¿Es este el secreto para la felicidad y el compromiso de los empleados?

Dedicamos mucho tiempo a pensar en nuestras finanzas personales. Es
algo que nos distrae y nos estresa. Buena parte del tiempo que
dedicamos a preocuparnos sobre nuestras finanzas ocurre durante el
horario de trabajo. En efecto, esto puede representar hasta 13 horas por
mes para el empleado promedio, de acuerdo con el estudio Inside
Employees’ Minds de Mercer.

La responsabilidad cada vez mayor que los individuos tienen de administrar sus ahorros a corto y largo plazo (incluidos los fondos para la jubilación) no hace más que empeorar el problema. Esta carga adicional hace que los empleados se sientan menos decididos a tomar acciones financieras.

Por otra parte, los líderes empresariales dicen que atraer, gestionar y retener empleados capacitados es su principal desafío comercial para los próximos cinco años.

En su último estudio, Mercer investigó las creencias, percepciones y conductas de los empleadores y empleados en lo referente a la seguridad financiera en términos de economía, salud y desarrollo profesional. El estudio encuestó a 7000 individuos y a 600 personas responsables de la toma de decisiones en los sectores privado y público de 11 países desarrollados y en vías de desarrollo.

El estudio reveló que contar con mejores beneficios, planes de ahorro más accesibles y orientación y tecnología adaptados a sus necesidades individuales tendría un impacto muy positivo sobre los empleados. Concretamente, 86 % de los empleados indicaron que se sentirían más satisfechos y más comprometidos con su trabajo si tuvieran mejores beneficios o acceso a planes de ahorro. Esto implica una mejora considerable en el compromiso del empleado.

El estudio reveló que los empleados confían mucho en los consejos de sus empleadores. En efecto, casi 80 % de ellos dijeron que confían en sus empleadores a la hora de pedir consejos financieros. También buscan información y tecnología segura y fácil de usar para ayudarlos a gestionar sus finanzas personales. Las personas mayores buscan herramientas en línea tanto como los más jóvenes: 90 % de los adultos menores de 35 y 85 % de todos los adultos indicaron que quieren ayuda digital.

Creemos que esto brinda a los empleadores de todo el mundo una oportunidad única para corresponder esta confianza y ayudar a los individuos a alcanzar sus metas de ahorro a corto y largo plazo. A cambio, no solo lograrán que los empleados se sientan más comprometidos y sean más productivos, sino que también ayudarán a las generaciones futuras.

Contar con comunicación y soluciones personalizadas también es muy importante, dado que nuestras necesidades financieras varían considerablemente en función de la edad, el género o el nivel de desarrollo profesional. Por ejemplo, los miembros de la generación Y, que es el mayor segmento de la fuerza laboral a nivel mundial, cambian de trabajo más a menudo que ningún otro grupo etario. Los empleadores deben buscar soluciones que aborden las necesidades específicas de estos jóvenes, tales como planes de ahorro transferibles, asesoramiento financiero, planes de pago de préstamos estudiantiles y herramientas de planificación. Si lo hacen, los empleados de esta generación se sentirán más comprometidos con sus trabajos y tendrán mayores probabilidades de permanecer en la organización.

En el otro extremo del espectro, los trabajadores más viejos tienen sus propias necesidades, que tienden a centrarse en la longevidad y en el trabajo a mayor edad. Por ejemplo, la edad de jubilación promedio de los hombres en los estados miembro de la OCDE ha aumentado continuamente durante los últimos 15 años. Ahora es de 65,8 años, mientras que hace dos años era de 64,3.

El envejecimiento de la fuerza laboral perturbará el statu quo de lo que tradicionalmente significa jubilarse cerca de los 65. Los empleadores ya se enfrentan a este desafío. Resolverlo exigirá el uso de soluciones de trabajo más flexibles e innovadoras, como ofrecer opciones de tiempo parcial a quienes se acercan a la jubilación, ofrecer programas de educación a lo largo de la vida, implementar iniciativas de salud para que los empleados puedan trabajar el tiempo necesario y brindar orientación sobre las opciones disponibles para acogerse a los beneficios de la seguridad social.

Las mujeres también se enfrentan a una brecha en los salarios y la continuidad laboral, dado que, en promedio, ganan menos y tienen mayores períodos de desempleo. A causa de ello, sus saldos jubilatorios suelen ser entre 30 y 40 % menores a los de los hombres. Para complicar el problema, las mujeres viven, en promedio, más que los hombres, por lo que sus ahorros deben alcanzarles para más tiempo. Para asegurarse de que sus empleadas se sientan equipadas, comprometidas y económicamente protegidas, las organizaciones deben analizar los mensajes y las soluciones de inversión que ofrecen a las mujeres.

El estrés, el acceso a herramientas y soluciones adecuadas, el costo y la confianza son algunos de los factores que afectan la capacidad de un individuo de ahorrar e invertir. La edad, el género y el desarrollo profesional de una persona también marcan una diferencia. Los empleadores que priorizan la seguridad financiera y las metas económicas de sus empleados se convierten en el consejero de confianza que todo empleado busca.

Las personas quieren y necesitan herramientas de ahorro inteligentes y orientación sobre cómo usarlas. También confían en sus empleadores, lo que significa que las organizaciones tienen una oportunidad única para transformar la seguridad financiera de sus empleados y, al hacerlo, mejorar su compromiso. Además, si muestran cuánta importancia dan al bienestar a largo plazo de sus empleados, las organizaciones también tendrán más facilidad para abordar su mayor desafío: atraer y retener a los recursos humanos más talentosos.