Economic Growth

45 millones de personas son víctimas de la esclavitud moderna. 5 pasos para liberarlos

Girls pan for gold in a stream next to a local mine near the village of Game, about 230 kilometres north of the capital Bangui April 24, 2014. REUTERS/Siegfried Modola (CENTRAL AFRICAN REPUBLIC - Tags: BUSINESS COMMODITIES EMPLOYMENT TPX IMAGES OF THE DAY) - RTR3MJBD

Image: REUTERS/Siegfried Modola (CENTRAL AFRICAN REPUBLIC - Tags: BUSINESS COMMODITIES EMPLOYMENT TPX IMAGES OF THE DAY) - RTR3MJBD

Gary A. Haugen
Chief Executive Officer, International Justice Mission (IJM)
Comparte:
Nuestro impacto
¿Qué está haciendo el Foro Económico Mundial para acelerar la acción en Economic Growth??
La visión global
Explora y monitorea cómo El futuro del progreso económico afecta a las economías, las industrias y los problemas globales
A hand holding a looking glass by a lake
Innovación mediante crowdsourcing
Involúcrate con nuestra plataforma digital de crowdsourcing para lograr un impacto a escala
Mantente al día:

El futuro del progreso económico

En los últimos años, ha habido algunos acontecimientos extraordinarios en la lucha mundial contra la esclavitud moderna. A pesar de ello, más de 45 millones de personas siguen atrapadas en la esclavitud.

El próximo año, los gobiernos, contribuyentes, la sociedad civil, las corporaciones y las instituciones internacionales pueden avanzar aún más adoptando las siguientes estrategias:

Tratar la esclavitud como un delito

La esclavitud está prohibida por las leyes de todas las naciones. Sin embargo, el hecho de que florezca representa un fracaso por parte de los gobiernos, los contribuyentes, las ONG y las instituciones internacionales para hacer cumplir esas leyes y hacerlas reales para los más de 45 millones de esclavos en el mundo.

Lamentablemente, la esclavitud es comúnmente considerada como una forma extrema de pobreza en lugar de un crimen violento. La esclavitud de hoy es inmensamente rentable, y está creciendo y continuará creciendo por una sencilla razón: los traficantes y esclavistas no enfrentan casi ningún riesgo de aprehensión, persecución y castigo. En ausencia de un elemento disuasorio penal, este horror de la maldad humana perdurable, seguirá existiendo en el presente y en el futuro, al igual que en el pasado.

El paso más importante hacia un mundo libre de esclavos es que los gobiernos, las instituciones de desarrollo y los contribuyentes reconozcan que las estrategias contra la pobreza destinadas a hacer que los más pobres sean menos vulnerables a la esclavitud no bastarán para disuadir a los perpetradores de todo acto de esclavitud y tráfico. Es imposible imaginar que la esclavitud en Estados Unidos, por ejemplo, podría haberse evitado, y mucho menos erradicado haciendo que los esclavos negros fueran menos vulnerables a la explotación. Hizo falta la ley y la imposición de la ley para liberar a los esclavos, y eso es lo que se requiere hoy.

La buena noticia es que hay cada vez más evidencias de que la aplicación fiable y profesional de las leyes contra la trata y la esclavitud por la policía local, los fiscales y los tribunales puede ser un elemento disuasorio efectivo. Sabemos que los traficantes y los esclavistas son altamente receptivos del riesgo.

Cuando la policía, los fiscales, los tribunales y los jueces hacen bien su trabajo, y la aprehensión y la prisión se convierten en una perspectiva tangible, los perpetradores abandonan el negocio de la esclavitud. La Misión Internacional de Justicia ha medido el impacto en nuestros propios programas contra la esclavitud en el sudeste asiático, donde hemos visto cómo la prevalencia de los niños menores en la industria del sexo se desplomaba en pocos años, una vez que los gobiernos decidieron imponer las leyes antitráfico en sus países.

Se requiere la misma estrategia para impedir el trabajo forzoso esclavo en todo el mundo, donde ha habido mucho menos procesamientos y condenas.

Hacer del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8.7 una realidad

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó su plan quinquenal para el desarrollo global: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG). SDG 8.7 compromete a los estados miembros a: "Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas".

Los gobiernos nacionales están tomando el SDG 8.7 con seriedad. En la India, por ejemplo, el Ministro de Trabajo y Empleo emitió una estrategia de 15 años para "identificar, liberar y rehabilitar a aproximadamente 1,8 millones de trabajadores en régimen de servidumbre; y fortalecer el mecanismo de procesamiento, alcanzando una tasa de convicción del cien por ciento para prevenir la creación de nuevas formas de esclavitud".

Los países afectados por la esclavitud necesitan ayuda de las naciones contribuyentes y de las organizaciones internacionales de desarrollo para enfrentar el reto de SDG 8.7. El fortalecimiento de la capacidad de la policía local, los fiscales y los tribunales para hacer cumplir las leyes contra la esclavitud debe estar en la cima de la agenda del desarrollo.

Financiar la Iniciativa de Fin de la Esclavitud Moderna

El 8 de diciembre, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una legislación bipartidista que autoriza al gobierno de los Estados Unidos a contribuir con 37,5 millones de dólares anuales durante cuatro años en una iniciativa mundial contra la esclavitud. La contribución inicial del gobierno de los Estados Unidos se está usando para crear un fondo de $ 1,5 mil millones del gobierno y sector privado que canalizarán recursos sustanciales hacia países de alta prevalencia de la esclavitud, financiando iniciativas que reduzcan en gran medida el delito de esclavitud, a través de la ejecución de una estrategia global unida y coordinada.

La Iniciativa de Fin de la Esclavitud Moderna tiene el potencial de hacer un cambio global porque priorizará el rescate real de los esclavos y la aprehensión de los perpetradores, y requiere programas financiados para mostrar una reducción significativa en la prevalencia de la esclavitud.

La Iniciativa de Fin de la Esclavitud Moderna puede hacer por la esclavitud lo que hizo el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Malaria y la Tuberculosis (GFATM) por las enfermedades infecciosas. Pero la realización de ese sueño requerirá una inversión significativa de particulares, fundaciones, corporaciones y gobiernos. Los EE. UU., ya el mayor contribuyente del mundo en la causa antiesclavista, ha iniciado el proceso. El próximo año, otros contribuyentes pueden y deben unirse al esfuerzo, y contribuir a lo que tiene el potencial de ser una iniciativa contra la esclavitud global altamente estratégica y eficaz.

Involucrar a los gobiernos en la conversación sobre la cadena de suministro limpia

En los últimos años, ha habido numerosos informes bien documentados sobre la esclavitud laboral en las cadenas de suministro de algunos de los más grandes minoristas del mundo. Como cientos de marcas pueden atestiguar, las corporaciones soportan el peso del oprobio cuando la mano de obra objeto de trata queda expuesta. Los sectores de textiles, chocolates, electrónica, pescado, metales, ladrillos, flores y docenas de otras industrias están plagados de mano de obra objeto de trata, trabajos forzados, explotación y mano de obra infantil. Es lógico suponer que la próxima revelación angustiante está a la vuelta de la esquina.

Nadie debería cuestionar la responsabilidad que tienen los importadores y minoristas de hacer todo lo posible para identificar y limpiar sus cadenas de suministro de bienes producidos por esclavos. Pero la esclavitud y el tráfico son una actividad criminal corrupta y usualmente oculta, que presenta un enorme desafío para las corporaciones. La naturaleza del trabajo esclavo en muchas industrias es tal que incluso las corporaciones más escrupulosas se arriesgan a vender bienes contaminados por la esclavitud si los gobiernos nacionales de los países de origen no asumen la responsabilidad por el problema.

Son los gobiernos, no las corporaciones, quienes tienen la autoridad y la obligación de hacer cumplir las leyes nacionales contra la esclavitud y el tráfico de personas. Es la policía local y nacional, los fiscales y los jueces, y no los ejecutivos corporativos, los que pueden investigar, detener, procesar y castigar a aquellos cuya presencia es inevitable en toda situación de esclavitud: los perpetradores.

La aprobación de la Ley de Transparencia de Negocios de California y la Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido, que exigen que las corporaciones de cierto tamaño proporcionen información sobre sus prácticas para limitar la mano de obra objeto de trata en sus cadenas de suministro, han hecho de la esclavitud laboral una prioridad para las corporaciones, inversores, consumidores y países importadores. Es absolutamente esencial que los gobiernos nacionales, especialmente los que tienen una pesada carga de esclavitud, sean parte de la conversación, y una parte indispensable de la solución.

Los gobiernos nacionales a menudo se han sentido bastante satisfechos permitiendo que las corporaciones aborden el problema del trabajo forzado, de la trata y del trabajo infantil en las industrias de exportación. Se requiere un enfoque diferente. Las corporaciones deben entablar un diálogo con los gobiernos nacionales sobre la aplicación de las leyes penales contra la esclavitud. También deben colaborar para identificar e investigar a las personas que se benefician del trabajo no remunerado, coaccionado y explotado de niños y adultos en sus industrias.

Medir y reproducir lo que funciona

La adopción de SDG 8.7 y el creciente interés del público en eliminar el comercio de bienes fabricados con mano de obra esclava han creado un ambiente positivo y una demanda real de estrategias para identificar y liberar a los esclavos y disuadir a los perpetradores. Los gobiernos contribuyentes, como el Reino Unido, están invirtiendo mucho más en la causa antiesclavista, y las organizaciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional para las Migraciones están duplicando la estimación de la prevalencia de la esclavitud a nivel nacional y mundial.

Lo que más se necesita en este tiempo de gran aumento de oportunidades son programas probados y validados que desarrollen la capacidad nacional y local para hacer cumplir las leyes antiesclavitud. Afortunadamente, hay claros indicios de que cuando los gobiernos se centran en los perpetradores, quienes se dedican a la explotación y al abuso reconocen rápidamente el riesgo. De esa forma, creamos elementos disuasorios y evitamos futuros delitos.

Ya existen programas piloto que son prueba de ello. Estos necesitan ser estudiados, medidos, perfeccionados y llevados a una escala global.

No te pierdas ninguna actualización sobre este tema

Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.

Inscríbete de forma gratuita

Licencia y republicación

Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.

Comparte:
World Economic Forum logo
Agenda Global

La Agenda Semanal

Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global

Suscríbete hoy

Puedes anular tu suscripción en cualquier momento utilizando el enlace que figura en nuestros correos electrónicos. Para obtener más información, consulta nuestro Política de privacidad.

¿Cómo salvar la brecha entre la realidad y el sentimiento de la economía? Un nuevo informe arroja luz

Pedro Conceição

24 de abril de 2024

Sobre nosostros

Eventos

Medios

Socios y Miembros

  • Únete

Ediciones en otros idiomas

Política de privacidad y normas de uso

© 2024 Foro Económico Mundial