Agenda 2030: Por qué la sociedad civil es clave para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible

Los ataques contra la sociedad civil y las libertades cívicas amenazan con echar por tierra los logros alcanzados en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Están debilitando la lucha contra la desigualdad económica, los desequilibrios de género, la corrupción y la degradación medioambiental.

El Director General de la ONU, Antonio Guterres, publicará esta semana el último informe de progreso sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El informe de este año es especialmente importante, ya que nos acercamos al ecuador de la Agenda 2030, posiblemente la mayor iniciativa humana jamás emprendida para crear sociedades pacíficas, justas, igualitarias y sostenibles.

Las conclusiones del informe contribuirán a sentar las bases de las deliberaciones de la Cumbre de alto nivel sobre los ODS de 2023, que se celebrará paralelamente a las reuniones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de este año.

La Cumbre sobre los ODS de 2023 tiene una enorme importancia, ya que se espera la asistencia de numerosos líderes mundiales. Reflexionarán sobre los avances logrados y propondrán estrategias para acelerar la aplicación de la Agenda 2030, que ha sufrido contratiempos imprevistos debido a la pandemia de COVID-19, los importantes efectos negativos del cambio climático y el encarecimiento de los alimentos y los combustibles en todas partes debido al conflicto en Ucrania.

En tiempos en los que el multilateralismo se resquebraja, la Agenda 2030 representa un raro momento de unanimidad alcanzado por la comunidad internacional, que en 2015 acordó cimentar los tres pilares del desarrollo sostenible -avance económico, progreso social y sostenibilidad medioambiental- en un conjunto integrado de objetivos bajo un marco global común.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas de la Agenda 2030 representan una mejora significativa con respecto a los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio precedentes debido a su amplio alcance, sus fundamentos basados en los derechos y su aplicación universal.

Las organizaciones de la sociedad civil desempeñaron un papel clave a la hora de proponer ideas para los ODS y forjar el consenso entre los Estados. Lograron importantes compromisos centrados en las personas:

Estos compromisos son fundamentales para la transparencia, la rendición de cuentas y la participación pública, sin las cuales los objetivos no pueden alcanzarse plenamente.

Más allá de su papel en los ODS, está demostrado que las organizaciones de la sociedad civil contribuyen a la vida nacional y al desarrollo sostenible de múltiples maneras. Ayudan a fomentar la formulación de políticas inclusivas que mantengan las necesidades de las personas vulnerables y marginadas en el centro de la toma de decisiones, apoyan la prestación de servicios esenciales, especialmente a los grupos excluidos, y trabajan como guardianes para garantizar que los responsables de la toma de decisiones actúen en el mejor interés de las personas. Para ello, necesitan entornos propicios y espacio cívico.

Sin embargo, los resultados globales publicados en marzo de 2023 por el Monitor CIVICUS -una colaboración de investigación para medir las libertades cívicas fundamentales de reunión pacífica, asociación y expresión en la que participan más de 20 organizaciones de todo el mundo- revelan que sólo el 3,2% de la población mundial vive en países con un espacio cívico "abierto" o propicio.

Por el contrario, el 28% de la población mundial vive en 27 países con espacios cívicos completamente "cerrados", donde el mero hecho de plantear preguntas a quienes ostentan el poder o expresar la disidencia democrática puede acarrear la cárcel, el exilio forzoso o la muerte.

El Monitor CIVICUS mide las condiciones del espacio cívico en 197 países y territorios según cinco categorías: abierto, reducido, obstruido, reprimido y cerrado. El desglose global es el siguiente: abierto (38 países y territorios), restringido (42), obstruido (40), reprimido (50) y cerrado (27).

Nuestros resultados reflejan la variedad de tácticas utilizadas para restringir las libertades civiles. Los principales tipos de violaciones registradas en 2022 son el acoso y la intimidación de activistas, periodistas y organizaciones de la sociedad civil para disuadirlos de su labor de protección y promoción de los derechos; las detenciones arbitrarias de manifestantes como castigo por denunciar los fallos de la gobernanza; y las leyes restrictivas diseñadas para impedir que las personas se movilicen y ejerzan sus libertades cívicas fundamentales.

La pandemia de COVID-19 ya ha perturbado gravemente el progreso de la Agenda 2030. En su afán por "reconstruir mejor", la sociedad civil propone nuevas formas de alcanzar los ODS y crear un mundo mejor tras la pandemia.

En su Llamamiento a la Acción por los Derechos Humanos 2020, Guterres lamentó que el desprecio por los derechos humanos sea generalizado, junto con la polarización social y la pérdida de civismo. Instó a que los principios de derechos humanos informen la implementación de la Agenda 2030, incluido el empoderamiento de las personas y la creación de vías para la participación de la sociedad civil.

En septiembre de 2020 se publicó una Nota Orientativa sobre Protección y Promoción del Espacio Cívico en la que se instaba a una participación significativa de la sociedad civil, a la protección de la sociedad civil en riesgo y a la promoción de canales de participación inclusivos y libertades fundamentales. Nuestra investigación en CIVICUS muestra que las condiciones del espacio cívico se han deteriorado aún más desde entonces.

A la luz de esto, los defensores de la sociedad civil esperan que el informe del Secretario General de la ONU sobre el progreso de los ODS incluya una reflexión sobre el estado de aplicación del llamamiento a la acción y la nota de orientación por parte de las propias agencias y oficinas de la ONU.

En el periodo previo a la adopción de la Agenda 2030, la sociedad civil insistió en que el desarrollo debe consistir en liberarse del miedo y liberarse de la miseria. La gente necesita un buen nivel de vida, pero también libertades civiles y políticas, sobre todo para poder garantizar que los beneficios se reparten de forma equitativa.

El Secretario General de la ONU ha hecho un ferviente llamamiento para que se reconozca el valor de la sociedad civil y el espacio cívico en la Agenda 2030, afirmando: "Las organizaciones de la sociedad civil vinculan a los gobiernos y a las personas.

"Son una voz vital para los derechos humanos. Cuando se amordaza a la sociedad civil, perdemos un foro esencial para el diálogo, y perdemos la savia de la democracia. Por eso defiendo en cada oportunidad posible la protección y ampliación del espacio cívico".

En este punto intermedio vital para la Agenda 2030, esperemos que sea escuchado este septiembre.