¿Cómo conseguir más ofertas de trabajo? Teniendo un empleo
Image: REUTERS/Ivan Alvarado -
Hace unos meses conté aquí que estaba disfrutando de una estancia en Italia. Pues ahora tengo la suerte de estar pasando una temporada en Barcelona. Los grandes atractivos de la ciudad (*) generan un enorme flujo de turistas, como apuntó Libertad hace unas semanas. Para mí, como turista accidental académico, la ciudad tiene otro gran atractivo: el Barcelona GSE Summer Forum que organiza cada año la Barcelona Graduate School of Economics (como también nos contó la propia Libertad). La edición de este año ha incluido 26 conferencias académicas ("workshops"), de 2 o 3 días cada una, con ponentes de primera fila internacional y con asistencia gratuita. Un lujo.
En la presentación de un trabajo de Jason Faberman, Andreas Mueller, Ayşegül Şahin y Giorgio Topa, incluida en una de las conferencias (SaM) de este foro, aprendí mucho sobre la búsqueda de trabajo por parte de los ya empleados. El trabajo se basa en la encuesta de expectativas de los consumidores que realiza el Federal Reserve Bank of New York y que pregunta a las personas una vez al año por su búsqueda de empleo. Los datos se refieren al periodo 2013-2015.
Esta información es muy interesante, pues la encuestas tradicionales, como la Encuesta de Población Activa (cuestionario), concentran las preguntas sobre búsqueda casi exclusivamente en los parados. Pero resulta que, en Estados Unidos, casi una cuarta parte (el 23%) de los empleados está buscando trabajo y otro 6% no busca activamente pero aceptaría otro empleo si se lo ofrecieran.
Como se puede ver en el cuadro siguiente, los parados dedican a buscar trabajo el doble de horas a la semana que los empleados que están buscando y envían el doble de solicitudes de empleo a las empresas (la última columna muestra la diferencia porcentual entre ambos grupos):
Sin embargo, los empleados que buscan trabajo son contactados casi un 50% más que los parados y, en particular, dos tercios más por empresas... ¡a las que no han solicitado empleo! Como resultado, la "eficiencia" de la búsqueda de los empleados es mucho mayor que la de los parados: por cada solicitud enviada, son contactados un 150% más por las empresas y reciben el doble de ofertas.
La distribución de los resultados está, por tanto, sesgada a favor de los empleados, busquen o no. Como muestra el cuadro siguiente, los parados envían casi el 40% de las solicitudes de empleo a empresas aunque suponen algo más del 7% de la población. Sin embargo solo representan el 14% de los trabajadores contactados, frente al 83% de los empleados, y el 22% de los entrevistados frente al 75% de los empleados (la diferencia hasta 100 corresponde a los inactivos). Es más, a los parados el proceso de selección les sale peor, pues obtienen el 16% de las ofertas de empleo, frente al 75% de los empleados.
Sorprende el caso de los empleados que no buscan trabajo, que se llevan el 44% de los contactos no solicitados y el 26% de las ofertas de empleo. También es interesante que los empleados que buscan obtengan el 56% de los contactos que hacen las empresas por recomendación de otras personas y los parados solo capten el 16%. La búsqueda de trabajo a través de familiares y amigos, y las recomendaciones de otros trabajadores son muy importantes, pero parece que están menos disponibles o son menos efectivas en el caso de los parados.
Los autores encuentran asimismo que, una vez se tiene en cuenta un buen número de características de los trabajadores y de su puesto de trabajo anterior, aquellos que son contratados tras pasar por el paro cobran salarios menores en una quinta parte que los de quienes dejaron su empleo voluntariamente. A medio camino están quienes son despedidos pero saltan directamente de un empleo a otro sin pasar por el paro, cuyo salario es un 10% mayor que el de los contratados desde el paro. Todo ello que sugiere la existencia de un "estigma" por haber estado parado.
En suma, a igualdad de características (observables), las empresas prefieren contratar a trabajadores ya empleados, de los que esperan obtener un mayor rendimiento, aunque tengan que pagarles más que a quienes están parados.
Desde el punto de vista del trabajador, por comparación con estar parado, tener un empleo no es valioso solo por el salario y las demás condiciones de trabajo del empleo actual, sino también por la mayor probabilidad de encontrar empleos mejores en el futuro (es la llamada escalera de empleos o, en inglés, "job ladder"). No obstante, pensando en España, esto sucede en mucha menor medida en el caso de los empleos temporales.
En la medida en que sean aplicables a nuestro país, estos resultados pueden ayudar a explicar por qué la tasa de salida del paro cae con la duración (como contamos aquí), lo que puede acabar generando altas tasas de paro de larga duración. Razón de más para limpiar y modernizar las políticas activas de empleo.
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