Busca el equilibrio entre necesitar un empleo y valorar tu trabajo
En algún momento le ha sucedido algo así a todos los dueños de negocios. Se dan cuenta de que las cosas están complicadas, y confían en que algún trabajo mejor surja más adelante. Este cliente quiere pagar significativamente menos de lo que normalmente cobra, pero a la vez ese dinero extra le viene bien.
Si acepta el trabajo, puede que pierda mejores oportunidades; si lo rechaza, puede no encontrar un trabajo mejor remunerado. ¿Cómo decide cuándo tomar un trabajo de baja remuneración y cuándo rechazarlo?
Debe fijar el precio de su trabajo basado en el valor que proporciona. Si ayudará a una compañía a hacer más ventas o ganar más clientes, no debe cargar el equivalente del salario mínimo, ya que será responsable de sus impuestos y beneficios.
Al fijar sus tarifas tenga presente el valor que usted proporciona y los costes que usted tiene que cubrir. Sepa cuál será su tasa mínima y qué necesita ganar para pagar todos sus gastos. A continuación, establezca una tasa de alcance, que avance a medida que gana más experiencia y teniendo en cuenta que los presupuestos de sus clientes varían.
Sólo porque un cliente ofrezca una tarifa para que haga el trabajo no significa que tenga que aceptarla sin remedio. La negociación exitosa no consiste en que una de las partes se deje engañar por la otra parte, sino de que ambas partes obtengan lo que necesitan a un coste que ambos puedan aceptar.
Si la tarifa propuesta es menor que su mínimo, debe renegociarlo. Explique que la tarifa propuesta es más baja de lo que cobra y pregunte si podrían subir hasta por lo menos hasta su tarifa mínima. Si está cómodo, incluso puede pedir un poco más de la tasa mínima. El precio final dependera del punto de partida de la oferta original y su confianza negociando.
Es probable que el cliente responda de una de estas tres maneras, aceptando su tarifa, ofreciendo una nueva tarifa media o ajustandose a la tarifa que le propusieron. Si aceptan su tasa, debe demostrarles que ese extra ha merecido la pena. Si ofrecen algo en el medio o son firmes en la tarifa propuesta originalmente, tendrá que evaluar si hay otros beneficios que le compensen.
Si usted es nuevo en el tipo de trabajo que están pidiendole, puede ser que valga la pena cobrar un poco menos y aprender de otro sector que le ayudará más adelante en su negocio y le dará un nuevo impulso en su cartera.
Por ejemplo, usted ha estado trabajando en la escritura independiente y ha estado intentando conseguir trabajo de editor. Si el trabajo es bastante fácil no le llevará mucho tiempo y puede servirle para atraer a nuevos clientes, siendo que la tasa inicial se eleve a largo plazo. Si el trabajo es recurrent, usted tendrá la capacidad de renegociar las tasas más tarde y decidir si vale la pena el tiempo invertido.
No acepte el trabajo si va a sentirse resentido por cobrar menos de lo que normalmente cobra o cree que merece por el trabajo. El resentimiento conduce a un resultado de mala calidad y se reflejará en su comunicación también. Cuanta mejor relación tenga con sus clientes más fácil le sera renegociar las tasas o pedir feedback.
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Leila Takayama
13 de diciembre de 2024