Por qué 2025 puede ser un año clave para la industria farmacéutica

El inicio de 2025 marca un momento crucial para la industria farmacéutica, con grandes oportunidades y desafíos importantes. Aunque enfrentamos obstáculos como los inminentes vencimientos de patentes, la presión sobre los presupuestos de investigación y desarrollo (I+D) y los cambios en los paisajes de productos, soy optimista de que podemos aprovechar las oportunidades para lograr avances impulsados por nuevas tecnologías y llevar a los pacientes tratamientos que salvan vidas más rápido que nunca.

Cuatro áreas clave relacionadas con cómo 2025 puede ser un año clave de progreso para la industria farmacéutica incluyen: innovaciones disruptivas impulsadas por la IA, el compromiso del paciente, la actividad estratégica y las asociaciones, y la gestión de los vientos en contra de la industria.

Para 2025, se estima que el 30% de los nuevos medicamentos serán descubiertos utilizando IA, lo que representará una victoria tanto para las empresas biofármaceuticas como para los pacientes. De hecho, se ha demostrado que la IA reduce los plazos y los costos de descubrimiento de fármacos entre un 25% y un 50% en las etapas preclínicas. Como resultado, podemos identificar terapias exitosas antes y desviar recursos de aquellas que tienen pocas probabilidades de tener éxito.

La IA no es sólo otra herramienta para el análisis de datos; tiene el potencial de transformar por completo el proceso de descubrimiento y desarrollo de medicamentos, identificando posibles candidatos a fármacos y comprendiendo su eficacia.

Nos estamos moviendo hacia una era de tratamientos personalizados, que será facilitada enormemente por la IA. Los tratamientos personalizados serán impulsados por la IA, comenzando con los ensayos clínicos. Con el apoyo de análisis avanzados, ahora podemos identificar el grupo de pacientes óptimo basándonos en conjuntos de datos clave y biomarcadores.

Para acelerar la innovación, es fundamental fomentar una cultura de apertura, un deseo de aprender y una disposición para adoptar nuevas formas de trabajo. No podemos limitarnos a realizar pequeños pilotos. Necesitamos adoptar un enfoque transversal que atraviese toda la empresa para capturar verdaderos conocimientos libres de sesgos. La capacitación y la búsqueda del talento adecuado son esenciales, pero el éxito también requiere que las personas confíen en los datos, cambien sus patrones de toma de decisiones y actúen con urgencia y rapidez.

Lo que llamamos “IA accesible” —la IA utilizada en el trabajo diario— debe adoptarse a gran escala para mejorar la toma de decisiones. Los datos ofrecen perspectivas objetivas y la ventaja de la IA es que, cuanto más se utiliza, mejor se vuelve. La IA no reemplazará a los empleados, sino que ampliará las habilidades humanas, priorizando tanto el cociente intelectual como la inteligencia emocional.

En un mundo post-COVID, las personas están tomando cada vez más el control de su propia salud. Aprovechando las innovaciones tecnológicas, los pacientes se están involucrando más en sus trayectorias de bienestar. Las herramientas de salud en línea permiten a los pacientes participar activamente en su atención médica, mejorar la comunicación y permitir el seguimiento de síntomas en tiempo real. Los dispositivos portátiles empoderan a los pacientes al llevar aspectos de la atención médica a sus hogares, proporcionándoles datos útiles sobre su salud al alcance de sus manos.

La telemedicina y la atención médica a domicilio también están experimentando un aumento en la demanda. Según McKinsey, se estima que para 2025, servicios de atención por valor de 265 000 millones de dólares podrían trasladarse de las instalaciones tradicionales a los hogares. Esto es una victoria no solo para los pacientes, sino también para el medio ambiente: más atención en casa significa menos desplazamientos a las instalaciones de salud, reduciendo el consumo de combustible y la contaminación del aire.

Al adoptar tecnologías innovadoras, los proveedores pueden diagnosticar y gestionar enfermedades de manera más eficiente, aumentar el cumplimiento y mejorar los resultados de salud.

En 2025, podemos anticipar una continua colaboración y una actividad estratégica robusta. La financiación de capital de riesgo en biofarma fue fuerte en 2024, con el segundo trimestre de este año marcando un hito notable. Los niveles de financiación alcanzaron alturas no vistas desde el segundo trimestre de 2022. Los datos del segundo trimestre de 2024 revelaron un aumento sustancial, alcanzando los 9200 millones de dólares en financiación a través de 215 acuerdos, frente a los 7400 millones de dólares en el trimestre anterior, lo que refleja la creciente confianza de los inversores en el sector.

Las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) en biofarma también fueron robustas en 2024, y se espera que este impulso continúe en 2025. La actividad de M&A en la industria aumentó más de un 100% en el primer trimestre de 2024 en comparación con el primer trimestre de 2023. El gran volumen de M&A tiene el potencial de reforzar las carteras de productos, fortalecer la innovación con financiación suficiente y acelerar el tiempo de llegada al mercado.

Si bien hemos sido testigos de una gran innovación y progreso en el sector biofarma, también es importante abordar los vientos en contra que se avecinan.

Los costos de atención médica seguirán siendo un tema central. En Estados Unidos, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid tienen previsto seleccionar hasta 15 medicamentos adicionales de la Parte D para negociación antes del 1 de febrero de 2025, frente a los 10 medicamentos iniciales que se negociarán para 2026.

Los tratamientos de cura única tienen altos costos iniciales, pero ofrecen grandes ahorros para el sistema de salud a lo largo de la vida del paciente. Para hacer que estos tratamientos sean más accesibles y asequibles, necesitamos explorar nuevas formas de reducir los costos, lo que puede implicar cambios estructurales en los precios y la distribución de la atención médica.

Debemos trabajar juntos para pensar de manera diferente y ser disruptivos para mejorar los costos de atención médica. Esto puede incluir cambios en la manera en que los actores clave del sistema de salud interactúan para generar verdaderos beneficios para los pacientes.

Los riesgos seguirán surgiendo debido a contratiempos en las carteras de productos, interrupciones en la cadena de suministro y aranceles, entre otros factores. Para superar estos desafíos, debemos contar con procesos flexibles y adaptables para la gestión de riesgos y una respuesta rápida.

Al mirar hacia 2025, la industria biofarmacéutica se encuentra al borde de una era transformadora. Podemos lograrlo rompiendo patrones antiguos, moviéndonos rápidamente para adoptar nuevas tecnologías y fomentando la apertura y la colaboración.