Cómo construir ciudades positivas para la naturaleza – y un futuro sostenible y resiliente

Construir ciudades en armonía con la naturaleza es un deseo universal. Considerando las proyecciones de que el mundo agregará el equivalente a una ciudad de Nueva York cada mes durante los próximos 40 años, el sector de la construcción debe hacer su parte para conservar los recursos y construir mejor, con menos. Esto significa construir ciudades positivas para la naturaleza – y un futuro regenerativo.

Para lograr que el proceso de urbanización vaya acompañado de la restauración de la biodiversidad, el sector privado está encontrando nuevas formas de reducir la demanda de recursos utilizando prácticas de circularidad, y de contribuir a la restauración de la naturaleza. Para que este cambio del ecosistema continúe, las organizaciones públicas y privadas deben alinearse con esta visión y forjar alianzas en toda la cadena de valor de la construcción para ayudar a crear ciudades positivas para la naturaleza.

Las empresas tienen un papel activo que desempeñar en el desarrollo de una economía de bajas emisiones de carbono. En particular, el sector de la construcción tiene una gran oportunidad de contribuir más con la naturaleza a través de prácticas de circularidad. Los residuos de construcción y demolición pueden reutilizarse como áridos y en otras aplicaciones.

Las empresas que lideran este movimiento ya están demostrando lo que es posible lograr mediante el "enfoque de las 3 R": reducir, reciclar, regenerar.

Para reducir el impacto del sector en la biodiversidad, por ejemplo, las empresas de construcción pueden limitar el uso total de recursos naturales mediante diseños criteriosos, reducción de residuos de embalaje y minimización de errores de construcción. Pueden adoptar prácticas de economía circular, como la reutilización de residuos de demolición de hormigón y la mejora de la eficiencia energética de los edificios, por ejemplo. Algunas empresas también están adoptando prácticas de construcción que limitan el uso de agua, reutilizando el agua disponible y limitando la extracción de más agua subterránea. Estos esfuerzos forman parte del Mandato de la ONU sobre el agua, que exige a los signatarios el control de la calidad del agua y el tratamiento de las aguas residuales.

Para reciclar materiales y mantenerlos en el circuito de la construcción, las empresas líderes están poniendo en práctica soluciones e innovaciones que promueven la construcción circular. Esto significa construir mejor con menos y crear lo nuevo a partir de lo viejo. La tecnología puede ayudar a hacer un seguimiento del reciclado de materiales de demolición y convertirlos en nuevas soluciones para la construcción. Esto podría fomentar la reutilización de una cantidad significativa de materiales en una amplia gama de aplicaciones.

Para regenerar los ecosistemas y promover la naturaleza en las ciudades, las empresas pueden integrar el desarrollo de soluciones positivas para la naturaleza en sus actividades de investigación y desarrollo y en todas sus carteras. Por ejemplo, los nuevos tipos de materiales de construcción que integran hormigón denso y poroso pueden utilizarse para cultivar arrecifes artificiales, ayudando a restaurar ecosistemas marinos frágiles.

Hay tres contribuciones tempranas factibles que el sector privado podría hacer:

Los gobiernos locales deben sumarse a la transición, estableciendo regímenes de políticas favorables y proporcionando la infraestructura de apoyo para ampliar la adopción y el uso de materiales reciclados. Algunos gobiernos ya están intensificando su apoyo.

Zúrich exige, por ejemplo, que todos los edificios de propiedad pública se construyan con hormigón que contenga un 25% de materiales reciclados. ReLondon (una alianza entre la alcaldía de Londres y las autoridades distritales) también está tomando medidas para reducir el consumo anual de materias primas básicas en un 20% en las nuevas construcciones.

Para cosechar los beneficios de una economía circular, las políticas deben permitir una mayor colaboración en toda la cadena de valor, mejorando la señalización de la oferta y la demanda, e invirtiendo en sistemas de contratación pública y educación para aumentar el impacto. Tres contribuciones que los agentes públicos pueden hacer para lograr un entorno construido más positivo para la naturaleza son las siguientes:

El nuevo informe Nature Positive: Guidelines for the Transition in Cities (Positivas para la naturaleza: Directrices para la transición en las ciudades), del Foro Económico Mundial en colaboración con Oliver Wyman, contiene más orientaciones sobre cómo lograr estos objetivos.

Adoptando medidas clave como estas, las organizaciones de los sectores público y privado pueden garantizar el apresto de todo el entorno habilitante para construir ciudades positivas para la naturaleza – desde la creación de marcos políticos hasta la oferta de incentivos financieros y la construcción de las infraestructuras necesarias.