Los casos de viruela del mono vuelven a aumentar: esto es lo que hay que saber

Este artículo se publicó originalmente el 26 de mayo de 2022 y se actualizó por última vez en agosto de 2024.

Un brote creciente de viruela símica (o del mono) en África ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud pública. El brote, que afecta principalmente a la República Democrática del Congo (RDC), ha registrado más de 14.000 casos este año. Desde 2023, la RDC ha notificado unos 12.600 casos sospechosos y 580 muertes, lo que supone un fuerte aumento con respecto a años anteriores, según el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

La OMS declaró originalmente la viruela del mono como una "emergencia de salud pública de importancia internacional" (PHEIC, por sus siglas en inglés) el 23 de julio de 2022, que duró hasta mayo de 2023, fecha en la que los casos estaban bajo control. La última vez que hizo tal designación fue en enero de 2020 en respuesta al brote de COVID-19.

Hasta la fecha, se han notificado más de 16.000 casos en más de 75 países y el número de infecciones confirmadas ha aumentado un 77% desde finales de junio hasta principios de julio, según datos de la OMS y la ONU.

El responsable de Salud y Asistencia Sanitaria del Foro Económico Mundial, Shyam Bishen, afirma: "Con esta declaración, los países tendrán que invertir importantes recursos para controlar este brote".

Y añade: "Afortunadamente, las vacunas y los medicamentos desarrollados para la viruela pueden funcionar bien contra la viruela del mono. Pero el suministro es muy limitado. Aunque animamos a las naciones a compartir vacunas, tratamientos y otros recursos clave para contener el brote, creemos que es necesaria una asociación de múltiples partes interesadas entre el sector privado, los gobiernos y las organizaciones internacionales para ampliar rápidamente la producción de vacunas y tratamientos para esta enfermedad."

Europa fue el epicentro del primer brote de la enfermedad, con más del 80% de los casos registrados en todo el mundo en 2022. No se han notificado muertes por el virus fuera de África, donde se han producido cinco hasta la fecha.

Aunque se considera alto en Europa, el riesgo mundial sigue siendo moderado y es poco probable que altere los viajes o el comercio.

El virus se descubrió en 1970 y los casos anteriores se habían dado principalmente en África. Históricamente, los casos fuera de África han sido raros y se han rastreado hasta viajeros infectados o animales importados.

Esto es lo que hay que saber sobre la viruela del mono y cómo están respondiendo las autoridades de salud pública de todo el mundo.

Hay dos clados genéticos identificados - o grupos - del virus: el clado de la cuenca del Congo y el clado de África Occidental. El clado de la cuenca del Congo suele causar una versión más grave de la enfermedad y se cree que es más transmisible. Los casos identificados recientemente pertenecen al clado de África Occidental.

La viruela del mono está clasificada como una zoonosis, es decir, una enfermedad que se transmite entre humanos y animales. Los casos suelen aparecer en climas tropicales y selvas tropicales donde hay animales portadores del virus, como tipos de ardillas, lirones y ciertos tipos de monos y ratas. La enfermedad se transmite a través de mordeduras, arañazos o la preparación de carne de animales.

La transmisión de persona a persona es limitada y el virus se transmite por contacto directo con fluidos corporales o lesiones cutáneas, así como por contacto indirecto con materiales de las lesiones a través de elementos como ropa de cama o de vestir contaminada. También puede propagarse a través de gotitas respiratorias, pero no viaja fácilmente por el aire y requiere un contacto directo y prolongado con alguien que tenga una erupción activa.

La viruela del mono suele presentarse con fiebre, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos. En las primeras fases (1 a 3 días) aparecen dolor de cabeza y de espalda, dolores musculares y falta de energía. Las personas infectadas también suelen desarrollar una erupción entre 1 y 5 días después del inicio de los síntomas, que comienza como manchas elevadas antes de convertirse en ampollas llenas de líquido, que finalmente se convierten en costras y se caen.

Los síntomas de la viruela del mono suelen desaparecer en 2-4 semanas sin tratamiento. En los últimos tiempos, la tasa de mortalidad oscila entre el 3 y el 6%, sobre todo entre los niños pequeños y las personas inmunodeprimidas.

Los casos diagnosticados hasta la fecha han sido leves.

A todos los individuos que han dado positivo se les ha confirmado la infección mediante una prueba de PCR. También se utilizó la secuenciación genómica para confirmar un caso en Portugal.

Actualmente no existe ningún medicamento para el virus de la viruela del mono en sí. Sin embargo, pueden utilizarse los antivirales cidofovir, brincidofovir y tecovirimat.

La OMS está convocando a expertos para debatir recomendaciones sobre la vacunación.

Según la OMS, las autoridades sanitarias están respondiendo con las siguientes medidas:

Shyam Bishen explica: "La disponibilidad de una vacuna es una noticia alentadora en la lucha contra la viruela del mono, pero, al igual que con la COVID-19, la distribución y el acceso equitativos a las vacunas serán un desafío clave a nivel mundial, debido a la desigualdad en las tasas de despliegue y aceptación entre los países de ingresos altos y los de ingresos bajos y medianos".

"Para contrarrestar este reto, el Foro Económico Mundial, en colaboración con la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias (CEPI) y la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos, ha lanzado la Colaboración para la Fabricación Distribuida de Vacunas. La Colaboración aborda el acceso desigual a las vacunas apoyando el establecimiento de una red mundial sostenible y robusta de instalaciones versátiles de fabricación de vacunas capaces de producir vacunas para proteger a las personas en tiempos de pandemia y no pandemia."