¿Qué países luchan, o no, por proteger el medio ambiente?
Image: REUTERS/Bob Strong
Combatir el cambio climático se ha convertido en el trabajo de unos pocos países, a pesar de que muchos de ellos se han comprometido a cuidar la Tierra. El mundo es muy desigual en esa tarea que unos desempeñan a mayor velocidad y concienciación, pero otros todavía no.
He aquí una lista (basada en el Environmental Performance Index, un ranking publicado por la Universidad de Yale que tiene en cuenta aspectos como los indicadores de emisiones o el uso de energías renovables) de los países, divididos por regiones, que más concienciados están con el cambio climático y de los que tendrían que tomar en consideración actuaciones para evitarlo.
Mauritania
Aunque el país sigue padeciendo una importante desertificación, gracias a la colaboración de instituciones como la Organización Mundial de la Salud y Naciones Unidas, Mauritania ha conseguido mejorar la calidad del agua potable y las condiciones de vida de la población. Además, se han hecho avances en el saneamiento y la higiene en las escuelas, así como en la gestión de residuos médicos. El país africano ha mostrado su compromiso asignando más del 15% de su presupuesto a políticas para combatir el cambio climático.
Somalia
Constituye uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo, lo que hace casi imposible que el Gobierno y la población se preocupen por la gestión de los recursos naturales. La desertificación, la sequía y la ganadería no sostenible son solo algunos de los desafíos más significativos. El vínculo entre la degradación del medioambiente y la propagación de conflictos violentos es innegable.
Canadá
El país norteamericano goza de buenos servicios de agua y de saneamiento, así como de una óptima calidad del aire. Tienen fijado como objetivo nacional reducir las emisiones un 30% para 2030, un compromiso ambicioso en comparación con otros países similares. Además, Canadá ha empezado a reducir los subsidios de petróleo, gas y minería.
México
A pesar de la diversidad de recursos económicos de los que dispone, de su situación geoestratégica y de la facilidad de acceso a distintos foros internacionales, México no se caracteriza por cuidar el medio ambiente. Según Greenpeace México, con el Gobierno de Enrique Peña Nieto, al medio ambiente le ha ido muy mal y lo peor está por venir. En menos de un mes tuvieron lugar cuatro accidentes ambientales que contaminaron diferentes ríos del país y causaron pérdidas millonarias en la agricultura y la ganadería. Además, la dependencia de los hidrocarburos, el uso de energía nuclear y la tasa de deforestación, de cerca de medio millón de hectáreas al año, hacen que México tenga que hacer frente a importantes desafíos medioambientales en los próximos años.
Azerbaiyán
Las autoridades ambientales se han fortalecido de manera notable tanto institucionalmente como en términos de financiación, y los logros se han visto plasmados en nuevos programas medioambientales y planes de acción. Si bien hasta 2009 la calidad del aire no era una prioridad, en los últimos años se han aplicado medidas para reducir las emisiones y se han cerrado algunas de las instalaciones más contaminantes. En el ámbito de la gestión de residuos también ha habido mejoras significativas, con la aplicación de un plan integral con el que reducir la cantidad de residuos acumulados. Además, se han realizado inversiones considerables con el objetivo de proteger especies raras, amenazadas y endémicas. No obstante, no hay que olvidar que los recursos hídricos siguen estando muy contaminados, lo que supone un grave riesgo para la población.
Uzbekistán
Este país de Asia Central se enfrenta a un problema fundamental, la desecación. Los ríos que desembocan en el mar de Aral están sobreexplotados y su tamaño se ha visto fuertemente reducido en los últimos años. La desecación y salinización del mar tiene graves consecuencias: aparición de tormentas de sal y arena, con la consiguiente destrucción de zonas agrícolas y de los ecosistemas cercanos. Además, los residuos industriales y el uso intensivo de fertilizantes y pesticidas en la agricultura han contribuido a la significativa contaminación de los ríos y lagos de Uzbekistán.
Nueva Zelanda
El medioambiente es considerado uno de los elementos fundamentales para alcanzar el bienestar económico y social, lo que explica la importancia que se le concede en Nueva Zelanda a los paisajes naturales y a los recursos. El país tiene una buena calidad del aire en la mayor parte de sus regiones, goza de una magnífica gestión de los recursos acuíferos y parte de su energía primaria proviene de fuentes renovables.
Islas Salomón
Este archipiélago se enfrenta a diversos problemas ambientales entre los que se incluyen la deforestación y la desaparición de ciertas especies debido a la pesca con explosivos y a la exportación ilegal de aves exóticas. Además, el desarrollo del sector minero, la expansión de asentamientos humanos y la inexistencia de una política ambiental efectiva podrían empeorar la situación. Es importante destacar que, debido al aumento del nivel del mar, en las últimas décadas cinco islas han quedado sumergidas y otras seis están gravemente erosionadas.
Finlandia
Representa un modelo mundial de protección ambiental gracias a un tipo de sociedad basado, cada vez más, en el uso sostenible de los recursos naturales. Además, a partir de una serie de objetivos viables e indicadores ponderables, quiere llegar a ser un país neutral en carbono antes de 2050. A más corto plazo, Finlandia busca que, para 2020, el 38% de su energía proceda de fuentes renovables.
Bosnia-Herzegovina
Este país balcánico tiene cuantiosas fuentes de energía renovable, pero los graves problemas a los que se enfrenta (el legado de la guerra, la crisis económica o el bloqueo político) se traducen en un importante inmovilismo en la materia. Según datos de la Fundación Konrad Adenauer (KAS, por las siglas en alemán), la mitad de la electricidad que se consume en el país se obtiene a partir de la energía hidráulica. Sin embargo, a pesar de contar con leyes en materia de medio ambiente, estas no se aplican y son solo un par las ONG que luchan por esta cuestión.
Costa Rica
Dentro del grupo de economías emergentes y en crecimiento, Costa Rica ha desempeñado ambiciosos esfuerzos con el objetivo de reducir el consumo de combustibles fósiles. Además, el 80% de su electricidad se genera en centrales hidroeléctricas y aspira a ser un país neutral en carbono en 2021. Sin embargo, todavía tienen que mejorar aspectos relacionados con la gestión del agua y de los residuos sólidos por parte de gobiernos locales.
Haití
Este país centroamericano es uno de los más pobres del mundo. El alto nivel de erosión provocado por una deforestación acelerada tras el terremoto que tuvo lugar en 2010 (la deforestación alcanza un 98% del territorio), la consecuente desaparición del suelo destinado a la agricultura y el impacto de la contaminación, son solo algunos factores que explican la mala gestión haitiana del medioambiente.
Israel
Como país árido, el Gobierno ha llevado a cabo exitosas políticas de conservación de sus limitados recursos hídricos. Además, ante los elevados niveles de contaminación en zonas urbanas muy industrializadas se ha iniciado un nuevo programa integral de administración de los recursos de aire con el que se establecen normas de emisión de contaminantes y se amplía el sistema nacional de vigilancia del aire.
Bangladesh
La existencia de arsénico natural en el agua subterránea representa un peligro para la salud de la población, así como para el medio ambiente. Según el Banco Mundial, se espera que el cambio climático llegue a reducir el PIB agrícola un 3,1% cada año, es decir, un total de 36.000 millones de dólares de pérdidas en el periodo entre 2005 y 2050. No obstante, también ha habido mejoras como el proyecto que promueve desde 2010 el uso de tecnologías más limpias en el sector de fabricación de ladrillos, con el objetivo de mejorar la calidad del aire.
Sri Lanka
La venta de madera ocupa un lugar importante en la economía del país, sin embargo, en los últimos años el Gobierno y las organizaciones ecologistas han implementado diversas medidas para producir madera de manera económicamente eficiente y sostenible. Entre las preocupaciones medioambientales de Sri Lanka se encuentran: la erosión del suelo, poblaciones de especies silvestres amenazadas por la caza furtiva y la urbanización, así como la degradación de las costas a causa de las actividades mineras y el aumento de la contaminación.
Sudán
El país africano se enfrenta a desafíos ambientales muy importantes entre los que se encuentran: la erosión del suelo, la deforestación y la desertización, lo que supone amenazas graves para su desarrollo sostenible e, incluso, para la paz. Las superficies agrícolas han retrocedido, lo que supondrá el aumento del uso de fertilizantes y, por tanto, un riesgo para la salud de la población. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, existen conexiones claras entre los problemas ambientales y las guerras que ha sufrido.
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