La paridad de género es buena para los negocios
Al ver a mis colegas en Davos, veo a mujeres que lideran, que impactan a sus comunidades profesionales y personales y que motivan a jóvenes liderezas. Contribuyen con perspectivas invaluables a las compañías, instituciones académicas, gobiernos y organizaciones sociales que representan, así como a los debates en Davos. Ellas marcan una diferencia.
Seguir siendo competitivo significa tener a las personas correctas en posiciones de liderazgo que puedan anticipar las oportunidades, mantenerse al frente de los temas y lograr resultados. Las organizaciones que ignoran a la mitad de la población mundial ignoran también la mitad del talento mundial.
Es aquí donde la paridad de género entra en acción, y es también por eso que tenemos la oportunidad de poner el tema en primer plano en la agenda global.
Una fuente de talento completa
En el mundo de los negocios, las compañías que obligan a las personas en posiciones de liderazgo a rendir cuentas, que crean juntas de directores diversas, que desarrollan culturas incluyentes y que aplican políticas de reclutamiento específico y de retenimiento son mucho más exitosas. Se benefician más cuando pueden aprovechar una fuente de talento completa y desarrollan y promueven a todos sus líderes calificados.
Lograr la paridad de género tiene implicaciones mucho más amplias que simplemente expandir los negocios.
- Para las corporaciones: Las compañías de FORTUNE 500 con mayor representación de mujeres en posiciones ejecutivas han entregado un retorno a sus accionistas 34% más alto al de las compañías con la más baja representación femenina.
- Para las economías: Cerrar la disparidad entre el empleo masculino y femenino tendría enormes implicaciones económicas para la economía global, aumentando el producto bruto interno de Estados Unidos hasta por un 9%, el PIB de la Eurozona por un 13% y el de Japón por un 16%, de acuerdo con Goldman Sachs.
- Para la sociedad y el público: Las mujeres educadas y sanas tienen más posibilidades de tener niños más educados y sanos, creando así un ciclo virtuoso para cualquier comunidad o país. Cuando la cantidad de mujeres involucradas en la toma de decisiones políticas alcanza un número crítico, sus decisiones –que toman en cuenta a un sector más amplio de la sociedad– conducen a resultados más incluyentes, como lo demuestra el Informe Global sobre la Brecha de Género 2014 del Foro Económico Mundial.
No obstante, las mujeres no están favorablemente representadas a nivel de juntas en ninguna industria. Las mujeres constituyen sólo el 26% en las juntas ejecutivas de las industrias de alimentos y bebidas, 21% en el sector financiero y 15% en la inmobiliaria. Yo tengo el orgullo de fungir como presidenta de la junta directiva de una industria de baja representación, la inmobiliaria, donde dos de mis nueve colegas de la junta son mujeres. Las organizaciones globales, como el 30% Club, tienen como meta la representación de las mujeres a nivel ejecutivo imponiendo puntos de referencia y plazos. Desde su creación en 2010, esta organización desafía a las compañías a que tengan un 30% de mujeres en posiciones de liderazgo. A pesar de que en la actualidad representamos el 23%, más que el 12.6% de 2010, todavía no hemos llegado a nuestra meta, y no deberíamos detenernos en el 30%.
Reflejar la diversidad del mundo
Como lo dijo el profesor Klaus Schwab en el Informe Global sobre la Brecha de Género 2014 del Foro: a fin de acelerar el ritmo del cambio, debemos ser consistentes al medir el progreso, rigurosos al identificar las soluciones y colaborativos en nuestras acciones. Las compañías deben crear lugares de trabajo donde el mejor talento pueda prosperar. Las empresas, la sociedad civil, las instituciones educativas, las figuras públicas y los medios de comunicación: todos juegan un papel crucial para potenciar a las mujeres, a la vez que captan la participación de los hombres durante el proceso.
Tenemos la oportunidad de seguir moviendo la aguja al establecer los procesos para atraer el talento femenil y diverso de primera categoría, así como retenerlo y promoverlo. A fin de atraer a las mejores personas, debemos hacer al lado y olvidar las divisiones de género, de raza y de orientación sexual, o de cualquier otra etiqueta. A fin de competir de manera efectiva, debemos reflejar la diversidad del mundo en el que vivimos y trabajamos. Progresar en la comunidad empresarial tendrá un impacto positivo en el medio económico más amplio.
Autora: Sheila Penrose es la presidenta de la junta de directores de JLL, empresa de servicios financieros y profesionales especializada en servicios comerciales de bienes raíces y de gestión de inversiones.
REUTERS/Sukree Sukplang
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