El auge del 'soft power' iberoamericano
Image: REUTERS/Henry Romero
Este año se celebra la XXV Cumbre Iberoamericana en Colombia, y los preparativos del evento coinciden con el nombramiento del portugués António Guterres como Secretario General de la ONU, y el otorgamiento del premio Nobel de Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos. Todo ello pone de relieve el poder blando iberoamericano y su creciente peso en las relaciones globales.
Poder blando, en inglés soft power, es un término acuñado por el profesor de la Universidad Harvard Joseph Nye y usado en relaciones internacionales para describir la capacidad de un actor político para incidir en las acciones o intereses de otros actores valiéndose de medios culturales e ideológicos, además de diplomáticos.
El término Ibero-América incluye el grupo de países cuya lengua es originaria de la península ibérica, es decir, las antiguas colonias portuguesas y españolas de ultramar en América, España y Portugal. Es un concepto geopolítico y sociocultural. Es geopolítico porque implica la asociación de un grupo de países americanos y europeos vinculados por una serie de intereses estratégicos a nivel político y económico; y es sociocultural porque también hace referencia a los vínculos de carácter histórico y cultural de América Latina, España y Portugal.
El concepto de Iberoamericanización surge además al hilo de la puesta en marcha de las Cumbres Iberoamericanas, algunas tan famosas como la Cumbre de Santiago de Chile por el incidente entre Hugo Chávez y el rey Juan Carlos I. La Corona española ha asumido un especial compromiso en el desarrollo de las relaciones iberoamericanas, lo cual convierte la política exterior de España hacia América Latina en una política de Estado.
El hecho de que España asumiera la política iberoamericana como política de Estado (con mínimas variaciones a lo largo de distintos gobiernos) hace resaltar la dimensión identitaria de las relaciones iberoamericanas. Al mismo tiempo, la “identidad” más importantes de esta dimensión identitaria es la lengua. La comunidad iberoamericana está integrada por los estados que hablan español y portugués, y dada su dimensión, el español, hablado por más de 495 millones de personas, es la segunda lengua tras el chino mandarín con más hablantes en el mundo.
Dentro del ámbito sociocultural cabe también señalar los crecientes lazos sociales entre las sociedades civiles de España, Portugal y América Latina. Lazos a nivel de asociaciones, de universidades, en materia de investigación, derivados de la intensificación en la cooperación y ayuda al desarrollo… por no hablar de la importancia de los crecientes flujos migratorios entre países iberoamericanos que contribuye a la integración de estas sociedades.
Desde el punto de vista de los intereses estratégicos a nivel político y económico, nos encontramos con un panorama muy positivo, ya que España juega un papel protagonista y decisivo en el ámbito económico. Desde la dedada de los años 90 lo económico va a tener un peso muy importante en las relaciones trasatlánticas, y el gobierno español va a fomentar la presencia de empresas españolas y grandes inversiones españolas en América Latina - cabe señalar que durante los dos últimos años, España ha cuadriplicado sus inversiones y se posiciona como tercer mayor inversionista en América Latina y el Caribe, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Existen intereses comunes, pero también contrapuestos, por los problemas y conflictos que se derivan, en ocasiones de los mismos. Más allá de los conflictos que se hayan podido generar entre empresas como el caso expropiación de la filial YPF, hay muchos beneficios derivados de la actividad económica iberoamericana.
La celebración de las Cumbres Iberoamericanas ha favorecido el desarrollo de lazos en una región cada vez más interconectada. El proyecto se inicia en el año ’91, con la celebración de la primera cumbre en Guadalajara México, y la segunda tendría lugar en Madrid, en el año ’92. Este mes se celebra el XXV aniversario con la Cumbre de finales de octubre en Colombia, que abordará tres ámbitos fundamentalmente: Juventud, Emprendimiento y Educación.
En torno a estos ejes se han ido desarrollando diálogos para cuestiones sociales tales como empleo, cultura, administración pública, salud, educación, juventud, ciencia y tecnología. Este entramado de vínculos en emprendimiento y educación en la región iberoamericana tiene un enorme potencial, y en conjunto, los elementos políticos, económicos y socioculturales que conforman el poder blando iberoamericano son la base sobre la que se sustenta la comunidad iberoamericana.
El Foro Económico Mundial está siguiendo de cerca la celebración de los 25 años de Cumbres Iberoamericanas y reconoce el potencial del diálogo y del intercambio de conocimiento entre la comunidad de hispanohablantes de ambas orillas del Atlántico. El equipo de expertos en medios digitales de WEF sabe que la presencia del español en la red registra un crecimiento sostenido y es por ello que ha venido apostando por una plataforma de contenidos en español.
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