Robots: la próxima generación
La “robótica de próxima generación” es una de las 10 innovaciones que figuran en el informe del Foro Económico Mundial sobre las 10 principales Tecnologías Emergentes de 2015.
Durante décadas hemos imaginado un futuro en el que los robots se encargan de las tareas diarias, pero hasta ahora su uso se ha mantenido en gran medida limitado a aplicaciones de fabricación y servicios a gran escala. Sin embargo, la próxima generación de robots está finalmente lista para hacer realidad estas visiones que datan de hace tanto tiempo, transformando la vida diaria en una escala potencialmente comparable a Internet.
Hablamos con Paolo Darío, profesor de Ingeniería Biomédica y Director del Instituto BioRobotics de la Scuola Superiore Sant’Anna de Pisa, Italia, acerca de lo que está impulsando la revolución actual en robótica y de lo que puede suceder. A continuación figura una transcripción editada de la entrevista.
¿Qué pueden hacer hoy los robots?
Entre los robots que han aparecido en los medios de comunicación recientemente se encuentran el Baxter, fabricado por Rethink Robotics en los Estados Unidos, y el LBR iiwa KUKA, fabricado por KUKA Labs en Alemania y el primer robot en ser certificado para trabajar cerca de seres humanos sin necesidad de jaulas de seguridad. Se trata de un gran paso adelante en comparación con hace unos años, y abre el camino a aplicaciones tanto dentro como fuera de los entornos industriales.
Parte del progreso que encarnan estos ejemplos se refleja en el hecho de que ahora es más fácil programar los robots y que se les puede enseñar mediante la práctica. De este modo, podemos usar robots para labores de producción más artesana y a pequeña escala, mientras que antes solo se podían usar para una producción a gran escala con una programación previa rígida y laboriosa.
Asimismo, los robots ya pueden llevar a cabo algunos servicios. Los podemos ver en el espacio, bajo el agua y en casa, pasando la aspiradora o limpiando piscinas.
¿Qué está impulsando los avances en la robótica?
Podemos identificar cinco factores:
- Hay una revolución silenciosa e invisible en lo que está sucediendo dentro de los robots, en su capacidad para percibir, comprender y responder a lo que está pasando a su alrededor, que no solo depende de la potencia de procesamiento, sino de los sensores. Antes, resultaba difícil desarrollar sensores: eran grandes, poco fiables y consumían mucha energía. Ahora son más económicos (a menudo, solo cuestan unos céntimos), tienen un rendimiento más elevado, son más fiables y eficientes. Los sensores están por todas partes hoy en día, desde los smartphone hasta el lavavajillas. En los robots esto se manifiesta de varias formas, como la capacidad de detectar y gestionar prácticamente cualquier interacción con el mundo externo, y una creciente capacidad para mantener el equilibrio, algo que solemos dar por sentado como seres humanos, porque no es un sentido del que somos tan conscientes como el gusto, el tacto, la vista, el olfato o el oído, sino que es algo muy importante para su funcionamiento en el mundo real.
- Los cuerpos de los robots se están transformando. Mientras que los robots como el KUKA iiwa ejemplifican los avances tecnológicos en el diseño mecatrónico, son máquinas costosas: cuantas más juntas tengas, más motores necesitarás para mover las distintas piezas. Así que ahora cada vez se analiza más cómo los robots pueden emular a los seres vivos: no hay rodamientos en la naturaleza, sino más bien estructuras deformables a nivel local, como la pierna o la estructura del ala de un insecto. Inspirarse en la morfología y los principios de organización de los seres vivos supone abrirse a una gran variedad de nuevos diseños y materiales para los robots de próxima generación, incluyendo exteriores suaves y flexibles que puedan convertirse en formas diferentes para distintas tareas.
- Los robots están cada vez más integrados con la web, lo que está cambiando el interés de los investigadores que han pasado del aspecto de la autonomía al de la conectividad. Piense en cómo, hace unos años, si querías navegar hasta un cierto punto, tenías que saber leer un mapa y relacionarlo con tu entorno, mientras que ahora solo tienes que decirle al teléfono inteligente dónde quieres ir y seguir las instrucciones. Algo parecido está pasando con los robots. Ahora no tienen que entender tanto su entorno, pero pueden acceder a más información e instrucciones en la nube. Y una vez que los robots estén conectados permanentemente, podremos diseñarlos para casi cualquier aplicación imaginable.
- Se han logrado avances significativos en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, en particular con la introducción de nuevos métodos de gran alcance, tales como el aprendizaje profundo, que permite nuevos niveles de interacción con los seres humanos y el entorno.
- Ya hay disponibles recursos importantes destinados a fines de investigación. Por ejemplo, la Unión Europea ha puesto en marcha recientemente SPARC, la inversión civil más grande en el mundo en materia de investigación e innovación sobre robótica, con una financiación total de casi 3 millones de euros. Países como Japón, líder histórico de la robótica y la investigación de la robótica industrial, Corea del Sur y recientemente China, tienen masivos programas de inversión en este campo, tanto actuales como previstos para el futuro. Google está invirtiendo considerables recursos en robótica, y hay premios importantes – como el DARPA Robotics Challenge, RoboCup, RoCKIn, Robots for Good y el Mohamed Bin Zayed International Robotics Challenge – que serán un acicate importante para el desarrollo del sector.
¿Qué podemos esperar en el campo de la robótica y sus aplicaciones en los próximos años?
La repercusión de los robots en la vida cotidiana irá en aumento, desde las tareas domésticas y familiares hasta aplicaciones en la asistencia sanitaria, como la cirugía y la rehabilitación; en el sector espacial, militar, la agricultura, entre otros.
Un aspecto de la robótica de última generación que me parece particularmente interesante es su potencial para estimular e incorporar contribuciones de todo tipo de disciplinas. Hay avances relevantes en una amplia gama de campos científicos y tecnológicos, por supuesto, desde la nanotecnología hasta la impresión 3D. Pero también los investigadores de las humanidades y las ciencias sociales tienen cosas fascinantes que decir; la próxima generación de robots plantea preguntas en campos como la filosofía, la psicología, la antropología, la ética, la economía e incluso la historia, y también pueden aprender de ellos. Es una oportunidad considerable para la humanidad; el desafío es utilizarla sabiamente.
¿Cuáles son los riesgos de la robótica de última generación?
La ciencia ficción siempre ha tenido una visión ambivalente de los robots autónomos: hay representaciones paradisíacas, con robots que liberan a toda la humanidad de tareas mundanas, junto con especulaciones infernales sobre invasiones de la privacidad y la autonomía por parte de ejércitos de robots en red bajo el control de un ordenador central. Los temores como los que aparecen en la película Yo, robot empezarán a ser más significativos.
Sin embargo, hay riesgos que podemos prever con mayor facilidad y nos podemos preparar para afrontarlos, como son los riesgos económicos, relacionados con la creciente desigualdad. Al igual que la reciente transformación de la vida cotidiana a través de la conectividad ha dejado excluidas a personas como consecuencia de la brecha digital, podemos esperar ver una brecha robótica, dado que en un principio los beneficios de la robótica de próxima también se reparten de manera desigual.
Aunque los investigadores y profesionales de la robótica y de la inteligencia artificial saben que probablemente es demasiado pronto para preocuparse por el hecho de que máquinas inteligentes vayan a conquistar el mundo, el potencial de transformación económica y social de la evolución actual y del futuro próximo en este campo es enorme y en gran parte está sin explotar. Estos acontecimientos provocarán un salto sin precedentes en la productividad. En olas anteriores de cambios tecnológicos, han surgido nuevos y mejores puestos de trabajo al asumir las máquinas funciones que antes realizaban los humanos. Y esto puede suceder de nuevo, pero debido a la velocidad y la magnitud del cambio, algunos temen que no será así, que esta vez no habrá muchos nuevos roles a los que los humanos puedan verse desplazados. No obstante, puede que este no sea un escenario totalmente negativo, ya que podríamos considerar seriamente e investigar cómo conseguir que una sociedad en la que la inteligencia artificial y los robots estén al servicio de los humanos sea sustentable y viable.
Necesitaremos una actitud empresarial multidisciplinar y creativa para hacer frente a los nuevos retos, maximizar los beneficios y reducir los riesgos. Hasta ahora, la evidencia sugiere que el esfuerzo valdrá la pena.
Metadatos: En el espacio exterior o bajo el agua, o incluso solo aspirando el suelo, la próxima generación de robots está a punto de cambiar la forma en que vivimos nuestras vidas. Paolo Darío describe a dónde nos lleva esta revolución
Autor: Paolo Dario es profesor de Ingeniería Biomédica y director del BioRobotics Institute de la SSSA, en Pisa, Italia.
REUTERS/Rick Wilking
No te pierdas ninguna actualización sobre este tema
Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.
Licencia y republicación
Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.
La Agenda Semanal
Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global
Puedes anular tu suscripción en cualquier momento utilizando el enlace que figura en nuestros correos electrónicos. Para obtener más información, consulta nuestro Política de privacidad.