Brecha económica de género en Argentina

Argentina celebra 70 años desde el 9 de septiembre de 1947, cuando el Congreso otorgó a las mujeres el derecho al voto. Este es solo uno de los muchos derechos por los cuales las mujeres han luchado y logrado con el tiempo.

Si bien ha habido un gran avance hacia la igualdad de género, es de conocimiento público que en algunos contextos persiste la desigualdad entre hombres y mujeres.

Durante un largo período de tiempo, las mujeres han sido marginadas de la sociedad, y hay países donde esto aún hoy continúa. Se han adaptado a modelos de sociedad dominados por hombres, en lugar de contribuir con la riqueza que es particular de las mujeres.

El mundo necesita hombres y mujeres que trabajen juntos en todos los aspectos de la vida. Ambos son importantes, no podemos reemplazar a unos por los otros. Necesitamos entender que el liderazgo no es ni femenino ni masculino. Tiene la identidad, la huella de quien lo usa.

Ciertamente, las cualidades femeninas ayudan a construir una cultura más humana y esa es una de las razones por las cuales su contribución a la vida pública es tan importante. Su colaboración beneficia la vida social, económica y política.

Por ejemplo, se ha demostrado que contratar mujeres y colocarlas en altos cargos genera grandes beneficios para las empresas. Según el Fondo Monetario Internacional, las empresas que han contratado a más mujeres han mostrado un aumento del 34 % en sus ganancias.

De la misma manera, se ha demostrado que una mayor participación de las mujeres en la fuerza de trabajo podría incrementar el PIB mundial en hasta 12 billones de dólares. Sin embargo, más de la mitad de las empresas en Argentina no tienen mujeres en puestos directivos altos. Debemos cambiar ese porcentaje por el bien de todos.

Además, necesitamos mujeres que participen en la formulación de las políticas públicas. En este sentido, me enorgullece decir que el Congreso Nacional Argentino se encuentra entre los 20 con mayor porcentaje de participación de mujeres (ocupa el decimosexto lugar de los 193 parlamentos) y tenemos muchas otras figuras femeninas que han sido electas para ocupar cargos importantes. Hoy, podemos decir que el 40 % del PIB nacional de Argentina es administrado por mujeres.

Necesitamos que las mujeres participen en todos los aspectos de la vida porque sus cualidades pueden contribuir a resolver los graves problemas actuales, como la migración, los servicios sociales, el consumo de drogas, la atención médica y el medio ambiente. En todas estas áreas, una mayor presencia de mujeres en la sociedad será de gran valor y ayudará a resaltar las contradicciones presentes cuando la sociedad está organizada únicamente conforme a los criterios de eficacia y productividad.

Además, se reconoce que las mujeres tienen una capacidad intuitiva más aguda, una mayor capacidad de comunicación, empatía, flexibilidad y organización que generan transformaciones sociales que benefician a todos. Quizás más que los hombres, las mujeres reconocen a la persona, porque ven a las personas con sus corazones. Tienen la facilidad de ver a las personas sin considerar su ideología o ideas políticas. Reconocen la grandeza y las limitaciones de los demás; e intentan buscar formas para ayudar a otros.

Hoy en día, uno de los mayores problemas de la sociedad es la violencia contra las mujeres y las niñas. Muchas de ellas aún se encuentran en situaciones muy difíciles, despreciadas, marginadas, sexualmente hostigadas e incluso reducidas a la esclavitud. Los hombres y las mujeres debemos unirnos para erradicar definitivamente cualquier tipo de agresión hacia las mujeres. Debemos trabajar juntos, inculcar los valores del respeto y la solidaridad a través de la educación, y comprometernos con las víctimas.

El potencial de las mujeres es enorme y se ha demostrado de muchas maneras. Si la mitad del talento del mundo no se integra, el mundo no progresará como debería. No despreciemos la oportunidad que tenemos hoy para hacerlo y hagamos el cambio que queremos ver.