¿Puede la tecnología climática salvar nuestras ciudades?

Las áreas urbanas contribuyen con el 70% de las emisiones globales de CO2 y consumen un asombroso 75% de la energía mundial. Este impacto está destinado a crecer debido a la rápida urbanización: para 2050, más de dos tercios de la población mundial, alrededor de 6,5 mil millones de personas, vivirán en ciudades. Esto pondrá una enorme presión sobre los recursos, exigiendo aún más energía e intensificando la huella ambiental de nuestras ciudades.

Si queremos un futuro resistente al clima, debemos transformar nuestras selvas de concreto en ecosistemas urbanos sostenibles y prósperos. Pero, ¿cómo llegamos allí y qué innovaciones revolucionarias lo harán posible?

La respuesta podría estar en el poder transformador de la tecnología climática.

La tecnología climática podría tener la clave para crear ciudades más habitables, resilientes y sostenibles. Entre 2020 y 2021, las inversiones en tecnología climática se dispararon a 56 mil millones de dólares. Sin embargo, los expertos estiman que el gasto global en la transición, incluyendo áreas como la renovación de edificios, podría alcanzar los 275 billones de dólares entre 2021 y 2050. Para reducir esta brecha de financiamiento será necesario contar con soluciones tecnológicas innovadoras que aceleren la descarbonización de nuestros entornos urbanos.

"Descarbonizar el entorno construido no es solo una oportunidad histórica de inversión, es nuestra oportunidad más prometedora para evitar que las temperaturas globales suban más de 2 grados Celsius, protegiendo el futuro de las generaciones venideras. La tecnología climática es el escenario perfecto de 'ganar-ganar'", dice Michael Beckerman, director general del grupo de capital de riesgo en tecnología limpia CREtech Climate Venture Coalition.

Stonly Blue, socio director y cofundador del fondo de inversión en etapas tempranas Third Sphere, agrega: "Una de las cosas más sorprendentes que hemos aprendido en nuestros 10 años en este campo es que las mejores inversiones climáticas no se parecen a las 'empresas climáticas'. Se parecen a grandes empresas de rápido crecimiento con clientes que las aman. Pero si investigas un poco, descubrirás que estas empresas generan uno o más beneficios planetarios por cada dólar de ingresos, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o una mayor resiliencia."

¿Dónde comenzamos? Entender y abordar el carbono incorporado ―las emisiones totales de gases de efecto invernadero generadas para producir los materiales de un edificio― es crucial. Este puede representar entre el 80% y el 90% de las emisiones anuales de un desarrollador inmobiliario, pero a menudo queda opacado por las emisiones provenientes de la calefacción, el aire acondicionado y la iluminación.

Tangible Materials, una startup de tecnología climática, colabora con desarrolladores inmobiliarios para evaluar la huella de carbono dentro de sus carteras de propiedades. "El creciente reconocimiento de los materiales de construcción como contribuyentes significativos a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, representando el 11%, ha llevado a un aumento de la atención regulatoria", explica Anneli Tostar, cofundadora y CEO de Tangible.

Desde Vancouver hasta Nueva Jersey e incluso Londres, se están implementando nuevas regulaciones para abordar el impacto ambiental de los materiales de construcción. Esto está obligando a los desarrolladores a reducir sus emisiones de carbono para cumplir con los estándares de construcción.

Alrededor del 60% de los edificios que existirán en 2050 aún no han sido construidos, por lo que las ciudades tienen una oportunidad y responsabilidad únicas para abordar el desarrollo de manera más inteligente, sostenible y resiliente. Esto significa crear sistemas de construcción que puedan resistir los desafíos futuros.

La madera recuperada puede reducir significativamente la huella de carbono de la madera y la demanda de nueva madera. Esto no sólo preserva los bosques, sino que también minimiza los desechos. El desafío radica en reciclar grandes cantidades de materiales de manera eficiente. Urban Machine, una empresa de tecnología climática, utiliza inteligencia artificial y robótica para quitar los sujetadores a granel de la madera, lo que permite reutilizarla en nuevas construcciones.

"Estamos en una misión para recuperar madera de los desechos de la construcción y demolición para que pueda ser utilizada nuevamente en edificaciones. A medida que nuestros edificios envejecen, proporcionan la única fuente de madera de crecimiento antiguo de alta calidad. Este material debe ser reutilizado para alojar a los residentes, en lugar de ser quemado o enterrado", dice Eric Law, fundador y CEO de Urban Machine.

Para descarbonizar nuestras ciudades, también debemos adoptar materiales de construcción innovadores, paneles solares, techos verdes y tecnologías climáticas basadas en la naturaleza. Estos avances reducen el consumo de energía y crean espacios que promueven la salud y el bienestar. Según el US Green Building Council, los edificios con certificación LEED están diseñados para ser un 25-30% más eficientes en energía que los edificios convencionales. Integrar el diseño biofílico, que incorpora elementos de la naturaleza en los espacios urbanos, mejora aún más la calidad de vida en la ciudad.

"Integrar más soluciones basadas en la naturaleza en las ciudades será cada vez más importante a medida que las poblaciones urbanas, y sus respectivas necesidades en cuanto a alimentos, agua y habitabilidad, aumenten en los próximos años. Atraer el capital necesario para hacer esto posible requerirá co-diseñar soluciones con una mezcla de partes interesadas de organizaciones comunitarias, municipios, operadores del sector privado y más", explica Mitch Rubin, Director de Innovación en el inversionista de tecnología climática sin fines de lucro Elemental Impact.

Los paneles biosolares y de techos verdes de Zauben ayudan a que los edificios se mantengan más frescos y reduzcan el uso de energía para la refrigeración, recortando los costos energéticos hasta en un 25%. Esta tecnología hidropónica es un 66% más liviana que los sistemas tradicionales de techos verdes y puede enfriar las superficies de los techos entre 30 y 40 grados Celsius. Esto combate el efecto de "isla de calor" que hace que las ciudades sean más calurosas que las áreas rurales cercanas.

La tecnología de construcción basada en la naturaleza puede descarbonizar significativamente las ciudades. Un reporte en la revista Nature sugiere que hacer más verdes solo el 35% de las áreas urbanas de la Unión Europea podría reducir las emisiones de CO2 hasta en 55,8 millones de toneladas anuales. Incorporar materiales de construcción basados en la naturaleza hace que las ciudades sean más cómodas para vivir, ayuda a limpiar el aire, mejora el aislamiento, reduce la contaminación y fomenta los ecosistemas fundamentales para que los hábitats prosperen.

Los innovadores Zauben y Urban Machine han sido impulsados por el Centre for Urban Transformation en colaboración con UpLink, la plataforma de innovación abierta del Foro Económico Mundial, como parte del desafío Yes SF. Pero la tecnología por sí sola no puede transformar las ciudades; el compromiso de la comunidad es esencial. Las ciudades pueden fomentar un sentido de pertenencia y responsabilidad al involucrar a los ciudadanos en la planificación urbana y en las iniciativas de sostenibilidad. Los programas educativos y los procesos de diseño participativo pueden empoderar a las personas para que contribuyan a los esfuerzos de sostenibilidad de su comunidad.

Políticas de apoyo y modelos de financiamiento innovadores son vitales para que la tecnología climática prospere. Los gobiernos y las organizaciones del sector privado también deben colaborar para crear incentivos para las inversiones verdes y garantizar que los marcos regulatorios faciliten el desarrollo sostenible, en lugar de obstaculizar.

La visión de ciudades sostenibles y resilientes está al alcance. Sin embargo, requiere un esfuerzo colectivo. Al aprovechar el poder de la tecnología climática, fomentar la innovación e involucrar a la comunidad y las políticas públicas, podemos cambiar la dirección frente al cambio climático y comenzar la próxima revolución para hacer nuestras ciudades más verdes.