Día Mundial de la Alimentación: Qué es y por qué es más importante que nunca

El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este año el 16 de octubre, es un recordatorio anual de que la inseguridad alimentaria y la malnutrición siguen estando muy extendidas y están a punto de empeorar debido a una serie de amenazas actuales, como el cambio climático, la inflación, los conflictos geopolíticos, etc.

Esto es lo que hay que saber sobre el Día Mundial de la Alimentación y por qué es más importante que nunca.

El Día Mundial de la Alimentación se celebra el 16 de octubre de cada año. Conmemora la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en 1945. Cientos de actos y actividades de divulgación en todo el mundo reúnen a gobiernos, empresas, público y medios de comunicación para promover la concienciación y la acción en favor de quienes padecen hambre.

El tema de este año es "No dejar a nadie atrás". La FAO afirma que el acceso y la disponibilidad de alimentos nutritivos se ven cada vez más obstaculizados por los actuales desafíos mundiales. El problema es especialmente grave para el 80% de las personas clasificadas como "extremadamente pobres" que viven en zonas rurales. Son los más afectados por las catástrofes naturales y de origen humano. Algunos son también marginados por su género y origen étnico.

De cara al Día Mundial de la Alimentación, la FAO afirma: "Ante las crisis mundiales, se necesitan más que nunca soluciones globales. Al aspirar a una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida, podemos transformar los sistemas agroalimentarios y construir mejor hacia adelante mediante la aplicación de soluciones sostenibles y holísticas que consideren el desarrollo a largo plazo, el crecimiento económico inclusivo y una mayor resiliencia."

Las estadísticas humanas son duras. Casi una de cada 10 personas en el mundo está desnutrida, según las Naciones Unidas. A nivel mundial, alrededor de uno de cada cinco niños menores de cinco años sufría de retraso en el crecimiento en 2020, muchos de ellos como resultado de una nutrición inadecuada. Mientras que una quinta parte de los habitantes de África pasó hambre el año pasado.

El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo en 2022, señala que el hambre en el mundo aumentó el año pasado. Estima que hasta 828 millones de personas en el mundo se vieron afectadas por el hambre en 2021. Afirma que esto refleja "desigualdades exacerbadas entre los países y dentro de ellos debido a un patrón desigual de recuperación económica entre los países y a las pérdidas de ingresos no recuperadas entre los más afectados por la pandemia del COVID-19".

La FAO también señala que las proyecciones indican que 670 millones de personas seguirán pasando hambre en 2030. Esto supone el 8% de la población mundial -y el mismo número que cuando se lanzó su Agenda 2030 en 2015- y a pesar del propio Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de "hambre cero" para finales de esta década.

La ONU define la seguridad alimentaria cuando una persona tiene "acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos que satisfagan sus necesidades dietéticas y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y saludable". El informe de la FAO señala que 2 300 millones de personas en todo el mundo padecían inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, mientras que el 11,7% de la población mundial se enfrentaba a la inseguridad alimentaria en niveles graves, una proporción creciente que refleja el deterioro de la situación. Más de tres mil millones de personas en todo el mundo no podían permitirse una dieta saludable en 2020.

La ONU afirma que el aumento de la inflación, agravado por la pandemia del COVID-19 y conflictos como el de Ucrania, también han provocado una peligrosa escasez de alimentos para las personas más pobres del mundo. Dice que Ucrania y la Federación Rusa suministran el 30% y el 20% de las exportaciones mundiales de trigo y maíz, respectivamente, además de ser los principales exportadores de fertilizantes. Al menos 50 países importan de ellos alrededor de un tercio de su trigo, y muchos países africanos y menos adelantados (PMA) importan hasta el 50%. Según la ONU, el conflicto ha provocado una súbita y brusca reducción de las exportaciones de Ucrania.

La FAO afirma que ha llegado el momento de que los gobiernos reevalúen su apoyo a la alimentación y la agricultura. Afirma que, a nivel mundial, esto supuso una media de casi 630 000 millones de dólares estadounidenses al año entre 2013 y 2018. Sin embargo, la FAO afirma que "la mayor parte se dirige a los agricultores de forma individual, a través de políticas comerciales y de mercado y subsidios fiscales vinculados en gran medida a la producción. Gran parte de este apoyo no sólo distorsiona el mercado, sino que no llega a muchos agricultores, perjudica al medio ambiente y no promueve la producción de alimentos nutritivos."

La organización también señala que las intervenciones comerciales y de mercado pueden socavar la asequibilidad y disponibilidad de alimentos nutritivos y saludables. En muchos países, los subsidios se centran en los alimentos básicos, desalentando así los productos básicos menos subvencionados, como las frutas, las verduras y las legumbres. Por ello, la FAO pide que las ayudas públicas se reutilicen para ayudar a las personas a acceder a alimentos nutritivos más asequibles.

El Foro Económico Mundial estima que se necesitará un 60% más de alimentos para alimentar al mundo en 2050. Sin embargo, el sector agrícola mundial está mal equipado para satisfacer esta demanda. Por eso el Foro lanzó en 2018 su plataforma Innovación con Propósito. Se trata de una asociación a gran escala que facilita la adopción de nuevas tecnologías y otras innovaciones para transformar la forma en que producimos, distribuimos y consumimos nuestros alimentos. La plataforma está trabajando con más de 50 instituciones asociadas y 1.000 líderes de todo el mundo para aprovechar las tecnologías emergentes para hacer que nuestros sistemas alimentarios sean más sostenibles, inclusivos y eficientes.