¿Qué es una economía de clase media y qué futuro tiene?

Costco es probablemente más conocido por sus perritos calientes de 1,50 dólares y sus artículos genéricos vendidos a granel. Pero la cadena minorista estadounidense también ha estado moviendo artículos muy diferentes a un ritmo constante: relojes Rolex, diamantes y botellas de Dom Perignon.

Si bien los compradores afluentes pueden ser un elemento sorprendente del negocio de Costco, son un apoyo esencial para los Estados Unidos en su conjunto. Según un análisis reciente, el 10% de los estadounidenses con ingresos más altos realizan casi el 50% de todo el gasto en el país, frente al 36% de hace tres décadas. Pero mientras los ricos sostienen más una economía de alto consumo, el gasto de los hogares de clase media ha disminuido.

Esto puede deberse en parte a la disminución de su número. La proporción de la población estadounidense considerada de clase media ha descendido a alrededor del 51% desde el 61% en 1971. En Europa, un estudio reciente reveló que la clase media se ha reducido en casi dos tercios de los estados miembros de la UE durante los últimos 15 años. Incluso en Asia, donde el crecimiento de la clase media parecía una constante, existe preocupación sobre si se recuperará alguna vez del estancamiento causado por la pandemia.

Para los defensores de economías centradas en la clase media, esto no es una buena noticia. Para ellos, una economía verdaderamente sana cuenta con una clase media próspera; permitir que más personas compren más cosas crea una base más amplia sobre la que crecer.

"Gente como yo solo puede tener un número limitado de yates, aviones o lo que sea", escribió el capitalista de riesgo que ayudó a acuñar el término "economía middle-out", o de crecimiento a partir de la clase media. "A pesar de ganar unas 1000 veces el ingreso medio anual de los estadounidenses, no compro miles de veces más cosas".

Hablando en el podcast Radio Davos, el economista de Harvard Dani Rodrik fue preguntado por una cosa que los líderes deberían priorizar este año, y él eligió "la salud de la clase media".

"Necesitamos repensar seriamente cómo lo hacemos", dijo.

Rodrik y varios otros especialistas han propuesto ideas concretas sobre cómo restaurar la clase media. En lugar de intentar resucitar una fuerza laboral de manufactura para fábricas modernas que inevitablemente requieren menos trabajadores, trabajemos con la realidad, argumenta. Esa realidad, en muchos lugares, se trata de una industria de servicios en masa.

Asegurarnos de que los empleos en la industria de servicios sean de buena calidad en términos de salario, beneficios y condiciones podría ayudar a restaurar y expandir la clase media, dice Rodrik, además de fomentar su consumo.

Sin embargo, el sueño de crear multitudes de trabajadores bien remunerados para fabricar bienes duraderos manualmente es difícil de erradicar.

La anterior administración estadounidense intentó lograrlo con políticas industriales. Se ofrecieron incentivos para construir fábricas con mano de obra nacional. La administración actual apunta, en términos generales, a algo similar, pero mediante el uso de una multitud de aranceles proteccionistas.

La última vez que el país se inclinó tan fuertemente por aranceles, hace más de un siglo, creó más empleos en la manufactura nacional, pero también disminuyó la productividad laboral general. Esta vez, se espera que el aumento resultante de los precios de los alimentos y la energía afecte de manera desproporcionada a las personas de ingresos medios.

Por supuesto, incluso si un país logra atraer a más empresas de manufactura a establecerse localmente, solo ha ganado la mitad de la batalla. El fabricante taiwanés de chips TSMC se ha comprometido a construir una fábrica de miles de millones de dólares en el estado de Arizona, pero también ha importado aproximadamente la mitad de sus trabajadores de Taiwán. Alimentar a una clase media significa proporcionar cosas que son más fundamentales que un posible empleo, como una educación técnica.

Los defensores de la economía de la clase media han invertido todos sus esfuerzos en defender su enfoque, desde podcasts hasta cómics. Su tarea parece hacerse más urgente cada día.

En la OCDE, grupo que reúne a algunos de los países más ricos del mundo, los ingresos medianos aumentaron un tercio menos que los ingresos medios del 10% de las personas más ricas en las décadas anteriores a 2019.

A nivel mundial, la clase media había estado creciendo a un ritmo constante, o en unos 54 millones de personas cada año, desde 2011. Pero cuando la pandemia paralizó casi todas las actividades en 2020, ese crecimiento también se agotó.

La clase media de Indonesia, que había alcanzado un tamaño aproximadamente igual al de las clases medias combinadas de Filipinas, Malasia, Tailandia y Vietnam, no pudo resistir; se redujo del 22% de la población del país antes de la pandemia al 17% el año pasado.

En Europa, países tan diversos como Suecia, Bulgaria y Malta compartieron importantes descensos estimados de su clase media entre 2007 y 2022. Si la región cambia ahora sus prioridades fiscales y se aleja de la protección social en favor de la defensa, el número de personas que se ven afectadas podría aumentar. Según la OCDE, en las economías más grandes de Europa, la protección social (en forma de prestaciones por desempleo, por ejemplo) reduce en un 42% la inestabilidad de ingresos que puede hacer que las personas sean expulsadas de la clase media.

A pesar de las adversidades, algunos países se han distinguido por sus esfuerzos para impulsar el crecimiento desde la clase media.

El gobierno de México ha más que triplicado el salario mínimo desde 2018 en un intento por mantenerse por delante de la inflación, y ha ordenado un aumento de los días de vacaciones para todos los trabajadores del sector privado. Una reciente reforma del sistema de pensiones garantiza a los jubilados pagos equivalentes al 100% de su salario más reciente hasta un límite.

La clase media de México ya supera a la de países más poblados como Rusia, y se prevé que siga creciendo hasta bien entrada la próxima década.

El tamaño de la clase media española, que ha estado estrechamente ligado a la mayor cohesión social del país y al funcionamiento de sus instituciones, también se ha ido ampliando. La desigualdad de ingresos ha vuelto a niveles previos a la pandemia.

Hay una serie de medidas generales que cualquier país puede adoptar para ayudar a sus ciudadanos a permanecer en la clase media o incorporarse a ella. Una de ellas es utilizar la inteligencia artificial para aumentar la productividad de los trabajadores en lugar de sustituirlos.

Pero, teniendo en cuenta que el proteccionismo y los aranceles elevados siempre han afectado más a las personas con ingresos bajos y medios, es poco probable que las cosas salgan de otra manera ahora. Especialmente en un momento de creciente disparidad, cuando incluso los multimillonarios están siendo superados por supermultimillonarios.

Probablemente no exista un enfoque único para anclar el crecimiento económico a la expansión de la clase media. Sea cual sea la etiqueta que se le aplique, muchos economistas e historiadores creen que es una buena idea.

Vale la pena señalar la evidencia acumulada de que lo contrario del crecimiento desde abajo, generalmente conocido como crecimiento por goteo, ha socavado a cualquier clase media que haya estado sujeta a ese modelo durante períodos prolongados.

También puede valer la pena considerar que México y España estuvieron entre las pocas democracias donde los partidos en el poder no fueron destituidos el año pasado.