Economía circular en Europa: situación y cómo está evolucionando
Image: REUTERS/Adnan Abidi (INDIA - Tags: BUSINESS POLITICS ANIMALS) - GM1EA34027B01
La economía circular es una posible solución al modelo lineal, de hoy en día, que consiste en explotar recursos naturales, transformar, producir, consumir y desechar sin dar una segunda vida.
Es decir, se desvincula el crecimiento del consumo de materias y energías no renovables, cerrando el ciclo. Pero la economía circular responde a los principios de sustentación, y su origen en Europa fue el Plan de acción de economía circular en diciembre de 2015.
Nos podemos preguntar: ¿La Unión Europea puede conseguir el objetivo de convertirse en una economía circular?
La Comisión Europa adoptó la economía circular para poder dar impulso al empleo, crecimiento económico, a la inversión y para poder desarrollar una economía sin carbono, por tanto, se puede considerar eficiente en el uso de los recursos.
El diseño circular de productos y procesos consiste en producir de manera mucho más eficiente a lo largo del ciclo de vida de un producto. El uso de etiquetas energéticas y diseño de productos circulares contempla la eficiencia de los materiales: disponibilidad de piezas, facilidad de reparación y tratamiento del producto final en su vida útil.
El diseño circular también se puede considerar en procesos industriales a través de la eficiencia energética de renovables y el uso de materiales reciclados, así como la aplicación de la reducción y reutilización de residuos y productos químicos.
Los usuarios tienen un papel fundamental para realizar una transición hacia una economía que se considere circular. Este proceso necesita un compromiso de los usuarios para cambiar sus habitos de consumo.
Esto se puede conseguir a través de la información de la ecoetiquetas y la información de la durabilidad y reparabilidad de los productos, permitiendo a los usuarios elegir por diferentes opciones que sean más sostenibles para el medioambiente. Podemos meter en el mismo saco la prevención del despilfarro alimentario.
Como regla general, la Economía circular apuesta por adquirir servicios y no productos, es decir, si viajamos en el metro, estamos comprando un billete y no estamos comprando un vagón de metro, lo nos lleva a desmaterializar la economía y realizar una apuesta por los servicios compartidos.
Por otra parte, se debe potenciar que los residuos que se generen se vuelvan recursos para la sociedad. Es decir, el paquete de medidas de la Comisión Europea para el 2030, es que el 70 por ciento de los residuos de envases y, para el 2035, estable que el 65 por ciento de los residuos a nivel local se reciclen, mientras se eliminan el 10 por ciento de los vertederos.
Se da una prórroga de 5 años a Grecia, Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Rumania, Eslovaquia y Bulgaria por tener los peores índices reciclaje en la Unión Europea.
La estrategia de la Unión Europea para el tema de los plásticas en la economía circular se centra en los envases que no siguen un proceso para que sean reciclables, incluyendo los microplásticos derivados de estos y de otros productos procedentes de los seres humanos.
Por tanto, la estrategia dela Unión Europea representa un enfoque de ciclo de vida específico del material para integrar un sistema de ecodiseño, reutilización y reciclaje dentro de las cadenas de valor de productos que contengan plásticos. La Unión Europea ha marcado el objetivo para el 2030 que los envases de plásticos sean reutilizables o reciclables.
Claramente que este objetivo no va a ser fácil de lograr, ya que se necesitan muchos más esfuerzo para llegar a conseguirlo y, en concreto, se necesitan asegurar que 10 millones de toneladas de plásticos reciclados se utilizaran en nuevos productos para el 2025.
No obstante, según las recicladoras la demanda de plásticos que sean reciclables llegarán a los 6,2 millones de toneladas para el 2025, al ritmo que se está realizando actualmente. Esto indica una diferencia en los datos que se deberá acercar con el esfuerzo de los usuarios y mayor inversión en infraestructuras de recogida y clasificación.
Todos los datos presentados en este artículo tienden hacía nuevos modelos de negocios circulares, basados en un uso compartido, la reutilización, el reciclaje, la eficiencia energética y de los materiales y los nuevos hábitos de consumo. Con esto se podría disminuir las emisiones de gases invernadero y así Europa podría convertirse en una economía circular.
Para conseguir este objetivo, tendremos que potenciar un trabajo conjunto entre empresas, administraciones y consumidores, de manera que al disminuir costes de producción, se apoyan nuevas formas de comercio.
Esta circularidad y sostenibilidad en el suministro, uso y tratamiento de las materias primas podrá garantizar la igual de condiciones con los competidores industriales y se ponga en marcha una producción de baja emisión de gases contaminantes.
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