Una fuerza laboral inclusiva mediante el empleo de personas con discapacidad en Japón

El trabajo no solo es un medio para contribuir a la sociedad y a la economía, sino también una vía vital hacia la independencia económica y la inclusión social. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que llaman a un “crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos”, reflejan claramente este principio. De manera crucial, este objetivo está pensado para todas las personas, independientemente de su discapacidad.

Según un informe de 2023 del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón (MHLW), aproximadamente 11,6 millones de personas (9,2 % de la población) viven con una discapacidad. En 2024, la tasa real de empleo de personas con discapacidad alcanzó el 2,41 % en empresas del sector privado, el 3,07 % en instituciones públicas nacionales y el 3,05 % en instituciones públicas prefecturales. La tasa de empleo en el sector privado ha aumentado de manera constante, pasando del 1,46 % en 2004 al 2,41 % en la actualidad, lo que representa un incremento de 1,65 veces en 20 años. Mientras que alrededor del 30 % de los graduados de escuelas de necesidades especiales ingresan al empleo regular, aproximadamente un tercio utiliza servicios de bienestar relacionados con el empleo. Cabe destacar que el número de personas que pasan de estos servicios a empleos en el sector privado ha aumentado casi 20 veces en el mismo período.

Los desafíos demográficos de Japón refuerzan la importancia de ampliar el empleo inclusivo. Una encuesta de julio de 2025 reveló que el 50,8 % de las empresas reportó escasez de trabajadores a tiempo completo, mientras que el 28,7 % enfrentó escasez de empleados no regulares. Fortalecer las vías para que las personas con discapacidad ingresen al mercado laboral puede ayudar a mitigar estas carencias, al tiempo que fomenta culturas corporativas más diversas, impulsa la responsabilidad social empresarial (RSE) y promueve el rediseño de los espacios de trabajo mediante adaptaciones apropiadas.

En enero de 2023, el MHLW anunció planes para aumentar la tasa legal de empleo de personas con discapacidad en empresas del sector privado del 2,5 % al 2,7 % para el año fiscal 2026. El objetivo ya se ha incrementado por etapas, pasando del 2,3 % en 2023 al 2,5 % en 2024, con un nuevo aumento al 2,7 % programado.

En octubre de 2025, se lanzó un nuevo programa nacional de Apoyo a la Elección de Empleo, fortaleciendo los sistemas que ayudan a las personas a seleccionar modalidades de trabajo que se ajusten a sus capacidades y aspiraciones. Se espera que el programa amplíe las opciones de carrera y mejore la retención laboral, al tiempo que promueve trayectorias laborales más flexibles.

En noviembre de 2025, el MHLW propuso revisar los criterios del programa de certificación “Monisu”, creado originalmente para promover el empleo de personas con discapacidad en pymes y extendiendo la elegibilidad a grandes corporaciones. Establecido en 2020, el programa brinda a las pymes certificadas acceso a financiamiento a bajo interés, con 545 empresas certificadas hasta junio de 2024. Las discusiones actuales se centran en mejorar la objetividad de los criterios de evaluación, introducir requisitos obligatorios y equilibrar la carga empresarial mediante contribuciones y esquemas de incentivos.

Los sistemas de apoyo a los empleadores también están evolucionando. En agosto de 2025, el Gobierno Metropolitano de Tokio lanzó la plataforma de Apoyo al Empleo de Personas con Discapacidad Grave, que proporciona información y servicios prácticos tanto a quienes buscan empleo como a las empresas. La plataforma conecta a personas con discapacidades graves con organizaciones de apoyo y empleadores. También comparte estudios de caso e introduce tecnologías de asistencia digital adaptadas a distintos tipos de discapacidad, incluidos sistemas de entrada por seguimiento ocular y dispositivos controlados con la barbilla. Se despliegan coordinadores especializados para apoyar la intermediación laboral y los ajustes en el lugar de trabajo.

La Organización Japonesa para el Empleo de Personas Mayores, Personas con Discapacidad y Demandantes de Empleo (JEED) ofrece programas de formación básica para profesionales que trabajan en el apoyo al empleo de personas con discapacidad en los sectores de bienestar, educación y salud. Su objetivo es fortalecer las habilidades y capacidades de quienes apoyan a los solicitantes de empleo.

El impulso también está creciendo en el sector privado. Sony Group ha seguido una política de contratación basada en el principio de contratar a “personas que puedan trabajar junto a Sony”, independientemente de la edad, el género, la orientación sexual o el estado de discapacidad. Muchos empleados con discapacidad trabajan como empleados a tiempo completo. Reconociendo la diversidad como motor de innovación, Sony promueve la inclusión a través de cuatro pilares: compromiso de liderazgo, conciencia entre pares, empoderamiento de los empleados e infraestructura laboral desarrollada por Recursos Humanos y asuntos generales.

Money Forward, una empresa de software contable en la nube, ha introducido un sistema de evaluación del desempeño adaptado a empleados con discapacidad. Los nuevos contratados comienzan con contratos a plazo fijo centrados en la integración y la retención, antes de pasar a una evaluación basada en la productividad como empleados permanentes. Las oportunidades para pasar a roles de carrera general se apoyan mediante gestión basada en desempeño con las adaptaciones apropiadas. En Sumitomo Precision Products, los empleados con discapacidad auditiva desempeñan un papel esencial en la soldadura de componentes de aeronaves, entre otras tareas especializadas.

Ampliar el acceso al trabajo fortalece la participación social y la independencia económica de las personas con discapacidad, y aporta talento diverso y perspectivas únicas a las organizaciones. El impacto acumulativo de la colaboración entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil está sentando las bases para una sociedad más inclusiva y resiliente, en la que nadie quede atrás.