La deuda pública aumenta en casi 1.500 euros por segundo
Image: REUTERS/Sergio Perez
Recientemente el Banco de España publicó los datos de deuda de nuestras Administraciones Públicas correspondientes al mes de marzo y, como viene siendo habitual, prosigue la escalada de la misma y vuelve a marcar un nuevo máximo histórico.
En concreto, la deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas de nuestro país se incrementó durante el pasado mes de marzo en 11.160 millones de euros respecto al mes anterior y se sitúa en el 100,33% del PIB. En total, la deuda pública española asciende a, siéntense para no marearse, 1.129 billones de euros.
Estamos en el cuarto mes consecutivo de aumentos. En esta ocasión dicho incremento ha sido de un 1% respecto al mes de febrero, lo que nos lleva a un nuevo récord histórico de deuda. En términos interanuales, respecto a marzo de 2016, el incremento ha sido de 32.523 millones de euros, un 2,9%.
Como no podría ser de otra manera, la mayor parte de la deuda pública española se encuentra en manos de papá Estado. En concreto, la Administración Central suma una deuda de 968.580 millones de euros. De febrero a marzo esta aumentó en 11.714 millones de euros, es decir, un 1,2%.
Las Comunidades Autónomas, mientras tanto, sí hicieron los deberes y redujeron su deuda en 64 millones en marzo, hasta los 279.095 millones de euros. Mientras tanto, la deuda de la Seguridad Social prácticamente no varió y se sitúa en 17.173 millones, y la de las corporaciones locales aumentó un 1,7% hasta los 32.534 millones.
Por suerte, la mayor parte de la deuda en manos de las administraciones públicas se encuentra en valores a medio y largo plazo, lo cual aporta una relativa tranquilidad a las cuentas públicas.
En concreto, tres cuartas partes de la deuda total, el 76,2%, se encuentra en valores a medio y largo plazo. Respecto al mes de febrero estos valores crecieron en 13.137 millones de euros, hasta los 860.602 millones. En tasa interanual el crecimiento es del 5,9%.
Por contra, la deuda pública en valores a corto plazo dio un respiro al Tesoro y se redujo en 2.183 millones de euros, hasta los 80.326 millones. Durante el último año los valores con vencimiento inmediato se han reducido en un 2%.
Para terminar, durante el mes de marzo aumentaron también los créditos no comerciales y el resto de préstamos. El incremento fue de 207 millones de euros, hasta los 188.451 millones. No obstante, en términos interanuales estos créditos han caído un 6,8%.
No es la primera vez que os invitamos a visitar esta página web, en la que podréis comprobar cuánto crece la deuda pública de nuestro país en tiempo real, basado en estimaciones a partir de regresiones lineales por el método de mínimos cuadrados sobre los datos oficiales publicados por el Banco de España.
En el momento en que escribo este artículo la deuda pública española asciende a 1,142 billones de euros (1,429 billones si tenemos en cuenta los rescates financieros). Cada segundo la deuda aumenta 1.479 euros. Párate un momento a pensarlo: un segundo, dos segundos, tres segundos... Casi 5.000 euros más de deuda en este mini lapso temporal. Evidentemente, tenemos un problema.
No, no hay que llegar a ese extremo. Tomando como referencia la barrera psicológica del 100% del PIB, España necesitaría el valor de la producción de todo un año para pagar su deuda, de hecho, necesitaría un poco más. Mucho dinero, sin duda, pero lo cierto es que no es la primera vez en la historia de nuestro país que se supera esa barrera. Tanto a principios de la década de 1880 como a comienzos de 1900 superamos esta cifra y, sin embargo, nuestra economía fue capaz de recuperarse y de volver a valores más razonables. Perpe nos lo muestra en esta gráfica:
Además, en nuestro entorno más cercano, países como Grecia, Irlanda, Italia o Portugal también superaron esta barrera hace tiempo. Fuera de la Unión Europea, otros países como Japón o Singapur también están por encima del 100%, y no son los únicos.
Como ya hemos señalado en anteriores artículos, independientemente de que la deuda pública sea muy alta o baja con respecto al PIB, lo verdaderamente importante es la capacidad de pago de nuestra economía. Si podemos pagarla, no hay problema. Si para pagarla necesitamos emitir más deuda, tenemos un problema.
La solución para reducir la deuda pública española pasa inevitablemente por crecer, y mucho. Si la recuperación se afianza y la tasa de crecimiento del PIB recupera sus valores previos a la crisis (en torno al 3%, aunque las previsiones no son tan optimistas), nuestro país debería poder pagar su deuda sin demasiados problemas. No sería coser y cantar, pero sería posible.
Sin embargo, una cosa es pagar y otra no seguir endeudándonos. Si queremos evitar lo segundo, necesariamente hemos de contener el gasto público durante los próximos años, quizás una década. Crecimiento y contención de gasto forman la única ecuación que conseguiría que el ratio de deuda con respecto al PIB se rebaje poco a poco. De lo contrario, estaríamos condenados a una quita, con las nefastas consecuencias que ello supondría.
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