301 repuestas inteligentes a preguntas de entrevista difíciles
Algunas de las personas que llevan a cabo las entrevistas de trabajo hacen preguntas para que usted tropiece o para que revele información que podría estar ocultando. Otros quieren tener una mejor idea de su proceso de pensamiento o ver cómo responde bajo presión.
Cualquiera que sea la razón, lo mejor es estar preparado.
En su libro “301 repuestas inteligentes a preguntas de entrevista difíciles”, Vicky Oliver escribe que, a fin de prevalecer, es necesario “aplastar a la competencia”.
Una de las mejores maneras de sobresalir es esta: tener las respuestas más inteligentes a las preguntas más difíciles.
Nota: Muchos de estos son ejemplos de buenas respuestas para servirle como guía. Estos ejemplos no necesariamente les servirán a todas las personas en todas las situaciones. Nunca debería mentir en una entrevista de trabajo.
P: ¿Cuál es su más grande debilidad que es de verdad una debilidad y no un punto fuerte secreto?
R: Soy extremadamente impaciente. Espero que mis empleados puedan comprobar sus aptitudes desde la primera tarea asignada. Si no lo logran, mi tendencia es dejar de delegarles las cosas y comenzar a hacerlas por mi propia cuenta.
No obstante, para compensar por mi propia debilidad, he comenzado a preparar bien a mis empleados respecto a qué es exactamente lo que se espera de ellos.
P: ¿Tendrá como objetivo quitarme mi trabajo?
R: Quizá en unos 20 años, ¡pero para entonces sospecho que usted estará a cargo de toda la compañía y necesitará a un lugarteniente bueno y fiel para ayudarle a administrar este departamento!
P: Usted ha cambiado de carrera anteriormente. ¿Por qué debería dejarla experimentar en mi compañía?
R: Como persona que está cambiando de carrera, creo que soy una mejor empleada porque he obtenido muchas destrezas muy diversas gracias a que he cambiado de carrera. Estas destrezas me ayudan a resolver problemas de manera creativa.
P: ¿Qué tal si trabaja aquí por cinco años y no se le promueve? A muchos de nuestros empleados no se les promueve. ¿Eso no sería algo frustrante para usted?
R: Me considero una persona ambiciosa, pero también soy práctico. Siempre y cuando siga aprendiendo y creciendo en mi puesto estaré contento. Diferentes compañías promueven a sus empleados en diferentes etapas, y tengo confianza de que trabajar para usted me mantendrá motivado y mentalmente estimulado durante muchos años por venir.
P: Si usted sabía que las cosas en su compañía estaban difíciles, ¿por qué no la dejó antes?
R: Yo estaba trabajando tan arduamente para mantener mi trabajo mientras a todos mis compañeros se les estaba despidiendo que no tuve tiempo de buscar otro empelo. Con todas las fusiones que han estado ocurriendo en nuestro campo, los despidos son un estilo de vida. ¡Al menos hice lo mejor por retener mi puesto!
P: En su currículum veo que usted trabajó en CC&L por cuatro años, y eso es excelente. Pero también me di cuenta de que durante ese tiempo no fue promovido. ¿Por qué?
R: CC&L es una gran compañía, y gracias en parte a las contribuciones de mi equipo a la compañía le está yendo muy bien en la actualidad. Pero no siempre fue así.
Durante los primeros dos años en los que trabajé ahí, había despidos frecuentemente, y tan sólo poder retener mi puesto fue un logro en sí.
Una vez que la compañía comenzó a recuperarse, [a mi jefe] le ofrecieron un gran puesto en una empresa rival y CC&L duró seis meses en reemplazarlo y, cuando lo hicieron, el nuevo jefe venía decidido a traer consigo a su propio equipo. De nuevo, me aferré como pude a mi puesto y a pesar de que ya desde hace mucho me tocaba una promoción, no me pareció que el momento era el adecuado para planteárselo a mi nuevo jefe. ¡Ya ni siquiera quedaba nadie del personal viejo para avalar mi desempeño!
P: Si estuviera usted a cargo de una compañía que produce X y el mercado para ese producto estuviera fracasando, ¿qué haría?
R: Investigaría nuevos mercados para el producto a la vez que les aconsejaba a los ingenieros cambiar el producto para hacerlo más atractivo al público original.
P: De acuerdo con su currículum, la han despedido dos veces. ¿Cómo la ha hecho sentir eso?
R: Después de recuperarme del impacto en ambas ocasiones, eso me hizo más fuerte. Es cierto que me corrieron dos veces, pero me las arreglé para recuperarme en ambas ocasiones y obtener empleos con mayor responsabilidad, que pagaban más y en mejores empresas.
P: ¿Intenta decirme que, ahora que tiene usted más de 40 años de edad, está dispuesto a aceptar un puesto de nivel inicial sólo para tener la oportunidad de entrar aquí?
R: A veces uno tiene que retroceder un paso para poder impulsar su carrera hacia delante. Ingresar en un puesto de nivel inicial me permitiría aprender el negocio desde sus fundamentos.
La carrera en la que he estado es tan diferente a la suya que me encantaría la oportunidad de comenzar de nuevo en su campo. La pérdida de salario valdría la pena.
P: Usted estudió filosofía. ¿Cómo se preparó para esta carrera?
R: La filosofía no me ayudó de manera alguna a prepararme para la arquitectura. Pero sí me obligó a volverme más filosófico respecto a mis planes. Después de dos años de tratar de decidir qué hacer con mi vida, un fin de semana viajé a Chicago y la hermosa arquitectura de esa ciudad me dejó completamente maravillado.
Regresé a casa, solicité ingreso a escuelas de arquitectura en todo el país y una de las mejores me aceptó. Nunca me he arrepentido… esta es definitivamente la carrera para mí.
P: ¿Cuáles son los mayores riesgos que ha asumido en los últimos años? ¿Cuáles le funcionaron bien y cuáles fracasaron?
R: Trabajaba en un gran corporación global de relaciones públicas donde la vida era somnolienta aunque cómoda. Era una organización de “zapato blanco”; la gente se iba a las 6 p.m. y nuestros clientes eras grandes compañías de la biotecnología que confiaban por completo en los altos ejecutivos de la empresa. Después de que pasaron un par de años, sentí que no estaba aprendiendo nada nuevo, y confieso que comencé a sentirme aburrido. Pensé que si conseguía empleo en una empresa de relaciones públicas más pequeña, eso sería un mayor desafío.
Entré a trabajar a una pequeña boutique de relaciones públicas que había existido sólo por cinco años. Eso resultó ser un error colosal. Los altos ejecutivos eran muy poco profesionales, además que no tenían contacto con los diarios, ni la televisión ni las estaciones de cable que tanto necesitábamos para poder servirles a nuestros clientes apropiadamente. Yo conseguí mis propios contactos, por su puesto, ¡pero yo era la única persona en toda la empresa con contactos! A los clientes se les hacían promesas que no se podían cumplir. Fue un fracaso total.
Después de seis meses, me puse en contacto con la gran corporación global de relaciones públicas y les rogué que me regresaran mi trabajo. Afortunadamente todavía no me reemplazaban. Me dieron una reprimenda por ser desleal, pero con gusto me volvieron a contratar. Y desde entonces he estado trabajando ahí, agradecido pero aburrido… y es por eso que estoy en esta reunión hoy.
P: ¿Qué es lo que usted percibe como los riesgos y las desventajas del puesto para el que la estamos entrevistando hoy?
R: Creo que debido a que la oficina central se encuentra al otro lado del mundo, existe un pequeño riesgo de que una no tenga la oportunidad de interactuar con los encargados de tomar las decisiones con una frecuencia ideal. Por otro lado, la teleconferencia, el correo electrónico, el fax y el contar con una ética de trabajo de 24 horas al día 7 días a la semana hará mucho para ayudar a disminuir esa brecha.
P: De acuerdo con su currículum, veo que estuvo de pasante en una pequeña boutique de banca de inversión. ¿Quiso obtener empleo de tiempo completo con ellos? ¿Qué pasó?
R: Sí, me fue muy bien durante mi pasantía, y al principio creí que me uniría al grupo una vez que me graduara de la universidad. No obstante, BB&L recortó drásticamente la cantidad de nuevas contrataciones que tenían planeadas. Y, por cuestiones del destino, no contrataron a ninguno de los pasantes del verano anterior.
Me encantó trabajar en BB&L, y he traído hoy conmigo algunas referencias de ellos para mostrarle que mi desempeño ahí fue estelar. Pero aún así, en cierto modo considero que este nuevo giro de acontecimientos es algo afortunado para mí, aunque usted no lo crea.
P: En esta compañía valoramos mucho a las mujeres, pero nuestros clientes son de [xyz país] así que estábamos pensando en contratar a un hombre para este trabajo en particular.
R: ¿Y por qué un hombre, si puede ser preciso? Me parece que yo estoy mejor calificada para manejar este puesto que nadie más, sea hombre o mujer.
La carrera de mi papá como diplomático llevó a toda nuestra familia alrededor del mundo siete veces, y yo incluso pasé mi segundo año de universidad en el Lejano Oriente. Yo requeriría mucha menos capacitación que cualquier hombre estadounidense que haya crecido aquí y que nunca ha salido del país.
P: ¿Puede describir su trabajo ideal?
R: Este es mi trabajo ideal y es por eso que solicité el puesto. Me entusiasma la idea de ayudar a su agencia de promoción a actualizarse y afinar sus programas de lealtad.
P: ¿Por qué dejó de trabajar tanto tiempo y por qué quiere conseguir empleo ahora?
R: Cuando tuve a los gemelos, mi esposo estaba trabajando todo el día, y yo tenía que estar en casa para criar a nuestros hijos. Pero durante ese tiempo extrañé mucho el trabajo.
Afortunadamente, pude mantenerme al día durante esos años trabajando como consultora para varios de mis antiguos clientes.
P: ¿Cuántos esquís se rentan por año?
R: Hay 250 millones de personas en Estados Unidos. Supongamos que el número de esquís es el 15% de eso, o 37,500,000. De esas personas, supongamos que 21,175,000 tienen esquís, lo cual deja un número de los que rentan en 9,325,000. A eso hay que añadir el número de turistas que esquían, digamos 1 millón. Así que el total sería de 10,325,000.
Ahora supongamos que las personas que los rentan van de vacaciones tres veces al año, así que tres por 9,325,000 son 27,975,000 y a eso le sumamos 1 millón y tenemos como total 28,975,000.
P: Si usted estuviera contratando a alguien para este mismo puesto, ¿qué cualidades buscaría en los candidatos?
R: Yo buscaría tres talentos principales:
- La habilidad para resolver problemas;
2. La habilidad de cultivar relaciones de trabajo sólidas; y
3. La habilidad de cerrar tratos.
Un candidato que posea todas esas tres cualidades sería el nuevo director de negocios asociado ideal.
Permítame hablar un poco acerca de mi experiencia …
P: ¿Qué haría usted si de verdad quisiera contratar a una mujer bajo su supervisión y conoce a la candidata perfecta, pero su jefe de verdad quiere contratar a un hombre para el trabajo?
R: Yo recomendaría que hiciéramos una prueba en la empresa contratando a los dos candidatos como agentes libres por dos semanas cada uno.
P: ¿Y si tuviera que trabajar con una persona que se adjudicara el crédito por todas las buenas ideas que usted propone? ¿Cómo enfrentaría algo así?
R: Para comenzar, trataría de darle crédito públicamente con las ideas que hayan sido suyas. A veces, ser generosos con el crédito inspira a la otra persona a “regresar el favor”.
Si eso no resuelve el problema, trataría de llegar a un acuerdo por medio del cual cada uno estuviera de acuerdo en presentar nuestras ideas a nuestros respectivos jefes. Si eso no funciona, entonces hablaría abiertamente con ella sobre el asunto.
No obstante, si la persona que se está adjudicando el crédito por mis ideas es mi jefa, andaría con más cuidado. Hasta cierto punto, creo que mi trabajo es hacer que mis superiores brillen. Si a mí se me estuvieran reconociendo mis ideas por medio de aumentos y promociones, con eso estaría satisfecho.
P: ¿Generalmente cuántas horas por semana trabaja y por qué?
R: La mayor parte del tiempo trabajo muchas horas. Con el tiempo extra, trato de encontrar maneras de “añadirle valor” a cada tarea, tanto a las mías como a las de la empresa. Cuando nuestros clientes lean nuestros informes, quiero que crean que nadie más pudo haberlos redactado, excepto nuestra compañía.
P: ¿Una compañía necesita jugadores de categoría B? ¿O está mejor sólo con jugadores de categoría A en su personal y por qué?
R: Creo que una compañía necesita jugadores de categoría A y B. Cuando se está tratando de conseguir un nuevo contrato, lo mejor es tener a los jugadores de la categoría A en primera línea. Pero detrás de los jugadores A se necesitan jugadores de categoría B para que puedan resolver los detalles de los proyectos y darles seguimiento de manera cotidiana. Tener a muchos jugadores de categoría A en el equipo conduce a un choque de egos y a una manera desorganizada y anárquica de hacer negocios.
P: Usted es mejor al trabajar para facilitar el trabajo de sus superiores o para hacer más fácil el trabajo de las personas que usted supervisa?
R: Si uno no es bueno para facilitarle el trabajo a sus superiores, entonces en muy raras veces tendrá la oportunidad de facilitarle el trabajo a las personas que supervisa. Afortunadamente siempre he sido bueno para administrarme a mí mismo. Nunca he tenido un plazo que no haya cumplido.
P: Esta es una agencia de publicidad para la televisión. Pero veo en su currículo que usted tiene más experiencia en los medios impresos. Comparado con otros, es usted un candidato débil respecto al medio de la televisión. ¿Por qué debería de contratarlo a usted para este puesto y no a alguien más que posea las acreditaciones que estamos buscando?
R: Una de las cosas que aprendí de estas agencias de publicidad es que la los medios impresos y la televisión son sólo eso: medios. Lo que en realidad les ofrecemos a nuestros clientes son ideas. Y una idea sólida y ganadora funcionará de una manera igualmente bella ya sea en la televisión o en un medio impreso.
Así que, a pesar de que es posible que cuente con menos anuncios televisivos que otros candidatos, espero que usted crea que mis ideas son más fuertes que las de ellos. Contráteme por mis ideas y, de hacerlo, le prometo que su paso a la televisión será muy fluido.
P: ¿Preferiría obtener el permiso de su jefe antes de comenzar un proyecto nuevo o preferiría que se le diera suficiente libertad para “colgarse solo”?
R: Durante mi primera semana en el trabajo, le preguntaría a mi jefa cómo preferiría que manejara los proyectos. Si ella me indicara que prefiere a una persona bajo su supervisión que pueda encargarse de los asuntos, entonces tomaría esa libertad. Si ella me pidiera que primero le presentara las ideas, eso es lo que haría. Creo que el verdadero reto consiste en adaptarse al medio laboral, y yo soy flexible.
P: Por favor, deme un ejemplo de la situación política más difícil con la que se haya enfrentado en el trabajo.
R: Fui contratada por una mujer que estaba por salir de la compañía. Ella me pidió que fuera su “chivo expiatorio” en varias tareas. Aprendí a simplemente dejar las tareas con mi jefa el día que éstas se tenían que entregar, y cuando los gerentes me llamaban, les recomendaba que simplemente la contactaran a ella. Esto me mantuvo fuera de controversias tanto con mi jefa como con sus superiores.
P: Hablemos sobre alguna ocasión en la que no haya podido terminar un proyecto en la fecha acordada.
R: Me encantaría hablar de eso, pero francamente nunca ha ocurrido.
P: ¿Alguna vez ha cometido algún error que le haya costado dinero a la compañía?
R: Supongo que ordenar un vodka caro en la fiesta de Navidad en lugar de la marca genérica que normalmente se sirve no cuenta, ¿verdad? No, ya en serio, me da gusto decir que nunca he cometido ningún error que le haya costado dinero a la compañía.
P: ¿Es más importante tener suerte o tener ciertas habilidades?
R: Creo que es más importante tener suerte, aunque tener ciertas habilidades puede servir para generar más oportunidades. Ciertamente [en mi antiguo empleo, la confianza de mi jefe] inspiró a las personas a cargo de las decisiones en mi empresa a confiar en que yo podía hacer el trabajo. Pero es claro que yo también estaba en el lugar correcto en el momento correcto.
P: ¿Cuándo cree que alcanzará la cima de su carrera?
R: Provengo de una larga estirpe de personas saludables, resistentes y mentalmente activas, así que debo confesar que nunca siquiera pienso en alcanzar la cima de mi carrera. Dicho eso, creo que es importante poseer conocimiento de uno mismo y reconocer cuando uno ha pasado su mejor momento.
P: ¿Alguna vez ha sido tan firme que los demás la han descrito como “terca” o “inflexible”?
R: Cuando las mujeres son firmes, a veces se les identifica con ese tipo de etiquetas no atractivas. Yo no soy tímida ni introvertida, así que probablemente una o dos personas con las que he trabajado hayan pensado que fui “inflexible” en cierto proyecto. Pero nunca se me ha descrito así en ninguna evaluación laboral, ni tampoco se ha utilizado la palabra “terca”. Creo que, tomando todo en cuenta, me las he arreglado para ser firme y flexible.
Con la colaboración de Business Insider.
Autora: Jacquelyn Smith se unió a la revista Business Insider como editora de la sección de carreras en febrero de 2014.
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