Por qué los países en desarrollo necesitan una revolución digital

Vivimos en la era de la revolución tecnológica, que afecta y transforma a los negocios, a los gobiernos y a la sociedad por igual. Todos los países enfrentan el desafío de adaptarse a ese cambio y seguirle el ritmo.

Los gobiernos no pueden permitirse ignorar esta revolución.

Esto le sucede especialmente a los gobiernos que no han logrado brindar crecimiento y prosperidad a sus pueblos, que están atrapados en modelos de desarrollo ineficaces y obsoletos. Todo el ecosistema de gobierno está siendo cuestionado, y la responsabilidad de los gobiernos es liderar y acoger la transformación digital para dar respuesta a las demandas de crecimiento y a los desafíos del nuevo mundo.

La caja de herramientas inteligentes para mejorar el futuro de los gobiernos (Future of Government Smart Toolbox), co-lanzada por el Consejo de la Agenda Global sobre el Futuro del Gobierno, brinda claras recomendaciones para que los gobiernos acojan la tecnología para impulsar su capacidad de ejecución y dar respuesta a desafíos como corrupción, burocracias ineficaces, mala calidad de los servicios, bajo compromiso y confianza de los ciudadanos, liderazgo anticuado y resistencia a la innovación en el gobierno.

Liderar con el ejemplo

En los países en desarrollo, como Moldavia, la ineficiencia y la corrupción del gobierno son los principales desafíos que socavan su presente y su futuro, y mantienen a sus ciudadanos y empresas atrapados en políticas, instituciones y prácticas obsoletas. La incapacidad de los líderes de acoger las herramientas digitales simplemente perpetuará la ineficiencia y la corrupción en el sector público y continuará generando altos costos de transacciones y baja productividad tanto para el gobierno como para las empresas.

Ha llegado la hora de que los gobiernos se conviertan en campeones de la transformación digital y lideren con el ejemplo. Cuanto antes los gobiernos se embarquen en la transformación digital, más capaces serán las personas, las empresas y los países de aprovechar al máximo esta oportunidad.

Los gobiernos necesitan integrar el mundo digital en su ADN. Estas son cuatro de las razones:

• Ineficiencia del gobierno y prestación deficiente de servicios. Un rediseño de los modelos arcaicos de gobierno y prestación de servicios debería convertirse en el modus operandi por defecto en el gobierno. Ser “digital por defecto” ayudará a reducir la burocracia, generar eficiencia y brindar una mejor calidad de servicios.

• La corrupción es uno de los principales obstáculos en el desarrollo de la economía. Un estudio de la Universidad de Suffolk reveló que, a medida que aumenta el uso de la tecnología de información y comunicación por parte de los gobiernos, disminuye la corrupción (un aumento del 1 % en el Índice de Gobierno Electrónico puede dar lugar a una disminución de la corrupción de 1,17 % ). Mientras tanto, los países en desarrollo son los que más se benefician. “Un buen gobierno impulsa la innovación. Si usted sabe cuán corrupto es un país, puede predecir con bastante precisión cuánta innovación verá allí”. ¿Quién dijo esto?

• Aumento de la brecha de capacidades digitales. En la Unión Europea, hacia 2020, más del 90 % de los trabajos requerirán conocimientos digitales. Es posible que los gobiernos reticentes a la tecnología y la innovación se demoren en responder a este desafío. Al no cambiar sus políticas y sistemas de educación, los gobiernos se arriesgan continuamente a producir capacidades irrelevantes para sus economías. Para romper el statu quo, los gobiernos tienen que abordar el “talentismo” de manera diferente e invertir en capacidades y competencias digitales que puedan hacer que sus economías innoven y crezcan.

• Preparación para la era digital. “La economía digital se está convirtiendo simplemente en La economía”, dijo Günther Oettinger, Comisionado de la UE para la Economía y Sociedad Digital, en el Congreso Mundial de Móviles 2015 en Barcelona. Los gobiernos con pensamiento progresista deben actuar como “agentes digitales” e invertir en la compatibilidad digital para sus ciudadanos y empresas, ofrecerles incentivos y darles apoyo mientras luchan por competir e integrarse en la economía.

La revolución tecnológica ofrece a los países oportunidades únicas para reinventarse y superar la condición de “país en desarrollo”. Estonia lo hizo y es uno de los mejores ejemplos a seguir para pequeños y grandes países.

El mundo está cambiando rápidamente. Las soluciones antiguas ya no dan resultado.

Autor: Stela Mocan, Directora Ejecutiva, Centro del Gobierno Electrónico, Directora de Información del Gobierno, Moldavia, y Joven Líder Mundial.