¿Con qué soñaban los impulsores de internet? (y qué ha sido de su sueño)
Image: REUTERS/Florence Lo/Illustration - RC1DF135F820
El fin de la neutralidad en internet en EE UU ha movido los cimientos de una red que se creó con un firme propósito de apertura con vocación de accesibilidad universal. La filosofía y los valores que promovieron entonces sus impulsores se han preservado de mejor o peor manera con el paso del tiempo. Repasamos algunas de los ideas que defendieron quienes ayudaron a conformar internet tal y como lo conocemos —huyendo de las empresas que se han centrado en generar beneficios— para ver hasta qué punto la red se ha alejado de los principios que la han visto crecer.
Aaron Swartz fue un niño prodigio que nunca dejó de luchar a favor de la libertad de información. Con 14 años, comenzó a colaborar con una comunidad de desarrolladores de software en el estándar RSS, el sistema para compartir información que utilizan diarios digitales, blogs y redes sociales en la actualidad. También ayudó a hacer despegar al agregador de contenidos Reddit, una de los diez páginas más visitadas del mundo y a desarrollar la iniciativa Creative Commons.
A los 22 años, publicó en internet el manifiesto Guerrilla Open Access, en el que definía el intercambio de conocimiento en la red como un imperativo moral. En su opinión, la ciencia es patrimonio de la humanidad y debería ser accesible gratuitamente a cualquier persona, por derecho y para fomentar la innovación. Los estudiantes, científicos y bibliotecarios que tienen el privilegio de poder acceder a una serie de recursos digitales, tienen el deber de compartirlos con el mundo.
“¿Forzar a académicos a pagar dinero para leer el trabajo de sus colegas? ¿Escanear bibliotecas enteras pero sólo permitir que la gente de Google los puedan leer? ¿Proveer artículos científicos a una élite de universidades del primer mundo, pero no a los niños del sur del mundo? Esto es indignante e inaceptable”, escribía.
Su solución pasaba por establecer una red de ciberactivismo. Este joven programador incitó a quienes le seguían a coger la información de donde estuviera almacenada, copiarla y distribuirla; comprar bases de datos privadas y hacerlas públicas; encontrar material que ya no tenga copyright y subirlo a librerías abiertas. Y fue el primero en llevarlo a cabo. En el momento de su muerte (Swartz se suicidó en su piso con apenas 26 años), se encontraba en medio de un proceso judicial por utilizar la red del MIT para descargar miles de publicaciones científicas y colgarlas en internet para que fueran accesibles gratuitamente.
Lawrence Lessig, buen amigo de Swartz y cofundador de Creative Commons, también ha criticado las leyes de derechos de autor en numerosas ocasiones, alegando que ahogan la creatividad. Este abogado especializado en derecho informático sostiene que regulan las copias sin valorar que algunas pueden estar pensadas para su reedición.
El hecho de que no se pueda evitar la copia del arte no debe entenderse como algo negativo, sino como una oportunidad. Linus Torvalds, fundador del sistema operativo Linux, comparte esta filosofía: “solo los débiles hacen copias de seguridad en cintas, los hombres de verdad suben sus cosas a un servidor FTP y dejan que el resto del mundo las replique”.
Bajo el mismo ideal de democratizar el conocimiento, nació Wikipedia en 2001. Su fundador, Jimmy Wales, se ha pronunciado en contra del derecho al olvido en internet porque su ejecución está en manos de Google. “Nos encontramos en la tesitura de tener que pedirle a una compañía privada que tome la decisión final en un asunto fundamental para la sociedad”, expuso hace unos años en una entrevista para XL Semanal.
El problema para el cofundador de Wikipedia está en el frágil equilibrio entre la privacidad que se pretende proteger y la libertad de expresión. La falta de transparencia en los algoritmos y directrices corporativas pone en riesgo la neutralidad de la red dejando el filtro en manos del intermediario.
Wales añade otro punto al debate y defiende la otra cara de la moneda. Entiende que, lo que algunos pueden ver como una violación de la privacidad, puede ser también parte del derecho de la gente a estar informada. “Conocer la historia es un derecho humano. Lo peor que puede hacer una persona es tratar de forzar el silencio de otra", afirmó durante la presentación del primer Informe de transparencia de su compañía, en 2014.
Con motivo del 28 aniversario del nacimiento de la World Wide Web, su creador, Tim Berners-Lee, publicó un artículo en el que hablaba de los problemas que asolan internet en la actualidad. Sus principales preocupaciones giran en torno a la pérdida de control sobre los datos personales y la ausencia de filtros eficientes de veracidad de la información.
El conocido como padre de internet no se contenta con airear los males: propone algunas soluciones y trabaja en otras para devolver a la red su orientación inicial poniendo el poder en manos de los usuarios. Respecto al auge de noticias falsas, insta a Facebook y Twitter a intensificar su batalla contra ellas, pero previene del riesgo de crear una comisión que dicte lo que es verdad por posibles sesgos partidistas. En su lugar, anima a estas y otras plataformas a utilizar algoritmos más transparentes.
Berners-Lee colabora con el MIT en Solid, una iniciativa de internet descentralizado por medio de blockchain mediante la cual los internautas pueden elegir qué datos comparten con las plataformas que visitan. “Imagina que todas las aplicaciones que ejecutas apuntan a datos que tú controlas”, explicó en una entrevista al instituto tecnológico. “Sería una manera emocionante de navegar”.
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