Entrena tu atención y no desperdicies el 40% de tu tiempo productivo

Entrepreneurs work at their computer laptops at the so-called "incubator" of French high-tech start-ups "Numa" in Paris, France, in this March 11, 2016 file photo.   REUTERS/Charles Platiau/Files - RTX29XRP

Image: REUTERS/Charles Platiau/Files - RTX29XRP

Javier García

Seguimos profundizando en el fascinante mundo de la «atención plena» y del MindFulness. Esta vez de la mano de Enrique Escauriaza y Celia Pipó. Ambos acaban de publicar Un Segundo de Ventaja. Un texto que no deja de hacerte pensar. La potencia de esta técnica de meditación y de concentración milenaria aplicada a nosotros mismos es realmente importante. Y no sólo porque quien esto escribe lleva varios años ya practicándolo sino porque es una especie de Aspirina para el espíritu. La clave que analizan estos autores es muy importante: cómo lograr equipos de alto impacto y empresas más productivas bajo el paragüas del Mindfulness. Esta entrevista es un gran aperitivo para descubrir las tripas de este magnífico libro.

Estamos ante dos autores que tienen un peso muy relevante en este campo. Enrique es Senior Trainer de Potential Project en España además de coach ejecutivo y experto en liderazgo y mindfulness. Licenciado en Derecho y MBA por IESE. Tras una carrera profesional como directivo, desde 2010 se dedica al coaching ejecutivo y a la enseñanza del mindfulness en entornos empresariales. Por su parte, Celia Pipó también es Senior Trainer & Consultant en Potential Project en España, con casi 20 años de carrera en Microsoft dirigiendo proyectos de impacto internacional. Desde el 2009 incorpora el mindfulness en su vida profesional como herramienta de liderazgo, comunicación y gestión de equipos, socios tecnológicos y clientes empresariales.
Hemos podido mantener una entrevista con los dos a la vez y el resultado no tiene desperdicio.

Hemos podido mantener una entrevista con los dos a la vez y el resultado no tiene desperdicio.

Celia, Enrique ¿cómo definiríamos el Mindfulness de forma precisa?

En Potential Project decimos que el Mindfulness es la capacidad de gestionar tu atención, no sólo en sentido de saber estar centrado en algo, sino también siendo conscientes del entorno.

Por poner un ejemplo de trabajo. Seriamos Mindful si estamos en una reunión y somos capaces de prestar atención a la persona que habla, silenciando los pensamientos internos y la inercia a interrumpir, pero a la vez entendiendo lo que ocurre en la sala.

Mindfulness parece asociado a la persona, al individuo. ¿Cómo se da el salto a una organización o a entornos más complejos?

El Mindfulness es sin duda muy útil para uno mismo y se ha usado mucho en contextos clínicos. Bien porque reduce de forma significativa el estrés o porque mejora el estado de ánimo, por poner dos ejemplos muy sencillos y extendidos. Sin embargo, cuando formamos equipos u organizaciones, el impacto se multiplica. Por un lado, cada individuo se beneficia con una habilidad que le puede ir bien en su vida personal y laboral, y a su vez, la organización formada adopta nuevas formas de trabajar más conscientes, más humanas y a su vez, más eficientes. Al ser varias las personas formadas en una misma organización, se refuerzan unos a otros.

Nos encanta el comentario de uno de nuestros primeros clientes, Thomas Berg de IF Insuraceque después de participar en uno de nuestros cursos decía: “Me uní al programa con la expectativa de volverme más centrado y productivo. Ha sucedido y me siento muy agradecido. Sin embargo, me di cuenta de otro cambio mucho mayor: mis empleados y yo cada vez somos mejores seres humanos.”

Cuando entrenas a toda una organización a ser más Mindful, es más fácil que todos vayan en el mismo sentido.

Para dar ese salto a organizaciones, lo que hacemos en Potential Project es, ante todo, escuchar y entender los aspectos que cada organización quiere reforzar o facilitar ayuda a sus equipos. Trabajamos muy estrechamente con ellos para ofrecer técnicas de trabajo y estrategias mentales que les sean relevantes. En otras palabras, definimos juntos la estrategia. Tratamos temas como la comunicación, los emails, las reuniones, la gestión del cambio, la creatividad, la reducción de errores, etc. Y también estrategias mentales como la presencia, la paciencia, el equilibrio, etc. En esencia, técnicas del día a día en el trabajo, pero bajo un punto de vista más atento o mindful.

Si tuvierais que decir las cosas que serían una bomba de destrucción masiva de nuestra concentración y consciencia en el trabajo, ¿Cuáles serían?

Hay al menos 4 cosas en la que coinciden todas las organizaciones con las que trabajamos y que impactan directamente nuestra capacidad de prestar atención: 1) La presión, 2) la conexión permanente, 3) la sobrecarga de información y 4) que trabajamos en entornos que facilitan la distracción. Todos estos factores, no es que sean nuevos de ahora, pero si se han incrementado de manera exponencial en los últimos años y todos ellos afectan nuestra capacidad de prestar atención.

Yo vengo sosteniendo que una mente entrenada es cuatro veces más necesaria que un cuerpo bien entrenado. ¿Tenemos descuidado el cuidado de nuestra mente y salud mental?

Quizás no somos conscientes de lo importante es.

Hace unos 100 años mientras mudamos del trabajo industrial a trabajar en despachos, hubo un profesor de la Universidad de Harvard que presentó una teoría: si la gente estaba sentada en sus mesas tanto tiempo y no hacían ejercicio, quizás no era tan sano.

Lo interesante es que, en ese momento, el resto de la comunidad científica pensó que era una tontería. ¿Por qué necesita la gente hacer ejercicio? Hace 100 años la gente no entendía a importancia del movimiento y la del cuidarse el cuerpo porque ya lo hacían sin ser conscientes de ello. El trabajo era más manual y usábamos nuestro cuerpo para el trabajo. Sin embargo, ahora ya no usamos el cuerpo, ahora trabajamos con nuestra mente.

Si nos quisiéramos entrenar para correr una maratón, estaríamos un tiempo antes haciendo ejercicio físico y preparando el cuerpo para la carrera, ¿no? Del mismo modo es conveniente preparar la mente para ese otro tipo de maratón, el maratón laboral que hacemos todos los días.

Nos gusta la metáfora del instrumento en un concierto: La mente es como nuestro violín, antes de empezar el concierto, si no lo afinamos, nuestra pieza musical no sonará bien o no lo bien que podría sonar.

En el trabajo, nuestra mente es nuestro asset más útil, vale la pena entrenar y cuidar la mente para tenerla bien afinada y así usarla mejor.

Directivos muy atareados, hiperactivos y poco productivos, ¿es así la nueva realidad del management?

El psiquiatra estadounidense Dr. Edward Hallowell ha hecho una extensa investigación sobre la atención y escribió sobre los “peligros” de la vida de oficina moderna donde la gente se distrae continuamente. En su artículo de Harvard Business Review, “Overloaded Circuits: Why Smart People Underperform”, advierte que “la vida moderna de la oficina y una condición cada vez más común llamada ‘rasgo de déficit de atención’ están convirtiendo a ejecutivos eficientes en hiperactivos“.

Hay otros estudios que han observado la productividad en el entorno laboral. El FranklinCovey Research Institute, por ejemplo, publicó después de entrevistar a 360.000 personas de diferentes partes del mundo y diferentes industrias, que las personas invertían una media del 41% en prioridades bajas. Básicamente en actividades que no resultaban necesariamente productivas.

Harvard Business Review publicó también otro estudio “Beware of the busy manager” (cuidado con el jefe ocupado) en el que observaron a managers y medios mandos en Sony, Lufthansa y LG entre otras y midieron lo que obtenían del tiempo y esfuerzo que invertían y la conclusión a la que llegaron fue que invertimos mucho tiempo en actividades que nos mantienen muy ocupados, pero son actividades que “nos aportan poco resultado”. Mucha actividad, pero poca productividad.

Es cierto que el entorno no ayuda a que seamos productivos, pero la atención es fácilmente entrenable, y aun viviendo en un entorno complejo como el actual, se puede mejorar la atención y todo lo que eso conlleva, la productividad, el bienestar, la creatividad, la reducción de estrés, etc.

Parece que con tanto Fast lo revolucionario va ser volver al Slow, ¿no?

Uno de los animales más rápidos es el guepardo y si observamos cómo “trabaja” veremos que está muy quieto, relajado, observando y cuando decide cuál es su presa lo da todo. El ritmo laboral adecuado no es el habitual maratón diario que nos deja agotados sino una serie de springs con espacios intermedios de recuperación.

En el libro prestáis mucha atención a las prioridades, a planificar bien y a fijarse objetivos. Parece que esto lo sabemos todos, pero ¿En qué solemos fallar o autoengañarnos cuando fijamos prioridades y objetivos?

Un problema común que nos dificulta con las prioridades es lo que llamamos la “adicción a la acción”. Nos han educado y estamos acostumbrados a una cultura del “hacer”. Parece que cuantas más cosas hagamos, mejor y cada vez que hacemos algo nos sentimos bien, así que nos podemos pasar un buen rato del día haciendo cosas porque eso nos hace sentir bien o útiles, pero no nos hace necesariamente productivos.

También nos pasa que fijamos los objetivos en nuestra parte consciente del cerebro y no nos damos cuenta de toda la inercia que tiene el sub-consciente. Si planteamos los objetivos de manera específica y positivamente es más fácil que las inercias del sub-consciente se pongan del lado del objetivo que nos hemos marcado en nuestra parte consciente.

El mindfulness nos ayuda a reducir esa adicción a la acción y centrarnos en nuestras prioridades y también nos ayuda a conectar consciente y sub-consciente para conseguir mejor nuestros objetivos.

Tanto con las prioridades como con los objetivos, cuanto más Mindful somos, mejor sabemos fijar nuestros objetivos o gestionar nuestras prioridades porque somos más capaces de no hacer caso a las distracciones.

Aquí es donde el entrenamiento en mindfulness se vuelve tan útil. El objetivo esencial del mindfulness es aumentar la conciencia de nuestra mente dispersa y desarrollar la aptitud mental para mantenernos centrados en un objeto de nuestra elección. En el trabajo donde tenemos tantas distracciones y con la tendencia que tiene la mente a divagar, entrenar esta capacidad mental nos puede resultar de mucha ayuda.

Me parece realmente útil y muy bien transmitido el capítulo en el que habláis de la energía mental. Parece que actuamos como si nuestra energía fuera ilimitada. Por eso me gustaría reflexionar con vosotros algunas cuestiones:

1.- ¿En qué tenemos que fijarnos para saber cuál es el grado de nuestra energía mental en un momento determinado?

Podemos hablar de 4 energías: mental, espiritual, física y emocional, todas ellas muy relacionadas. La mental es la energía atencional, muy fácil de ver el nivel que tenemos si nos fijamos en nuestra capacidad de atención. Si nos cuesta estar atentos en una reunión, esquivamos las tareas que requieren concentración y nos distraemos con cualquier cosa, nuestra energía mental esta baja.

2.- Cuando decidimos o actuamos, ¿debemos priorizar o ser conscientes previamente la energía que puede consumir cada acción?

Una buena estrategia es priorizar lo que da pereza y suele quedarse sin hacer o se hace a última hora. Este tipo de tareas son las que nos requieres más energía mental.

3.- Parece que la energía es algo que recuperamos sólo de vez en cuando y de vacaciones, ¿hay algo que podamos hacer para recuperar la energía en nuestro día a día?

Incluir la recuperación como parte del trabajo, igual que un deportista de elite considera que el estiramiento, el descanso, el masaje son parte clave de su entrenamiento diario. El trabajador debe incluir pausas “mentales”.

¿Qué es la consciencia abierta?

La capacidad de estar presente en cualquier cosa que estés haciendo.

¿Cuáles son las 3 grandes aportaciones que la ciencia ha hecho al campo del Mindfulness?

Demostrar que la atención es entrenable, que este entrenamiento, el mindfulness, provoca cambios no solo funcionales sino estructurales en el cerebro, y que no hay límite de edad para mejorar nuestra atención.

Y, ¿dónde están los retos científicos en este campo para los próximos años?

Ahora mismo está en demostrar la relación causal entre el entrenamiento de mindfulness y la regulación de Sistema prefrontal del cerebro (PFC) y creo que en los próximos años veremos avances en la relación entre la compasión, como técnica de mindfulness, y la regulación del sistema límbico.

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