Nanotecnología: robots que protegen tu cerebro

En el catenaccio italiano, el fútbol se caracteriza por seguir una táctica puramente defensiva. Los jugadores se encierran atrás, formando una barrera inexpugnable para el equipo contrario, como demostraría el éxito del Inter de Milán liderado por Helenio Herrera.

Al igual que ocurre en el fútbol, nuestro cerebro utiliza las tácticas del catenaccio para blindar su acceso. Mediante la conocida como barrera hematoencefálica, un conjunto de células endoteliales y gliales se encierran en el área para proteger a nuestro particular portero mental de las embestidas de posibles sustancias nocivas o microorganismos patógenos.

Pero como sucede en el catenaccio, si un equipo de fútbol se dedica a defender su portería, pocas oportunidades tendrá de ir al ataque. Es decir, si por cualquier motivo el cerebro sufre alguna enfermedad (como ocurre, por ejemplo, en el desarrollo de tumores como el glioblastoma), resulta muy difícil desarrollar terapias que logren curarlo. La misma barrera que le protege impide que lleguen medicamentos para tratar estas patologías. Hasta la llegada de la nanotecnología.

Marcar un gol en propia puerta

Un equipo de científicos de la University of Montreal, Polytechnique Montréal y CHU Sainte-Justine han desarrollado nanopartículas magnéticas capaces de abrir ‘huecos’ en la barrera hematoencefálica. Esta apertura se produce gracias a un pequeño aumento de temperatura inducido por las nanopartículas cuando son sometidas a campos de radiofrecuencia.

Dado que el 98% de los fármacos no logran atravesar la barrera defensiva a la que juega nuestro cerebro, la nanotecnología podría permitir de forma selectiva que determinados medicamentos sí puedan acceder a su interior. Según los científicos, el incremento de temperatura y el uso de nanopartículas no ocasionan daños en el cerebro (como ocurriría si aparecieran problemas inflamatorios).

La nanotecnología, por tanto, ha sido capaz de desarrollar ‘nanorrobots’ que se activan en función de la radiofrecuencia empleada. Esto permite que sólo entren en el cerebro determinados tratamientos, sin poner en peligro su actividad. Siguiendo la metáfora del fútbol, gracias a esta técnica podríamos marcarnos un gol en propia puerta abriendo el blindaje defensivo, en el caso de que nos interesara curar el cerebro por algún problema médico.

La investigación, publicada en la revista Journal of Controlled Release, ha mostrado resultados positivos en los ensayos realizados en modelos animales. Sus conclusiones muestran que la nanotecnología es capaz de activar por ‘control remoto’ tratamientos para curar el cerebro. Se trata, sin duda, de una iniciativa muy prometedora que deberá probarse en seres humanos para evaluar su seguridad y eficacia.

Con la colaboración de Think Big.

Autor: Ángela Bernardo escribe para Think Big.

REUTERS/Rupak De Chowdhuri