Así se transforma ‘The Wall Street Journal’
Image: REUTERS/Denis Balibouse
The Wall Street Journal (WSJ) presume de ser el diario en el que más confían los lectores [según el informe Digital News Report 2018 del Instituto Reuters], además del diario de mayor circulación en EE UU. Pero eso no es suficiente hoy en día para una industria tan tocada, que no hundida, como la de los medios de comunicación. Más allá de la mera transformación digital, WSJ investiga cómo innovar, cómo transformar sus propios procesos y cómo aprovechar la tecnología para todo ello. Con este propósito ficharon el pasado 2017 como director de I+D a Francesco Marconi, que ha recibido a EL PAÍS RETINA en la sede del diario en Nueva York.
Marconi es periodista pero lleva años lidiando con la tecnología. Antes de incorporarse a WSJ, dirigió la estrategia y los esfuerzos de automatización e integración de la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada o los drones en la agencia Associated Press. Marconi es también investigador afiliado al MIT Media Lab y Tow Fellow de la Universidad de Columbia. Está a punto de publicar su segundo libro, Newsmakers: una guía práctica sobre el futuro del periodismo para ayudar a cualquier redacción en la transición del antiguo al nuevo modelo.
¿Y en qué consiste ese modelo? “Años atrás, los procesos en los medios de comunicación solían ser muy lineales. Ahora son muy dinámicos: todas las piezas interactúan entre sí”. En el libro, Marconi se centra en las tecnologías que están habilitando el cambio (sobre todo la inteligencia artificial). Entre sus aplicaciones, Marconi destaca dos, que son su principal foco de trabajo en el WSJ. Por una parte, ahorrar tiempo a los periodistas. Simplificar procesos y hacerlos más eficientes, eliminando tareas repetitivas. “La creatividad periodística no debe desperdiciarse en ellas, sino en contar historias, entrevistar a las fuentes, ir a conferencias y aprender cosas nuevas”, señala Marconi.
Entre las tareas que pueden automatizarse, destaca la transcripción y la conversión automática a texto de tipos muy formales de informes que siguen una misma estructura, como reportes financieros o deportivos. Algo que ya están haciendo en el WSJ. “Los resúmenes de un partido son siempre iguales: estadísticas del juego en forma narrativa. No necesitas un humano para hacerlo”, señala.
Los resúmenes de un partido son siempre iguales, no necesitas a un humano para hacerlos”.
El otro gran propósito de Marconi es usar la tecnología para encontrar cosas que no son visibles al ojo humano, como por ejemplo información de valor entre millones de datos. Usar el aprendizaje automático para hallar patrones, o una estadística específica de un jugador determinado o de una compañía determinada. Tareas que requerirían incontables horas de investigación y que ahora se pueden hacer mucho más rápido.
El trabajo de Marconi y su equipo se dirige a encontrar nuevas formas de contar historias. Y en eso la clave, dice, es la replicabilidad. Hay reportajes multimedia que integran vídeo, audio, imagen y texto y son magníficos, pero no son escalables. “Hay que proporcionar una vía para que pueda hacerlo cualquier persona en el mundo, incluidos los periódicos más modestos, los estudiantes y cualquier periodista. Ese es el impacto real”, asegura.
Marconi destaca que es importante pensar en esto para incorporar una mentalidad de producto al trabajo narrativo. “No se trata necesariamente de la historia en sí, sino del proceso para llegar a ella. Normalmente se pone demasiado foco en la presentación visual pero las historias son mucho más que eso. Hay muchos pasos que van desde la recolección de noticias hasta su empaquetado y distribución”, sostiene.
“La disrupción sucede cuando la persona más reticente a adoptar algo lo adopta”, dice Marconi. ¿Qué predisposición tiene la redacción del WSJ a innovar y a cambiar sus procesos? “El mayor desafío es el cambio cultural: crear un entorno en el que las personas se sientan cómodas con el cambio”. Marconi reconoce que esto no es nada fácil, y cree que no debe forzarse. “Que el CEO diga un día que todo el mundo debe abrazar el cambio no garantiza que se haga, hay que buscar formas orgánicas de lograrlo”.
Por eso, en WSJ realizan frecuentemente hackatones: maratones de trabajo sin descanso en torno a un reto en específico, donde se juntan periodistas, gestores de producto y de marketing y tecnólogos. También organizan talleres para encontrar soluciones para diferentes retos: cómo conectar con su audiencia, cómo explorar nuevas fronteras narrativas, etc. En definitiva: crear un ambiente e infraestructura que permita a las personas escapar de sus tareas cotidianas -de la vorágine del trabajo y las noticias en tiempo real- y pensar en términos más amplios, estratégicos y de futuro. Y, a partir de ahí, que encuentren formas prácticas para aplicarlo.
El primer paso, afirma Marconi, es identificar a aquellos agentes del cambio más flexibles y abiertos a los nuevos conceptos. Y luego utilizarlos como casos de éxito para hacerlo muy tangible de cara al resto. “Si puedo mostrar un proyecto, los resultados y el proceso que hizo que funcionase, será más fácil de asimilar, de integrar y de confiar en ello”. Marconi destaca la importancia de involucrar a todos en el proceso, que sean y se sientan parte de ello.
El modelo de negocio de los medios está en cuestión, y es otro de los objetos de cambio, de la transición del antiguo al nuevo modelo de periodismo. Marconi tiene claro que este debe enfocarse en algo más que en vender noticias. “En nuestro caso, hemos pasado de ser una compañía de suscripción a una de membresía. No se trata de ver a la audiencia como lectores que pagan sino como parte de la comunidad, con acceso a eventos y a otros formatos diferentes que se relacionan con el contenido sin limitarse exclusivamente a él”, explica.
El periodista da algunos ejemplos concretos de lo que están haciendo otros medios. “BuzzFeed tiene un equipo de comercio electrónico con más de 10 personas que se dedican a escribir descripciones de producto, The New York Times lanzó una web de análisis y reseñas de productos tecnológicos y The Washington Post está licenciando a terceros parte de la tecnología que está desarrollando”.
Marconi sostiene, de hecho, que los periodistas de hoy son, o deberían ser, tecnólogos. “La noción de que un periodista es solo un periodista ya no es válida. Ahora es un oficial de información, alguien que maneja diferentes flujos de información en diferentes plataformas, que usa nuevas herramientas con nuevos fines y que encuentra formas de unir narrativa y tecnología”. En su equipo de I+D, integrado en la redacción del diario, hay diferentes perfiles. Entre ellos, varios científicos. Pero todos tienen, dice Marconi, algo en común: su pasión por el periodismo.
Por eso, el director de I+D del WSJ destaca que, por muchos cambios que experimenten los medios en su transformación, siempre hay algo que permanece: los estándares periodísticos. “La forma de abordar una historia, la ética, cómo tratar a las fuentes… Eso es el núcleo, la esencia del periodismo”, asegura. Por eso, no parecen preocuparle las fake news. “La razón de que WSJ sea el diario más confiable es que basamos los artículos en datos y en hechos. Es parte de nuestro ADN como medio que nació como publicación financiera. Todas nuestras historias tienen un ángulo analítico, un marco de referencia que facilita una visión objetiva del mundo”, concluye.
Además de usar nuevas tecnologías para optimizar procesos, en el WSJ han desarrollado algunas aplicaciones y herramientas basadas en tecnologías como la inteligencia artificial o la realidad aumentada para facilitar la comprensión de ciertos aspectos o informaciones, para sumergir al lector en las historias o para proporcionarle una experiencia de primera mano que le permita explorar el contenido por sí mismo.
WSJ AR permite escanear objetos para entender sus componentes y proporcionar información en tiempo real. La app permite al usuario proyectar en cualquier superficie (en una mesa, en el suelo...) una vista holográfica en 3D del mercado bursátil en EE UU. O pueden también embarcarse en un viaje al espacio con la sonda Cassini.
Por el lado de la IA, hay varios proyectos que permiten a los lectores interactuar con ella para poder entenderla. “Una cosa es explicar la tecnología y otra muy distinta es mostrarte cómo funciona”, asegura Marconi. Para hacerlo, han desarrollado una herramienta de vídeo que permite a la audiencia experimentar con los algoritmos para averiguar lo que tu escritura dice de ti o cómo funciona el software de reconocimiento facial.
Los bots tampoco escapan al WSJ. Se pueden usar, por ejemplo, a través de Facebook Messenger y de Amazon Echo, para obtener los titulares más relevantes en los temas de interés, resúmenes diarios, etc.. “Es simplemente un canal más para atraer tráfico a la web”, dice Marconi.
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