¿Puede España continuar su recuperación económica?
No hace mucho, a España se le consideraba uno de los eslabones más débiles de Europa. Las últimas estadísticas, dadas a conocer la semana pasada, muestran que ahora es uno de sus eslabones más fuertes. Su economía está creciendo al ritmo más rápido de lo que ha crecido desde 2007, y tres veces más rápido que la economía del Reino Unido.
¿Puede España seguir con su recuperación económica? Un motivo para creer que sí es la fuerza de su atractivo para los turistas internacionales: España se encuentra en el 1er lugar de 141 países evaluados en el Índice sobre la Competitividad de Viaje y Turismo publicado recientemente por el Foro Económico Mundial. La capacidad del sector de viajes y turismo para impulsar el crecimiento económico no debe subestimarse, ya que ese sector es responsable de uno de cada once trabajos en el mundo y de una proporción similar del PIB mundial.
Por supuesto, algunos de los países están mejor dotados de atracciones naturales y culturales que otros, lo cual hace que la gente quiera visitarlos. Y con su larga historia y famosas playas, España tiene más ventajas que la mayoría de países. Pero el desempeño en el índice también tiene que ver con la manera en la que un país aprovecha sus atracciones. Ubicada en el primer lugar de los ranking por vez primera y recibiendo a más de 60 millones de visitantes que hacen de ella el tercer país más visitado del mundo, ¿qué es lo que España está haciendo bien?
Parte de la historia es simplemente estar ubicada en Europa, la región turística líder del mundo, la cual ostenta seis de los diez primeros países del mundo en el índice. En general, Europa aparece en las primeras posiciones de los pilares en los que el índice se basa, los cuales incluyen la protección y la seguridad, la salud y la higiene, la apertura internacional y el espacio de Schengen, el cual, más que muchas otras regiones, hace más fácil para los visitantes internacionales planificar itinerarios que incluyan países múltiples.
España aparece en una posición particularmente fuerte en cuanto a la infraestructura turística, una medición que incluye cuartos de hotel, autos de alquiler y cajeros automáticos. También está bien posicionada en términos de cómo el gobierno prioriza la industria, según se determina por medio de parámetros como el gasto gubernamental, la eficacia de las campañas de mercadotecnia y la promoción de la marca del país.
Desarrollar el sector de viajes y turismo es una tarea compleja, y requiere un liderazgo político de alto nivel en estrecha colaboración con el sector privado. Italia es un ejemplo de un país que está tan bien dotado como España en términos de la riqueza de su historia y su belleza natural, pero que ha exhibido una estrategia menos metódica para sacarle partido a sus puntos fuertes; por consiguiente, aparece en la octava posición del listado general.
No obstante, no hay espacio para la autocomplacencia en España. Como la mayoría de países en el sur de Europa, aparece en una posición relativamente baja en rubros relacionados con el medio de los negocios, y sus principales problemas son una burocracia excesiva en cuanto a la expedición de permisos de construcción, así como ineficacias en su marco legal. España también podría mejorar más su desempeño en el índice al atender las rigideces de su mercado laboral. Así como en muchas otras áreas, las reformas que pueden elevar su competitividad en viajes y turismo podrían también sentirse de manera más amplia en el resto de la economía.
Un mensaje general que surge del índice de este año es que la competitividad depende de comprender y satisfacer las demandas de las poblaciones que están creciendo en importancia como viajeros. Esto incluye a las nuevas clases medias de los mercados emergentes, donde las encuestas demuestran que las vacaciones familiares son la segunda prioridad más grande seguida de la compra de un auto. Las estadísticas demuestran que España tiene un buen desempeño en esta área, con un aumento de visitantes de China, Brasil y México.
Conforme la generación de los “baby boomers” envejece, sus demandas como viajeros evolucionan. Mientras tanto, una joven generación de viajeros mileniales recurren cada vez más a Internet para buscar, planificar y reservar sus viajes y compartir sus experiencias mientras vacacionan. España aparece en una buena posición en el rubro de búsquedas en línea de sus restaurantes, vida nocturna y otras atracciones.
En términos más generales, España se está dando cuenta de la creciente necesidad de crear razones de nicho para viajar en un mundo donde los potenciales turistas cada vez tienen más opciones y capacidad de encontrar información en línea. El ministerio de turismo de Andalucía, por ejemplo, ha notado un aumento en la popularidad de festividades relacionadas a actividades como la observación de aves y la búsqueda de champiñones.
El turismo ha ayudado a sostener la economía de España en tiempos difíciles, y España le ofrece lecciones a otros países sobre cómo atraer a viajeros internacionales para que puedan impulsar una economía nacional.
Lea el Informe Travel & Tourism Competitiveness Report 2015.
Autor: Roberto Crotti es economista cuantitativo de la Red de Benchmarking y Competitividad Global en el Foro Económico Mundial.
Imagen: REUTERS/Albert Gea
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