China trabaja en la prohibición de la venta de los vehículos que usan gasolina y diesel
Image: REUTERS/Gleb Garanich
Mientras los fabricantes van reforzando sus líneas de coches eléctricos y las redes de cargadores se van extendiendo, tanto los estándar como los superchargers para los Tesla, algunos gobiernos ponen de su parte para que ese utópico horizonte de unas carreteras al 100% con vehículos con energías limpias llegue antes. A Noruega, Francia y alguno más ahora se une China con su intención de prohibir los vehículos que usen combustibles fósiles.
El país más poblado del mundo tiene un peso importante en el mercado del automóvil, con lo cual este movimiento afectaría tanto al medio ambiente del país como a esta industria, estando dirigido tanto a fabricantes nacionales como extranjeros. La decisión fue comunicada el sábado por el vice-ministro de industria y tecnología de la información, Xin Gobin, en un foro dedicado a la industria del automóvil en Tianjin.
Según trasladan en Bloomberg, explicaba Guobin que el gobierno chino está trabajando con otros organismos y empresas para establecer una hoja de ruta para acabar con la producción y venta de los vehículos que utilizan este tipo de combustibles. La nación ya puso fecha el año pasado para una reducción de las emisiones de óxidos de carbono en 2030, para lo cual la puesta en marcha de esta prohibición sería un buen empujón.
La decisión se produce tras otras determinaciones similares por parte de Noruega, Francia, Reino Unido, los Países Bajos e India, países que sí han puesto un año aproximado de realización (2025 para Noruega y Países Bajos, 2030 para India y 2040 para Francia y Reino Unido). Aunque aún se está estudiando de qué maneras se llevará a cabo, dado que de momento se plantea la prohibición de venta pero no de circulación, y en el caso de los Países Bajos había oposición por parte de algunos partidos.
Tras décadas de crecimiento industrial y la extensión de los vehículos que funcionan con combustibles fósiles hemos cargado la atmósfera de monóxido y dióxido de carbono y otros gases cuyas consecuencias son malas tanto a corto como a largo plazo. De ahí que haya una relación entre el índice de producción de esos gases y la potencia de la economía de un mismo país, siendo "campeones" en esto Estados Unidos y China, los cuales son responsables del 40% de los gases contaminantes emitidos a nivel mundial según Naciones Unidas.
Como hemos comentado antes (y recuerda también la nota de la ONU), China se comprometió a reducir estas emisiones para 2030, especificando un compromiso de "disminuir las emisiones de dióxido de carbono por unidad de GDP en un 18% en los próximos cinco años" (desde 2016) intentando alcanzar la meta antes. Para la prohibición de los vehículos a gasolina y diesel no hay fecha, pero se habla de que llegaría después de 2040.
Las metas del otro país rey en producción de gases contaminantes son bastante distintas. Si el año pasado París era el escenario para ver un refuerzo de compromiso por parte de China y los Estados Unidos bajo el mandato de Obama, los de Trump cambiaron totalmente de tercio con el rompiendo con el Acuerdo de París.
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