Cómo los fondos soberanos y el capital privado pueden contribuir al desarrollo de las infraestructuras sanitarias

A medida que nuestro planeta supera los 8.000 millones de habitantes, la necesidad de contar con sistemas de atención sanitaria sólidos es primordial. Tanto los fondos soberanos de inversión como las instituciones de capital privado tienen una oportunidad sin precedentes de desempeñar un papel vital en la configuración del futuro de las infraestructuras de atención médica.

En esta era de cambios demográficos y avances tecnológicos, el papel de la inversión privada, especialmente de los fondos soberanos, en la construcción de un sistema de salud más resistente es fundamental. Su importancia radica en que la calidad de las infraestructuras afecta a cada ser del planeta.

Las infraestructuras son la columna vertebral de una economía y una sociedad sanas. Sin embargo, la brecha entre lo que se necesita y la financiación actual crece a medida que la población crece y envejece.

Las Naciones Unidas prevén que el número de personas mayores de 65 años se habrá multiplicado por más del doble de aquí a 2050, lo que ejercerá una enorme presión sobre los sistemas de atención sanitaria actuales. Solo los países en desarrollo se enfrentan a una asombrosa necesidad anual de 2,4 billones de dólares en los próximos siete años para hacer frente a las crisis sanitarias, el cambio climático y los conflictos.

Las infraestructuras sanitarias, en particular, requieren una importante asignación de capital, ya que históricamente han estado escasamente financiadas. Con el cambio demográfico, la inversión en investigación, innovación y personal sanitario cualificado y competente es cada vez más crucial.

Superar este déficit de inversión es esencial para la resiliencia de la sanidad pública y los avances médicos.

Los EAU están experimentando una transición demográfica que refleja tendencias mundiales más amplias. Se prevé que el número de personas mayores de 60 años se multiplique por más de seis entre 2020 y 2050. Como la esperanza de vida mundial y nacional sigue aumentando, las implicaciones para los sistemas sanitarios y la sociedad en la que funcionan son profundas.

El gobierno de los EAU está abordando proactivamente estos cambios demográficos mediante la ampliación y el fortalecimiento de su sistema nacional de salud. Su compromiso es evidente, ya que se prevé que el gasto sanitario nacional alcance los 34.000 millones de dólares en 2027. Las inversiones incluyen instalaciones de vanguardia como la Ciudad Médica Sheikh Shakhbout, asociaciones internacionales con Johns Hopkins e iniciativas de investigación y desarrollo. El trabajo realizado por los EAU sentará las bases para garantizar un futuro saludable a las generaciones venideras.

Junto a los esfuerzos de los gobiernos, el capital paciente tiene un papel vital que desempeñar a largo plazo. Al entender que las infraestructuras son algo más que activos y edificios, los fondos soberanos de inversión pueden ayudar a desbloquear el potencial social y económico. Pueden contribuir significativamente invirtiendo directamente en instalaciones médicas, tecnología e investigación, mejorando en última instancia la calidad y accesibilidad de la asistencia sanitaria. La inversión de fondos soberanos ha desempeñado, y lo seguirá haciendo, un papel crucial en la transformación del sistema médico de los EAU.

ADQ, una inversora soberana con sede en Abu Dhabi, ha realizado notables inversiones en el sector sanitario. Su adquisición de participaciones en proveedores sanitarios privados contribuye a ampliar las infraestructuras del sector y a mejorar la calidad y el acceso a los servicios. Durante la pandemia, PureHealth, uno de los principales inversores y operadores sanitarios de la cartera de ADQ, desempeñó un papel fundamental en la gestión de un gran volumen de pruebas de COVID-19, esenciales para controlar la propagación del virus.

La búsqueda de una mejor calidad de vida está ligada a los avances en las biociencias y la investigación centrada en la longevidad. El objetivo de estos campos es prolongar la vida sana y reducir la carga que los problemas de salud relacionados con la edad suponen para los sistemas sanitarios. Los EAU han reconocido este potencial y se están convirtiendo rápidamente en un centro de innovación médica y turismo sanitario. Un ejemplo es Arcera, una empresa pionera en ciencias de la vida que ADQ ha creado recientemente. Arcera se centra en forjar asociaciones estratégicas para hacer frente a la creciente demanda de terapias cruciales.

El enfoque de los EAU en materia de infraestructuras sanitarias, caracterizado por asociaciones estratégicas, inversiones en investigación e instalaciones de vanguardia, sirve de modelo de cómo el capital soberano y el privado pueden mejorar la prestación de servicios de atención sanitaria y la innovación. Esta narrativa no se limita a Oriente Medio, sino que resuena en todo el mundo. Desde Asia hasta América, los inversores reconocen cada vez más que las infraestructuras son una clase de activos con importantes beneficios sociales y económicos.

La convergencia de esta inyección de capital con las necesidades de desarrollo de las infraestructuras sanitarias no es solo una oportunidad, sino un imperativo estratégico. Podemos preparar el terreno para unos sistemas sanitarios sostenibles satisfaciendo la evolución de la demanda demográfica. La integración estratégica de esta forma de inversión en los proyectos de infraestructuras sanitarias es esencial para la salud y la prosperidad continuas de nuestra comunidad mundial. El futuro de la atención sanitaria depende de que actuemos hoy con decisión.