LiFi ha conseguido un nuevo hito: 42,8 Gbps a través de infrarrojos, y ya es 100 veces más rápida que WiFi
Image: REUTERS/Lucas Jackson/Files
Una conexión hasta cien veces más veloz que el WiFi y que además se basa en luz. Sí, así es LiFi, la próxima conexión de datos que nos promete un ancho de banda de infarto y una estabilidad que a día de hoy es imposible a través de WiFi.
Acaba de publicarse una nueva investigación que busca solucionar uno de los problemas que planteaba el uso de LiFi, que es el de tener la luz encendida en todo momento, ya que ahora han experimentado con rayos infrarrojos obteniendo muy buenos resultados.
Hay que recordar que la conexión LiFi se ha estado probando en laboratorios desde el 2011, y apenas a finales de 2015 vimos las primeras pruebas en entornos reales. LiFi se basa en el uso de la luz como medio de transmisión de datos, donde gracias a unas bombillas con moduladores y un fotodiodo receptor, ubicado en los diversos dispositivos, es como se podrá hacer el enlace.
LiFi aún presenta algunas desventajas con respecto al WiFi que todos conocemos, ya que, por ejemplo, al tratarse de luz ésta no podrá atravesar las paredes, además de que necesitaremos que la luz esté encendida en todo momento. Pero al parecer han logrado encontrar la solución ante el conflicto de la luz.
Joanne Oh de la Universidad de Eindhoven se ha lanzado a probar LiFi pero en vez de las clásicas bombillas se ha apoyado en rayos infrarrojos, los cuales son inofensivos para el ser humano. Este sistema se basa en pequeñas antenas capaces de transmitir esta señal infrarroja, y durante las primeras pruebas de laboratorio lograron obtener conexiones de hasta 42,8 Gbps a una distancia máxima de 2,5 metros, que aún está lejos de los 224 Gbps que en teoría nos prometen, pero sin duda es un avance gigantesco ante lo que ofrece hoy día WiFi.
Estas antenas se pueden colocar por toda la casa en techos o paredes, sólo necesitamos conectar la fibra óptica a una de ellas y así tener lista nuestra red. Cada antena se puede configurar para que trasmita en diferentes longitudes de onda y ángulos, por lo que no tendríamos problemas de interferencia y nunca nos quedaríamos sin conexión en nuestros dispositivos.
Otra de las ventajas del LiFi por infrarrojos sería su bajo consumo energético, por lo que no se necesitaría un cable adicional para la alimentación, ya que todo se obtendría desde el mismo cable de fibra óptica. Asimismo, estas antenas transmitirían en una longitud de onda de 1.500 nanómetros, lo que significa que los rayos infrarrojos serían imperceptibles para el ojo humano. Por último, podríamos agregar cuantas antenas necesitemos, lo que nos ayudaría a evitar la saturación y transmisiones congestionadas.
Los investigadores seguirán experimentando con esta tecnología, donde uno de los temas pendientes es la seguridad. Y se estima que en aproximadamente cinco años podríamos tener los primeros dispositivos compatibles con LiFi, así que aún hay camino por delante.
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