Por qué la 80ª Asamblea General de la ONU marcó un punto de inflexión para el liderazgo juvenil

Si miramos la demografía mundial, más de la mitad de la población tiene menos de 30 años. Entonces, para una institución como la ONU, con una edad promedio del personal de 47 años, es necesaria una renovación. El proceso ya comenzó: en marzo de 2025, el Secretario General António Guterres lanzó UN80, una agenda de reforma para revisar cambios estructurales, eficiencias y mejoras. Además, en 2023, la organización multilateral nombró a su subsecretario general más joven.

Este año, cuando los líderes se reunieron para la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), una reunión se destacó: la primera sesión de alto nivel sobre juventud, convocada por su recientemente nombrada presidenta, Su Excelencia Annalena Baerbock.

Por primera vez, los jóvenes fueron reconocidos como socios en igualdad de condiciones para definir prioridades globales orientadas a una colaboración intergeneracional significativa.

La sesión, celebrada el 25 de septiembre de 2025, conmemoró el 30º aniversario del Programa de Acción Mundial para la Juventud y los países destacaron el rol esencial de los jóvenes en la toma de decisiones. Para abrir el encuentro, el presidente de Botsuana afirmó: “Debemos cerrar la brecha entre generaciones, hablando con los jóvenes en lugar de hablarles a los jóvenes”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Islandia reforzó este mensaje al afirmar: “Los jóvenes son socios esenciales para moldear el presente”. El ministro de Relaciones Exteriores de Omán también reiteró que “los jóvenes deben ser empoderados para el desarrollo”.

La reunión fue un momento para reflexionar sobre el progreso logrado en inclusión juvenil y una oportunidad para examinar la brecha que aún persiste en lograr una participación juvenil significativa. Fue una señal del sistema global de que quienes deberán vivir con las consecuencias deben involucrarse en las decisiones sobre un futuro más sostenible.

Hoy, mientras el multilateralismo enfrenta tensiones y el mundo lidia con conflictos, cambio climático y desigualdad, la ONU debe mantener su liderazgo global, tal como lo hizo cuando fue creada. Esta vez, demostrando que la inclusión genera innovación. En esta histórica sesión de la AGNU80, el liderazgo juvenil en la ONU estuvo totalmente a la vista: los jóvenes participantes no fueron relegados a eventos paralelos, sino que estuvieron en el centro del debate.

Algunos países decidieron ceder su tiempo en el plenario y en los paneles a sus delegados juveniles, quienes pudieron intervenir 34 veces, lo que les permitió aportar declaraciones en nombre de su delegación nacional o regional.

Además, la Oficina de Juventud de la ONU apoyó la participación de más de 300 jóvenes durante la semana de la Asamblea General. Este es un indicador sólido de que la participación juvenil fue central en la AGNU.

Más allá de quienes participaron a través de la Oficina de Juventud de la ONU, aún más jóvenes (incluidos quienes se autofinanciaron) estuvieron presentes en los pasillos de la ONU y en eventos paralelos gracias a la movilización de la sociedad civil. Los jóvenes no están renunciando a la lucha por el multilateralismo.

A partir de la AGNU, queda claro que los líderes están reconociendo la participación juvenil como un mecanismo para renovar el sistema global. Los líderes jóvenes aportan nuevas ideas a problemas antiguos: desde reimaginar los modelos económicos hasta liderar en inteligencia artificial (IA) y promover la acción climática comunitaria.

Su liderazgo es práctico, está arraigado en experiencias vividas y es urgentemente necesario en espacios donde las decisiones a menudo parecen desconectadas de la realidad. Al poner a la juventud en el centro, la ONU está redefiniendo cómo pueden verse la legitimidad y la rendición de cuentas en el presente y en el futuro.

Fuera de las reuniones de alto nivel, hay señales prometedoras de que el sistema internacional está abordando la inclusión juvenil. Bajo el marco Youth2030, el sistema de la ONU ahora aplica “puntajes verdes” para evaluar qué tan bien los organismos y equipos en los países integran la participación juvenil en sus operaciones.

Estos puntajes miden varios criterios clave, como si se consulta a los jóvenes en el diseño de los programas.

Según el Informe de Progreso Youth2030 de 2025, entre las 50 entidades de la ONU que participaron, 11 alcanzaron un puntaje verde del 80 % o más. En los últimos tres años, el promedio de puntajes verdes de las entidades de la ONU aumentó de 45 % (2021) a 56 % (2024), mientras que los equipos en los países subieron de 25 % (2020) a 43 % (2024).

Estos puntajes más altos indican que más instituciones están incorporando de forma sistemática la participación juvenil en su trabajo.

Sin embargo, no se alcanzó el objetivo general del 80 %, lo que refleja un desafío más profundo: la participación juvenil ha crecido, pero la influencia real sigue siendo limitada. En muchas instituciones, los jóvenes no solo deben ser invitados a hablar, sino también a participar o contribuir a la toma de decisiones.

Bajo el lema del #YouthLead Festival —una semana de actividades para celebrar la acción juvenil— 75.000 jóvenes de 182 países participaron en diálogos previos a la AGNU. Sin embargo, muchos más como ellos están actuando en sus comunidades en todo el mundo y ya están liderando cambios tangibles.

Por ejemplo, en la Global Shapers Community del Foro Económico Mundial, las iniciativas juveniles están ofreciendo modelos para generar impacto:

Así como estos proyectos, muchos otros Shapers en 500 ciudades están desarrollando soluciones sobre temas que van desde la salud mental hasta la acción climática y la reducción de la brecha rural. Sin embargo, es importante subrayar que la carga que llevan los jóvenes es inmensa. La OMS y UNICEF informan que uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años tiene una condición de salud mental.

La juventud está sobrecargada y cuenta con muy poco apoyo sistémico. Esto demuestra además que, a pesar de las responsabilidades adicionales, los jóvenes no están siendo respaldados mientras ayudan a enfrentar los grandes desafíos de nuestra generación.

Para pasar del impulso al impacto, la reforma institucional debe vincular oportunidad con redes de apoyo que permitan a los jóvenes líderes involucrarse de manera sostenible sin agotarse.

Ahora que la semana de alto nivel de la AGNU ha quedado atrás, los próximos pasos apuntan a un cambio estructural. La primera sesión de alto nivel sobre juventud en la AGNU es un hecho trascendental y debe ser la primera de muchas sesiones juveniles en instituciones internacionales, regionales y nacionales.

Para consolidar el liderazgo juvenil en la ONU y la colaboración intergeneracional dentro y fuera del sistema, es esencial institucionalizar la representación juvenil, invertir en innovaciones lideradas por jóvenes y que las organizaciones hagan un seguimiento y reporten sus avances.

Las instituciones deben mirar a los jóvenes que ya están generando cambios en sus comunidades y acompañarlos mientras lideran el camino hacia un futuro más sostenible.

Christie Burley es la curadora saliente del hub Global Shapers Washington DC e Inés Yábar es la curadora saliente del hub Global Shapers Lima.