¿Qué es el enfriamiento sostenible y cómo puede ayudar a enfrentar la crisis climática?

Olas de calor, inundaciones, incendios forestales y otros fenómenos meteorológicos extremos: los signos de la crisis climática nos rodean. Pero el enfriamiento sostenible puede ayudar a combatir el calor y reducir las emisiones.

Repensar cómo nos mantenemos frescos podría contribuir a enfrentar la actual paradoja de la refrigeración, en la que las olas de calor y las temperaturas extremas provocadas por la crisis climática hacen que la gente en muchas partes del mundo se apresure a encender sus aparatos de aire acondicionado, que liberan gases que contribuyen aún más al cambio climático.

Como su nombre indica, el enfriamiento sostenible es más respetuoso con el clima que la refrigeración tradicional. Su objetivo es mejorar la eficiencia de las soluciones de refrigeración junto con medidas que reduzcan la temperatura ambiente en edificios y entornos urbanos.

Los aparatos de aire acondicionado y refrigerantes tradicionales contienen gases fluorados que pueden fugarse, agotando la capa de ozono del planeta y dañando el medio ambiente.

El enfriamiento sostenible reemplaza estos gases con alternativas respetuosas con el clima, que, cuando se combinan con medidas mejoradas de eficiencia energética, reducen tanto las emisiones directas, derivadas de las fugas de refrigerante, como las indirectas, provenientes de la energía utilizada para alimentar la unidad de refrigeración.

Según la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas, 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, por un margen considerable.

Por eso no sorprende que el cambio climático y el colapso de la naturaleza dominen las cinco principales amenazas a largo plazo identificadas en el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial.

A medida que la atmósfera de nuestro planeta se calienta, las olas de calor, las temperaturas elevadas, las sequías y otros fenómenos climáticos extremos se vuelven cada vez más frecuentes e intensos.

El calentamiento global ha hecho que las olas de calor simultáneas en el hemisferio norte fueran seis veces más probables en los últimos 40 años, según una investigación publicada en el Journal of the American Meteorological Society.

Además, el enfriamiento es fundamental para la comodidad, la productividad y la salud. Se lo necesita en la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria y los hospitales y centros de salud necesitan refrigeración para transportar vacunas y otros productos médicos.

He aquí tres formas de lograr un enfriamiento sostenible.

Replantear el diseño de los edificios y de las ciudades puede desempeñar un papel importante en el enfriamiento sostenible.

El enfriamiento ambiental aplica medidas para ayudar a la naturaleza a reducir la intensidad del sol, como cubrir los techos de los edificios, los balcones y otras áreas con plantas y vegetación para absorber el calor, e instalar aislamiento y doble acristalamiento para bloquear el calor del sol.

En las áreas urbanas, agregar espacios verdes, instalar cubiertas de sombra y planificar calles urbanas amplias y edificios bajos para aumentar el flujo de viento son algunas de las muchas medidas que ayudan a reducir el aumento de calor.

Algunas innovaciones sostenibles, como explica la organización Sustainable Energy for All, no utilizan energía operativa ni refrigerantes. A veces se denominan soluciones basadas en la naturaleza o de enfriamiento pasivo.

Por ejemplo, WAVIN (MetroPolder), una empresa innovadora de la iniciativa Uplink del Foro Económico Mundial, construye tejados verdes que capturan y almacenan agua de lluvia, que se recicla para su uso en las ciudades. El agua de lluvia capturada se utiliza para todo, desde regar la vegetación del tejado hasta descargar los inodoros del edificio y enfriar el edificio durante el calor del verano.

La start-up de tecnología climática urbana BioShade reimagina cómo se ven y se sienten los paisajes urbanos, utilizando IA, IoT y tecnologías hidropónicas para generar sombra natural de forma autónoma. Los tejados, muros y espacios urbanos se convierten en organismos verdes vivos, que crean un microclima más fresco.

El enfriamiento sostenible también puede aprovechar un uso más eficiente de los refrigerantes. Estas tecnologías utilizan determinados tipos de refrigerantes (como los refrigerantes naturales de potencial de calentamiento global ultrabajo) y dependen de fuentes de energía limpias. Además, a menudo contienen características especiales que ayudan a maximizar el suministro de aire frío, para ahorrar energía.

Las nuevas tecnologías también desempeñan un papel importante, como la elastocalórica, descrita como "sistemas de calor que funcionan como músculos" en el informe Top 10 Emerging Technologies of 2024 del Foro. Las bombas de calor que utilizan materiales elastocalóricos como el níquel y el titanio -que emiten calor cuando se aplica tensión mecánica y se enfrían cuando se relaja la tensión- están demostrando ser más eficientes energéticamente que los sistemas tradicionales de calefacción y refrigeración.

Las tecnologías de enfriemiento, como la refrigeración y el aire acondicionado, podrían representar dos quintas partes de la demanda de electricidad del Sudeste Asiático en 2040, según un informe titulado Freezing in the tropics: Asean's air-con conundrum (Congelar en los trópicos: El dilema del aire acondicionado de la ASEAN). El rápido crecimiento de la producción económica, la riqueza y la densidad de población, así como la creciente migración a las ciudades, hacen que las economías emergentes de regiones como Asia dependan en gran medida de soluciones de refrigeración.

Impulsar el progreso en el enfriamiento sostenible requiere un marco de políticas que anime a las personas, las empresas y los gobiernos locales a adoptar soluciones verdes, como normas de construcción sostenibles e incentivos fiscales, subvenciones y subsidios para fomentar su adopción.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los responsables políticos pueden animar a las empresas a crear productos de refrigeración eficientes energéticamente e integrar el enfriamiento sostenible en sus compromisos climáticos, asegurando que se tenga en cuenta durante la planificación y el diseño de proyectos de energía, urbanos, de transporte, agrícolas y de servicios de salud.

En su nuevo informe, Cooler Finance, el PNUMA identifica numerosas oportunidades de inversión privada en todo el sector, incluyendo en la refrigeración y el transporte. "Las tecnologías de refrigeración sostenible son accesibles, asequibles y escalables y minimizan el impacto ambiental, con el objetivo de lograr un enfriamiento con emisiones cercanas a cero para 2050 a través del aumento del uso de estrategias pasivas para el enfriamiento, el aumento de los estándares de eficiencia energética y las normas para los equipos de refrigeración, y la aceleración de la eliminación gradual de los refrigerantes altamente contaminantes."

Actualmente, la refrigeración contribuye al 3,4% de las emisiones globales. Además, la Agencia Internacional de la Energía estima que el "enfriamiento respetuoso con el clima" podría evitar más de 460 000 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que equivale aproximadamente a ocho años de emisiones globales a los niveles de 2018.

Por supuesto, no existe una solución única para escalar el enfriamiento sostenible. Abordar este problema requerirá una combinación de estrategias y el empoderamiento de los líderes locales para trabajar con rapidez para crear soluciones duraderas que funcionen para su localidad.

Pero si bien estos pasos llevarán a los líderes de todos los ámbitos en la dirección correcta, se necesitan medidas urgentes para abordar las causas subyacentes del cambio climático y mantener las temperaturas globales dentro del objetivo climático del Acuerdo de París.