5 cosas que las compañías de servicios deben hacer para garantizarse su futuro
En todo el mundo, los servicios enfrentan desafíos sin precedentes que nacen de las demandas de un mercado que está cambiando rápidamente. Deben adaptarse a nuevos avances tecnológicos como generación de energía renovable intermitente, paneles solares para techos, almacenamiento detrás del medidor, así como también a un aumento en las expectativas de los clientes. Este nuevo contexto de mercado es impredecible y adoptarlo requiere una revisión de los modelos operativos y de negocios de los servicios. En América Latina, además de esos desafíos los servicios tienen que lidiar con infraestructura envejecida y regulaciones cambiantes, un desafío adicional en el camino al éxito.
El negocio tradicional de los servicios está bajo presión. En todo el mundo, los servicios se utilizaban para lidiar con una base de clientes cautiva con alternativas limitadas, inversiones de capital a largo plazo y contextos de regulaciones relativamente estables. Sin embargo, el futuro luce muy diferente. Los clientes esperarán un nivel de servicio similar al que reciben de otras industrias como las telecomunicaciones y los bancos. Ante un costo cada vez mayor de la energía, los clientes también quieren buscar alternativas para reducir el consumo de energía a través de equipos más eficientes o generar su propia energía utilizando paneles solares en los techos. Al mismo tiempo, los avances tecnológicos piden nuevas inversiones para mejorar la infraestructura de red y abrir las puertas a la nueva competencia de actores especializados que ofrecen servicios relacionados con la energía impulsados por la tecnología.
Más específicamente, los cambios que atraviesan los servicios se ven impulsados por seis tendencias:
1. El crecimiento de la generación de energía renovable intermitente
2. La desafiante economía de la generación tradicional
3. La integración de fuentes de energía distribuida (FED)
4. Mayores expectativas de los clientes
5. El uso de gran cantidad de datos y análisis
6. Los cambios en las regulaciones
La generación de energías renovables representa la mayor cantidad de incorporaciones de nuevas aptitudes en los últimos cinco años en los países de OCDE, como resultado del paso a una energía más limpia y la disminución continua de los costos de instalación de equipos de energía solar y eólica. Dadas las características intermitentes de las nuevas fuentes de energía, la participación creciente de las renovables en la generación de matrices crea con mayor frecuencia desequilibrios en la red, una carga que los servicios deberán manejar. Al mismo tiempo, los servicios se ven atrapados por los altos costos de activos envejecidos, que aún representan un 50 % de las instalaciones.
Además, el crecimiento de la generación distribuida presenta numerosos desafíos para los servicios, incluida la necesidad de una reforma arancelaria y la complejidad de la integración técnica. El costo de la generación de energía a pequeña escala ha disminuido significativamente los últimos años. Por ejemplo, en los Estados Unidos, se espera que las instalaciones residenciales de equipos de energía solar fotovoltaica en techos se incremente de 1,8 GW en 2015 a 5,7 GW en 2020. Además, el uso de medidores inteligentes y otros sensores en la red proporciona grandes cantidades de datos en tiempo real, que al ser analizados e interpretados, pueden brindarles a los proveedores de servicios nuevos puntos de vista para reducir costos o aumentar ganancias.
Los cambios en las regulaciones suman un grado de incertidumbre al futuro de los servicios. En América Latina, por ejemplo, tras décadas de regulaciones energéticas relativamente estables, los gobiernos comenzaron a introducir nuevas leyes que fomentan la descarbonización de la matriz de generación (impuesto sobre el carbono y objetivos renovables), promueven la eficiencia energética (inventivos a un menor consumo) y desarrollan la generación distribuida (medidores en red). Todos estos cambios crean oportunidades y riesgos para los servicios, así como también un cambio de valores de los modelos de negocios tradicionales a los nuevos.
Para lidiar con estos cambios y emerger como compañías exitosas, los servicios deberán transformar sus modelos operativos y de negocios, una transformación aún más exhaustiva que la que ocasionó la desregulación y la desinversión en generación de los años 90. Muchos servicios están ignorando la transformación que fue necesaria para sobrevivir en este contexto. O bien subestiman la magnitud del desafío o bien deciden abordarlo progresivamente. Las compañías que adoptan la transformación y comienzan a efectuar cambios de manera proactiva antes de una significativa desaceleración económica crean siete veces más valor que aquellas compañías que responden más lento. La transformación que los servicios deben emprender exige mucha planificación, compromiso y esfuerzo. En nuestra experiencia, sin importar qué modelo de negocios se seleccione, los servicios pueden tener éxito desarrollando una estrategia basada en cinco pilares:
1. Modernización de la red:
Los planes de inversión de los servicios para mejorar sus redes necesitan no solo concentrarse en eliminar las limitaciones de capacidad, sino también adoptar nuevas tecnologías. La red del futuro debe manejar flujos de energía bidireccionales para incorporar medidores inteligentes y para capturar e informar grandes cantidades de datos. Por lo tanto, los planes de inversión en redes deberán incorporar una gran variedad de nuevas tecnologías como inversores avanzados, manejo de redes y herramientas de despacho, y equipo de almacenamiento de energía a nivel de red.
2. Adaptación a fuentes de energía distribuida:
Integrar fuentes de energía distribuida a la red es inherentemente difícil ya que involucra múltiples participantes y cortes en las funciones de generación, transmisión y distribución. Los servicios deben equilibrar las demandas de los clientes de opciones de interconexión (por ejemplo, solar en techos, almacenamiento) con el impacto económico sobre aquellos que no tienen acceso a fuentes de energías distribuidas. Los servicios deben garantizar seguridad, confiabilidad y una tarifa equitativa para todos los clientes de la red y al mismo tiempo manejar las demandas técnicas de la integración a las fuentes de energía distribuida. Por lo tanto, para incorporar las fuentes de energía distribuida a la red, los servicios deben adaptar sus esquemas de tarifas de modo que identifiquen diferentes tipos de clientes, para definir una solución para la integración técnica de las fuentes de energía distribuida e implementar cambios procedimentales y organizativos que permitan a todos los actores trabajar en conjunto.
3. Evolución concentrada en el cliente:
Los servicios del futuro deberán desarrollar un mayor foco en sus clientes. Las compañías exitosas serán aquellas que pasen de vender energía como un producto a tener una propuesta de valor segmentado que se centre en las necesidades del cliente. Los servicios deberán invertir en desarrollar una percepción del cliente para comprender qué causa satisfacción y para identificar oportunidades de nuevos servicios.
4. Generación flexible:
Con el crecimiento que se espera de las renovables, la red del futuro experimentará mayores niveles de variabilidad impulsada por el despacho intermitente de fuentes renovables. Los servicios deberán idear una estrategia para compensar el impacto de la generación variable de renovables en su negocio. Según el nivel de integración vertical de cada servicio, las estrategias varían desde incorporar activos de generación flexible hasta aliarse con otros proveedores de servicios que pueden ofrecer estos servicios auxiliares.
5. Ajustar los modelos de mercado y reguladores:
Para que la transformación de servicios sea viable a nivel comercial, los modelos regulatorios y de mercado deben evolucionar. Es posible que una regulación que fije una tarifa para cubrir el valor de reemplazo de la red no reconozca toda la variedad de valores que se espera que ofrezcan los servicios del futuro. Por lo tanto, ya sea con una evolución de las regulaciones o a través del desarrollo de nuevos mercados, los servicios necesitan un plan para capturar el valor que aportan.
Los servicios deben decidir cuál es el enfoque estratégico adecuado para abordar este nuevo entorno. Una cosa es predecir cómo será el nuevo entorno, pero los servicios de hoy en día necesitarán un mapa de ruta para llegar a destino. Los primeros pasos serán difíciles, pero los resultados de una transformación exitosa serán celebrados por los clientes, empleados, accionistas y reguladores en las décadas futuras.
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