El futuro de la tecnología genética
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La ingeniería genética se utiliza desde hace años en medicina, agricultura y la industria, pero está entrando en una nueva fase ahora que las técnicas disponibles son mucho más precisas. ¿Qué va a ser posible y cuáles serán sus implicaciones? Exploramos estas cuestiones con Mark Lynas, profesor visitante de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de la Cornell University, y autor de varios libros sobre medio ambiente.
¿Cómo ha funcionado hasta ahora la ingeniería genética, y cuáles son sus limitaciones?
En general utiliza lo que se conoce como vector bacteriano. En pocas palabras, se toma el segmento de ADN que se quiere introducir en un organismo —pongamos, por ejemplo, el ADN que hace que una zanahoria produzca vitamina A. Lo introducimos en una bacteria, normalmente la agrobacterium tumefaciens, y se introduce dicha bacteria en el organismo que se desea modificar, por ejemplo una planta de arroz. La bacteria actúa como mecanismo de transporte, e introduce el segmento de ADN de la zanahoria en el genoma de la planta de arroz.
Es una técnica demostrada y fiable. El problema es que para que el ADN de la zanahoria tenga el efecto que se desea, y no otros efectos no deseados, hay que introducirlo en el lugar exacto del genoma de la planta de arroz, y no hay forma de controlar dónde va a aterrizar la bacteria. En cierto modo es como intentar editar un libro tomando un pasaje de otro libro e introduciéndolo al azar. Probablemente habrá que realizar el procedimiento muchas veces antes de obtener el resultado deseado.
¿Y qué ha cambiado?
Hay nuevas técnicas que permiten editar el ADN de forma mucho más precisa, como editar un libro con un procesador de textos. Posiblemente, el ejemplo que en la actualidad genera más pasiones es el CRISPR-Cas9, una molécula que puede encontrar un punto concreto en un genoma y cortar o introducir trozos de ADN de forma muy precisa.
La técnica CRISPR-Cas9 no es un invento, sino que se descubrió en la naturaleza. Es un microbio que ha evolucionado durante miles de millones de años. En general, cuando un organismo es atacado por un virus, lo que hace es apropiarse de una parte del ADN de ese virus e introducirlo en su propio genoma, de modo que cuando vuelva a encontrarse con él el organismo lo recordará y se preparará para defenderse. No fue hasta 2013 que los científicos se dieron cuenta de cómo funcionaba el CRISPR-Cas9 en la naturaleza y de que se podía utilizar como herramienta. Por eso muchas de sus implicaciones todavía se encuentran en fase de estudio.
CRIPSR-Cas9 no es la única técnica nueva que aporta precisión a la ingeniería genética. Otro ejemplo es lo que se denomina ZFN, y aquí se ha progresado ya mucho más. Es la base de una técnica para atacar el VIH que ya se está experimentando en ensayos clínicos de fase 2. Todavía no existe ninguna garantía de que el CRISPR-Cas9 se pueda utilizar en terapias para seres humanos. Pero los investigadores están sorprendidos por lo fácil que es su uso.
¿Qué implica el hecho de que la ingeniería genética sea más precisa?
Principalmente, como en cualquier tecnología, cuando es más barata y más fácil, se utiliza cada vez más, por lo que en los próximos años podemos esperar una explosión de actividad e innovación alrededor de la ingeniería genética.
Desde el punto de vista de la comunicación, la capacidad de editar genomas directamente en vez de dividirlos en tramos de ADN de otros organismos también ofrece un gran potencial para cambiar la percepción que el público tiene de la ingeniería genética. Por desgracia, hay mucha controversia en relación con los organismos modificados genéticamente o “transgénicos”, lo que provoca obstáculos burocráticos que hacen que apenas haya cultivos modificados genéticamente en la mayor parte de la Unión Europea, África y Asia. La carga reglamentaria es un control mucho más difícil de superar que los aspectos prácticos de modificar un organismo genéticamente, algo tan simple que cualquier estudiante universitario podría hacer. Las nuevas técnicas ofrecen una oportunidad muy valiosa de cambiar la narrativa.
¿Las nuevas técnicas son muy diferentes, en términos de seguridad?
No. Todo es una cuestión de percepción por parte de los ciudadanos. La controversia procede en gran parte de un malentendido respecto a cómo funciona el ADN. El ADN no es más que un alfabeto con cuatro letras, que puede codificar toda la información biológica necesaria para todo ser vivo. Pero muchas personas tienen la impresión de que el ADN de un organismo determinado en cierto modo contiene la esencia de dicho organismo, por lo que cuando oyen que se ha introducido un gen de un cerdo, por ejemplo, en un plátano, suele haber una reacción aprensiva; la gente se pregunta si los musulmanes podrán comer plátano, etc.
Es difícil explicar a esas personas que están equivocadas, por lo que hay que buscar la forma de dar un rodeo, y es posible que la gente se relaje un poco si saben que el genoma del organismo se ha editado directamente. Este proceso puede ser más afín al medio tradicional de mejora selectiva de los cultivos, cuando simplemente se espera que una mutación al azar provoque un efecto positivo. Una mayor precisión también puede alejar los temores de consecuencias no deseadas. Y también se podría favorecer la aceptación del público con la idea de que las muchas innovaciones que se están desarrollando beneficiarán principalmente a los pequeños agricultores de los países en desarrollo.
¿Cuáles son los beneficios más probables a largo plazo de una ingeniería genética más precisa?
Podemos esperar ver una gama de efectos beneficiosos en la agricultura, con capacidad para crear cultivos más resistentes al cambio climático, que necesiten menos aportación de tierra, agua y fertilizantes. Los agricultores ya no tendrán que pulverizar los cultivos con pesticidas de amplio espectro y esperar que funcionen, porque se crearán plantas cada vez más resistentes a los patógenos con más probabilidades de atacarlas, con lo que los patógenos empezarán a mutar en una carrera terrible hacia su final. También habrá aplicaciones que mejoren el rendimiento del ganado, aunque probablemente el progreso sea más limitado debido a que las personas son más aprensivas cuando se trata de animales modificados genéticamente.
En cuanto a las terapias para seres humanos, las posibilidades son prácticamente ilimitadas, dado que los genes desempeñan una función en una amplia gama de enfermedades. La edición genética de precisión abre la posibilidad de una medicina personalizada, con tratamientos exclusivos para el ADN de cada persona. Y no debemos olvidar que habrá también aplicaciones industriales, con microbios modificados genéticamente en sistemas contenidos que podrán producirlo todo, desde medicinas hasta biocombustibles.
Metadatos: La ingeniería genética está entrando en una nueva fase a medida que las técnicas son cada vez más precisas. Mark Lynas habla de sus posibilidades e implicaciones.
Autor: Mark Lynas es un escritor, periodista y activista medioambiental británico, cuyo interés principal es el cambio climático.
REUTERS/Regis Duvignau
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