. Según explica Mora en su libro, "en el momento actual, y mediante el uso de técnicas modernas como las de registro de actividad cerebral con imágenes obtenidas por resonancia magnética nuclear, parece demostrarse, casi definitivamente, que la telepatía no existe".
"Un estudio realizado en el año 2005 en Estados Unicos mostró que en una población general de personas adultas, el 41% de ellas cree en la percepción extrasensorial", indica Mora. Es decir, más de un tercio de los entrevistados cree que el cerebro humano es capaz de leer la mente de otras personas (telepatía), ver aquello que está oculto (clarividencia), adivinar eventos que todavía no han ocurrido (precognición) y mover objetos sin tocarlos (telequinesia). Y no es la única investigación en esta línea. Mora cita otras encuestas con porcentajes sorprendentemente altos de personas que creen en este tipo de poderes.
"Digámoslo ya desde el principio y abiertamente", dice el doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford: "Tales capacidades no existen. Son, simplemente, un mito, una falsa verdad". El experto explica en su libro que provienen del pensamiento mágico, el miedo y el engaño, pero "no existe ningún estudio bien documentado y fundamentado en investigaciones sólidas, utilizando el método científico, que avale estos poderes mentales en el ser humano".
Que la parte derecha de nuestro cerebro es la creativa y artística, y la izquierda, la lógica es una de las divisiones que se suelen hacer de este órgano, pero no la única. Incluso se le atribuyen géneros a los hemisferios basándose en estas características: el lado derecho es el femenino, mientras que el izquierdo, el masculino. Y se suele pensar que funcionan como entes separados. Pero, ¿tiene base científica esta separación tan difundida?
"El cerebro está dividido en dos partes o mitades, que son los hemisferios, uno derecho y otro izquierdo", relata Francisco Mora en su libro. Sin embargo, no actúan por separado, sino al contrario: "Ambos se encuentran conectados, física y funcionalmente, a través de una banda de fibras nerviosas, que se conoce con el nombre de cuerpo calloso", continúa. Así que el cerebro funciona "como un todo, debido a la constante transferencia de información de un hemisferio al otro".
Aunque el experto reconoce que hay predominancia en las tareas atribuidas a cada una de las partes del cerebro, insiste en que funcionan de forma conjunta. El mito proviene probablemente de las investigaciones Roger Sperry, premio Nobel de Medicina, que para estudiar la función de cada uno de los hemisferios "seccionó el cuerpo calloso, produciendo con ello la correspondiente desconexión entre ambos", explica el neurocientífico.
"La levitación, levantar el cuerpo del suelo, sin ayuda de ningún aparato o truco, es un mito", sentencia Mora. El experto cita en su libro ejemplos de personas que, por distintas experiencias como enfermedades o fuertes emociones, o bajo la influencia de drogas, han sentido como si flotasen o saliesen de su propio cuerpo. Sin embargo, insiste en que no existen evidencias científicas, ni observaciones ni experimentos de que esto realmente suceda.
Esta sensación parece estar producida por la estimulación eléctrica de ciertas partes del cerebro, como en "el área situada en la conjunción del lóbulo parietal, en su parte más inferior, con la parte más posterior del giro temporal superior", indica Mora. Así lo han comprobado estudios, como los realizados por Wilder Penfield, neurocirujano, que pudo observarlo en pacientes despiertos durante operaciones quirúrgicas. Posteriormente, se ha comprobado en pruebas realizadas sobre personas normales y despiertas, que tras recibir el estímulo en la corteza cerebral han asegurado sentir como sus cuerpos salían de sí mismos.
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