¿Qué significa la automatización para la humanidad?

Mientras un gran número de líderes mundiales, corporativos y de otras esferas se reúnen en Davos para debatir temas mundiales, uno de los asuntos en primer plano es la cuestión de la automatización y la inteligencia artificial, a saber, cómo éstas afectarán el empleo, la economía y la humanidad en general.

Como estudiante de toda la vida de estas tecnologías y, más recientemente, líder de una gran compañía de servicios vanguardista centrada en los servicios humanos en el área de las tecnologías informáticas, quiero abogar por un futuro humano.

La revolución digital nos ha colocado en el epicentro del cambio y la oportunidad. Estamos rodeados de tecnología que nos permite hacer más, con menos, para un mayor número de personas. Creo que esto aumenta exponencialmente nuestra habilidad individual y colectiva de lograr nuestro verdadero potencial e intensifica nuestra libertad de evolucionar.

La próxima revolución

Esta aspiración de crecer y avanzar es innata a la humanidad. Ese es el motivo por el cual la revolución digital es tan apasionante: nos da el poder y la libertad de cambiar nuestras circunstancias y el mundo que nos rodea. De hecho, tiene la capacidad de catalizar una gran revolución humana. En la convergencia de una serie de nuevas tecnologías poderosas –de la inteligencia artificial al pensamiento de diseño (design thinking, en inglés), del análisis profundo a la autoría ubicua– ahora veremos a las personas ordinarias accediendo a su propia creatividad nativa y volviéndose creadores de soluciones extraordinarias.

Esta libertad de ser innovador, de percibir nuestras propias intuiciones y lograr nuestros objetivos, nos ha servido bien en el pasado. Los líderes como Mahatma Gandhi comprendieron bien este poder. Entre sus muchas otras iniciativas, Gandhi motivó a los indios a hilar y tejer, y así vestir prendas hechas de tela fabricada en casa. A menudo se le veía en público sentado con la máquina tradicional de hilar o charkha. Esa acción tomó el poder del movimiento por la libertad de los exclusivos círculos de la elite social, de los luchadores por la libertad y de las pocas personas educadas, y se lo entregó a las masas. Se volvió tanto la herramienta como el símbolo de la revolución nacional construida sobre los preceptos de la creatividad humana, la autosuficiencia y el espíritu emprendedor. Fue uno de las primeros ejemplos del movimiento creador, de la estrategia “Make in India” dirigida a hacer de la India un centro de manufactura para desatar su transformación económica.

Hoy día, la tecnología informática puede servir como la charkha de la humanidad. Alan Kay, y después Steve Jobs, equipararon la computadora con una bicicleta para la mente humana. De la misma manera que una bicicleta amplifica nuestras habilidades mientras usamos nuestras habilidades, así lo pueden hacer una computadora y el software escrito por personas. Hoy día, la alfabetización informática y la autoría de software son el dominio de unos cuantos, pero por medio de avances en las herramientas y mejores abstracciones, la autoría de software se perfila a (y de hecho está destinada a) ser ampliamente accesible. Y, así como la charkha lo hizo hace décadas, la alfabetización informática nos ayudará a volvernos creadores: nos ayudará a hilvanar nuestros sueños en realidad. Ese es un motivo por el cual estoy tan entusiasmado de que la fundación Infosys USA haya llevado la alfabetización informática a las masas como una de sus iniciativas clave.

Lecciones de la India

De hecho, hemos visto cómo la tecnología comprueba su habilidad de amplificar a las personas y las sociedades una y otra vez. Durante los años posteriores a la independencia de la India, y a lo largo de las décadas de 1950 y 1960, la nación sufrió una aguda escases de alimentos. Se importaron cereales y las raciones de alimentos eran la orden del día. Entonces la Revolución Verde lo cambió todo. El profesor Norman Borlaug fue uno de los coinventores de variedades de trigo de alta producción y resistentes a las enfermedades, que la India adoptó rápidamente. Los agricultores indios se volvieron más productivos y su potencial se fortaleció con técnica y conocimiento nuevos. La India mejoró su situación alimentaria de manera consistente y en la actualidad es uno de los más grandes exportadores de alimentos. Y esta increíble transformación, habilitada por la tecnología, ha durado menos de una generación en rendir frutos.

El mundo se encuentra en la cúspide de una increíble oportunidad, pero, para hacerla posible, se necesita de una revolución. Esta revolución humana obtendrá su vitalidad de principios en base a la educación, al carácter y al espíritu emprendedor. La tecnología nos ayudará a librarnos de tareas repetitivas que pueden modelarse y formularse precisamente para ser automáticas, dándonos así la libertad de lidiar con las excepciones, la gestión y la predicción, la observación hacia el futuro y en los entornos. También nos ayudará a enfocar nuestra energía, imaginación e inteligencia en las siguientes fronteras: en la creatividad, en la innovación y en la invención de un gran futuro para nosotros y para los demás.

La tecnología, sobre todo la tecnología informática, nos proporcionará una aureola, un gran contexto en torno a nuestra humanidad que nos potenciará. El contexto en el que nos encontramos es esencial para el valor que podemos generar. Cambiemos el contexto, y a menudo la misma persona con las mismas capacidades inherentes generará un resultado diferente.

En breve, la revolución humana se dará en base a la tecnología (sobre todo la tecnología informática) y proporcionará un gran contexto para que cada uno de nosotros pueda amplificar su potencial, enriquecer su vida, ampliar su conocimiento, expandir su libertad, volverse más humano y acceder el poder de crear un mejor futuro para nosotros.

Autor: Vishal Sikka is es jefe ejecutivo de Infosys

Imagen: REUTERS/Bernardo Montoya