Las superpotencias de los frutos rojos: ¿Cómo Perú y México multiplicaron su producción de bayas en 10 años?

Carlos Gereda no sabía lo que se traía entre manos cuando en 2006 trajo de Chile unos arándanos a Perú.

Quería saber si crecerían en su tierra natal. No tenía ni idea de que su sencillo experimento ayudaría a convertir a Perú en el principal exportador de arándanos del mundo.

Todo esto ocurrió en poco más de una década, al mismo tiempo que México ascendía en la clasificación de exportaciones de frambuesas y rivalizaba con el líder del mercado, Rusia. Una combinación de clima y astutos empresarios ha llevado a los países latinoamericanos al estrellato de las bayas.

Su fuerte aumento de la producción frutícola podría servir de lección a otros países en medio del creciente temor por la seguridad alimentaria tras la invasión rusa de Ucrania. El informe de septiembre de 2022 de los economistas jefe del Foro Económico Mundial advierte de que los precios de los alimentos seguirán subiendo en los próximos años.

El informe añade que la inversión en nuevas fuentes de alimentos será esencial para garantizar el abastecimiento futuro.

El auge de la producción y exportación de arándanos en Perú se vio respaldado por la inversión de algunos de los principales procesadores de fruta del país.

Gereda importó 14 variedades de plantas de arándanos de Chile y descubrió que cuatro prosperaban. Esto aumentó la producción de apenas 30 toneladas en 2010 a más de 180 000 toneladas al año, convirtiendo a Perú en el segundo mayor productor mundial después de Estados Unidos. Los arándanos son ahora un negocio de 1000 millones de dólares al año en Perú.

Los arándanos son un gran negocio en todo el mundo. Según la analista Index Box, el mercado de los arándanos alcanzó un valor de 8300 millones de dólares en 2021 y crecerá "significativamente" durante el resto de la década, con una demanda que superará los 2 millones de toneladas anuales en 2030.

La corazonada de Gereda de que el clima peruano sería adecuado para los arándanos ha dado sus frutos, en parte gracias al clima favorable del país. Pero el cambio climático también ha afectado al ascenso de México como superpotencia de las bayas.

Los expertos predicen que México podría superar a Rusia como principal exportador de frambuesas, con un aumento de las exportaciones en enero-marzo de 2022 del 22,5% respecto al año anterior. El cambio climático permite a los agricultores mexicanos cosechar en invierno, cuando los precios son más altos.

En total, la producción mexicana de frambuesas se ha multiplicado por 128 en sólo 20 años, pasando de solo 6 toneladas en 1986 a más de 146 000 toneladas en 2020, favorecida por el cambio climático que permite a los agricultores cultivar arándanos en otoño, invierno y primavera.

México también produce el 10% de las fresas del mundo y es el tercer productor mundial. La producción en 1961 era de unas 25 000 toneladas, pero en 2020 el país producía 558 000 toneladas.

Las exportaciones totales de bayas suponen 3000 millones de dólares al año para México, lo que convierte a las bayas en la tercera exportación alimentaria más valiosa del país después de la cerveza y los aguacates, superando incluso al tequila y el mezcal juntos.