Cómo las ciudades pueden impulsar la transición hacia el vehículo eléctrico

El crecimiento de los vehículos eléctricos es imparable. Cambios importantes como la mejora de la autonomía de las baterías, catalizados por políticas gubernamentales de apoyo, han dado lugar a un auge de las ventas de VE en los últimos años. Si en 2015 solo representaban el 1% de las ventas de automóviles nuevos en todo el mundo, las cifras más recientes indican que en 2023 se venderán 14 millones de VE en todo el mundo, lo que supondrá en torno al 18% de las nuevas ventas. Se prevé que en 2040 habrá unos 240 millones de vehículos eléctricos de pasajeros en circulación.

Para acomodar la adopción de los VE, las redes de recarga están creciendo rápidamente; sin embargo, la creación de una gran red de recarga en las ciudades plantea retos. A menudo, las administraciones municipales disponen de recursos y capacidad limitados para planificar y gestionar por sí solas la infraestructura de recarga. Afortunadamente, el sector privado está preparado para apoyar a las ciudades en esta misión: los operadores de recarga, los operadores de flotas (por ejemplo, las empresas de reparto) y los inversores que respaldan a estas empresas desempeñan un papel vital para que las ciudades alcancen sus objetivos de expansión de la recarga de VE.

En colaboración con socios públicos y privados, la Coalición por una Nueva Movilidad Global del Foro ha lanzado una nueva guía para las ciudades, en la que se ofrece orientación sobre cómo pueden atraer la inversión y la participación del sector privado para ampliar la recarga de VE, teniendo en cuenta las limitaciones financieras de muchas ciudades.

¿Cómo pueden los gobiernos municipales fomentar la inversión del sector privado en la recarga?

El establecimiento de una estrategia clara para la carga por parte del gobierno de la ciudad puede enviar señales claras al sector privado sobre la demanda de carga. Las ciudades pueden explorar una estrategia de recarga acompañada de un programa de entrega, ambos pueden aportar confianza a los operadores de recarga y a los inversores sobre las futuras condiciones de funcionamiento. Ciudades de todo el mundo, desde Portland a Barcelona o Tokio, ya han establecido estrategias de recarga.

Además, identificar y facilitar el acceso a terrenos de propiedad pública adecuados para la infraestructura de recarga es una de las medidas más eficaces que puede adoptar un gobierno municipal para fomentar la participación y la inversión del sector privado. En un contexto de escasez de inmuebles urbanos, liberar espacio público para espacios de recarga puede ser un gran incentivo para dichos operadores. Para garantizar una aplicación y gestión eficientes de las estrategias de VE, las administraciones municipales también deben dotarse de recursos internos, como personal especializado en cuestiones de recarga.

Por ejemplo, Londres puso en marcha su Estrategia de Infraestructura para VE en 2021, en la que se esbozaba una visión de la recarga que incluía previsiones sobre los VE y los cargadores públicos necesarios para 2030, así como el compromiso de desbloquear terrenos de propiedad municipal para la recarga. En 2023, el programa de suministro de infraestructuras para vehículos eléctricos de Transport for London (TfL) adjudicó tres contratos a un operador de recarga para instalar cargadores rápidos en más de 100 puntos.

La ciudad facilitó el acceso a sus terrenos y se encargó de las obras para garantizar una rápida instalación. Este modelo permitió a Londres ampliar la infraestructura de recarga a pesar de las limitaciones financieras.

La estandarización de los procesos, la infraestructura y la experiencia del usuario del VE aporta previsibilidad a la recarga y puede impulsar el crecimiento de la adopción del VE. Para los operadores y sus inversores, el establecimiento de normas ayuda a crear más certidumbre en torno a las condiciones futuras de la recarga de VE, reforzando el argumento comercial. Para los conductores, esto ayuda a que la recarga del VE sea más conveniente y cómoda.

Hacer que la carga sea un requisito para nuevos edificios indica la demanda futura a los proveedores de carga, a la vez que prepara al sector inmobiliario para el futuro. El establecimiento de normas para las operaciones de carga, como garantizar que los puntos de recarga sean independientes de la marca, crea una experiencia más predecible para los conductores de VE, ayudando a su adopción. Del mismo modo, las ciudades podrían garantizar que el pago de la recarga se realice sin problemas haciendo que los pagos sin contacto y en la modalidad de circuito abierto se conviertan en un estándar universal.

Ya se ha avanzado mucho con la legislación nacional vigente, como el Reglamento de la UE sobre infraestructuras de combustibles alternativos y el Programa Nacional de Infraestructuras para Vehículos Eléctricos de Estados Unidos. Estas legislaciones exigen que las estaciones de recarga dispongan de pagos de circuito abierto sin contacto como norma, lo que contribuye a la comodidad y facilidad de uso de los puntos de recarga.

Los datos son un factor clave para ayudar a tomar decisiones informadas y comprender las tendencias clave en la recarga de VE, como la propiedad existente de VE, las previsiones de demanda de tráfico y la infraestructura de VE existente o prevista. Al proporcionar estos datos a los operadores de recarga y a los operadores de flotas, los gobiernos municipales pueden ayudar al sector privado a comprender mejor cuándo y dónde invertir e instalar recarga.

Además, la exploración de asociaciones en las que el sector privado proporcione datos a las ciudades puede ayudar a informar la toma de decisiones sobre dónde son mayores las necesidades de carga.

Por ejemplo, muchos conductores de vehículos compartidos dependen de las redes públicas de recarga, que en muchas ciudades siguen siendo muy limitadas, sobre todo para la recarga rápida. Uber colabora con ciudades de todo el mundo en la toma de decisiones sobre la instalación de cargadores.

Basándose en la disponibilidad de carga cerca del hogar para los conductores, la combinación de carga rápida frente a carga lenta, etc., Uber ha creado escenarios de demanda de carga para ayudar a las ciudades a identificar áreas prioritarias para nuevas instalaciones de carga. En Londres, Uber también ha aportado 5 millones de libras para instalar 700 nuevos puntos de recarga públicos en tres zonas de la ciudad con una infraestructura de recarga limitada, aumentando la red de recarga global de la ciudad en más de un 7%.

Con las crecientes demandas de múltiples sectores sobre las redes eléctricas, es crucial garantizar la capacidad y el acceso a la red en la transición a los vehículos eléctricos. Aunque los gobiernos municipales no sean responsables de la gestión de las redes eléctricas en muchos casos, pueden desempeñar un papel clave, sobre todo a la hora de facilitar las relaciones entre los operadores de las redes y los proveedores de recarga. Las administraciones municipales pueden ayudar a los proveedores de recarga agilizando los procesos de acceso a la red de suministro, como la simplificación de los permisos y la identificación de los lugares de instalación.

Los gobiernos municipales también pueden contribuir a la resiliencia y estabilidad de la red animando a los proveedores de recarga y a los operadores de flotas a adoptar la recarga bidireccional, especialmente en las grandes instalaciones de recarga. Para contribuir a la flexibilidad y estabilidad de las redes, las ciudades, siempre que sea posible, también deberían apoyar al sector privado en la introducción de fuentes de energía limpia en las estaciones de recarga, trabajando con las empresas de servicios públicos, el gobierno nacional y los operadores de la red para reducir las complejidades a las que a menudo se enfrenta la conexión de fuentes de energía suplementarias a la red.

En Nottingham (Inglaterra), el gobierno municipal instaló 40 cargadores bidireccionales tras la compra de unos 250 vehículos eléctricos. Estos cargadores se combinan con paneles solares y baterías para producir y almacenar energía in situ. Los cargadores de vehículo a red permiten que los vehículos y los paneles solares carguen las baterías del emplazamiento, que a su vez pueden suministrar energía al lugar o a la red, reduciendo la demanda en las horas pico y generando ingresos para la ciudad cuando inyecta electricidad a la red.

Estas áreas de aplicación de normas y políticas, así como otras áreas como las licitaciones públicas y los procesos de contratación, muestran cómo, a pesar de contar a menudo con recursos financieros limitados, las ciudades disponen de importantes mecanismos para fomentar la inversión y el compromiso del sector privado para ampliar la recarga de VE.

La guía normativa de la Coalición por una Nueva Movilidad Global está a disposición de los gobiernos municipales para que la utilicen como apoyo en su camino hacia la electrificación.