¿Qué modelo de gestión conviene a mi negocio?
Todo en la vida requiere dedicación y constancia. Te puede tocar la lotería y hacerte millonario, como Manuel, el del anuncio del bar de Antonio. Pero la gran mayoría de las cosas requieren esfuerzo, horas de trabajo, sudor, broncas y a veces, hasta sangre y lágrimas. La innovación no es diferente.
Tenemos que asegurar que generamos ideas de forma sostenible y no en un momento de inspiración único. Es cierto que te puede venir la idea genial en un momento. Pero la probabilidad de que eso ocurra es muy baja. Picasso decía que como no sabía cuándo le llegaría la inspiración, dedicaba muchas horas porque prefería que le cogiera trabajando.
De hecho según el libro de Steve Johnson, “De dónde vienen las buenas ideas”, las ideas surgen de un proceso de incubación temporal, habitualmente lento, la conexión con otras ideas o personas y los momentos más insospechados, las 3 “Bs” (bed, bus and bath). ¿A quién no se le ha ocurrido una idea en el baño? ¿O te has levantado por la noche con la idea del producto que revolucionará tu sector? Momentos imprevisibles.
El otro elemento crítico de la innovación es convertir las ideas geniales que se nos ocurren en el baño en productos, servicios o nuevos procesos para la organización.Y esto, de nuevo es trabajo y constancia.
Porque al final, la innovación es un 1% de inspiración y genialidad y un 99% de transpiración, sudor, esfuerzo, horas y trabajo. En muchas ocasiones me he encontrado que mis clientes “bajan los brazos” después de la fase de generación de ideas innovadoras. Porque claro, definir un proyecto de innovación con unos plazos más o menos largos, y dedicarte a la aburrida gestión de recursos, plazos y costes… ¡no mola! Pero es necesario para innovar.
Así que para aumentar las probabilidades de éxito de la innovación, necesitamos establecer las condiciones para asegurar que toda la organización está orientada a dos cosas:
1.- Generar muchas ideas de forma sostenible
2.- Convertir las mejores ideas en proyectos, que puedan llevarse al mercado
En eso, y no otra cosa, consiste la innovación sistemática. Y el departamento de innovación es responsable de definir e implantar las condiciones para conseguir que esto sea posible.
¿Por qué necesitamos un modelo de gestión de la innovación?
Leía hace unos días a Amalio Rey escribiendo sobre que el problema que tenemos en España y en general las culturas latinas, no es de creatividad, sino de ejecución. Solo tienes que visitar una fábrica o empresas española y una alemana o estadounidense para darte cuenta de que a los españolitos nos cuesta mucho ejecutar y no inventar constantemente. Llevamos la creatividad en los genes.
Aquí va un caso real como la vida misma. Una fábrica con dos máquinas de producción exactamente iguales, que ante un mismo tipo de avería, los equipos las han reparado de forma diferente, inventando cada uno una solución. Y no buscando la eficiencia de preguntarle al equipo de al lado, separados por 5 metros, cómo lo han hecho.
Así que la forma en la que conseguimos aplicar la innovación sistemática es muy importante. Y eso se hace a través de modelos de gestión de la innovación. Los modelos nos permiten tres cosas
1.- Comunicar conceptos complejos a otras personas
2.- Estandarizar la forma de hacer las cosas, para que todos lo hagamos igual. Yo lo defino como “todos por el túnel”.
3.- Mejorar la forma de hacer las cosas, para seguir avanzando y ganando en eficiencia.
Así que, a partir de los modelos de gestión de calidad y excelencia de los años 80 y 90, también se han ido definiendo modelos que intentaban sistematizar los procesos de innovación para que pudieran ser gestionados de forma eficiente por los responsables en las empresas.
Cuando me refiero a un modelo de gestión hablo del conjunto de procesos, herramientas y personas que una organización utiliza para aplicar, en este caso la innovación. Estos modelos son los vestidos que tenemos que elegir para innovar, de acuerdo a las propias características de las empresas.
4 modelos estandarizados: ventajas e inconvenientes
En lo que refiere a modelos de gestión de la innovación, aún estamos bastante en pañales y no hay un modelo mundialmente aceptado. Lo habitual es que cada empresa incluso cree su propio modelo de gestión de la innovación. Sobre todo las más grandes. Sin embargo, las pymes tienen la oportunidad de optar por modelos ya desarrollados, que con pequeños retoques les permite innovar de forma sistemática.
En este artículo he seleccionado los cuatro que creo que son los más utilizados en España para realizar una comparativa que te ayude a seleccionar el más adecuado cuando te decidas a sistematizar la innovación en la empresa.
A:: Modelo CIDEM
Este modelo fue desarrollado por el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de la Generalitat de Cataluña en 2002 y quizás fue el primero de amplia difusión en España. Su objetivo era impulsar la innovación en las pymes catalanas.
El modelo parte de un análisis de los procesos de la cadena de valor de la empresa, identificando la innovación como un proceso estratégico de la empresa. Incluye 6 variables, 5 principales y una como causa de estas. La causa, es la cultura innovadora. Los procesos principales son la generación de nuevos conceptos, el desarrollo de nuevos productos, redefinición de procesos productivos, nuevos procesos comerciales y gestión del conocimiento.
Mi opinión: su principal ventaja es su sencillez para entenderlo, sobre todo en la fase de diagnóstico. Como inconveniente, que no define claramente los recursos a aplicar en la gestión y cómo implantar el sistema.
Útil para pymes de cierto tamaño que están empezando.
B:: Modelo UNE 166002
AENOR creó el modelo UNE 166002 para intentar estandarizar el sistema de gestión de I+D+i en las empresas españolas. Existen otras normas de la familia 166000, orientadas por ejemplo a los requisitos del sistema, la gestión de proyectos de innovación o la vigilancia tecnológica. Como en todas las normas creadas por AENOR, existe la posibilidad de obtener un certificado de cumplimiento mediante auditorías externas.
El modelo identifica 4 variables críticas la gestión de la innovación: la definición de la política de I+D+i, las herramientas a utilizar, la ejecución de la I+D+i y la gestión de la I+D+i
Mi opinión: Aunque puede ayudar a las empresas a sistematizar la innovación, tiene el defecto de la mayoría de las normas UNE/ISO: la burocracia y papeleo, muy orientada hacia el proceso en lugar de los resultados reales para la empresa. Más aún, creo que no ayuda a generar una cultura innovadora, que al final es el motor de que la innovación funcione en una empresa.
Conozco empresas que teniendo la certificación, no están produciendo resultados porque hay procesos pero no cultura. Podría ser útil para pymes que ya tienen otras normas implantadas y quizás quieran integrar todos sus sistemas de gestión (Calidad, Medioambiente e I+D+i). Interesante para una innovación a la obtención de financiación y subvenciones, más que a generación de ideas.
C:: Modelo IMP3rove
La Unión Europea ha intentado también sistematizar la gestión de la innovación, especialmente en las pymes. Para lo que desarrolló en el año 2008 el proyecto IMP3rove, que pretendía desarrollar un modelo de gestión global y después una red europea de consultores que pudiera ayudar a las pymes a implantar el modelo en sus empresas.
Este modelo está basado en el “House of Innovation” de la consultora AT Kearney, que fue líder del proyecto y actualmente gestiona el programa. Este modelo de gestión de la innovación está basado en 5 variables: la estrategia, la organización y cultura, los procesos, los elementos facilitadores y los resultados.
Mi opinión: El modelo tiene buena pinta, pero cuando entras al detalle te encuentras con un horrible diagnóstico de más de 200 preguntas y un informe de difícil digestión para una pyme. Es muy complejo de implementar, aunque te permite tener una comparativa a nivel europeo de cuál es tu posición. Como mucho, para pymes avanzadas, con productos de media tecnología.
D:: El modelo COTEC
La Fundación COTEC definió en 2011 el modelo de empresa innovadora, en base a un análisis de cómo innovan las empresas españolas líderes y que posteriormente validó con una muestra de más 1.000 pymes.
El modelo define tres cimientos, que representan las decisiones estratégicas que debe tomar la empresa: Optar por la innovación, reconocerla como otra operación más de la empresa, asignándole recursos y valorizar la innovación, midiendo el impacto de lo conseguido.
Estos tres cimientos se desarrollan cada uno con tres pilares representan los elementos sobre los que debe incidir la dirección para conseguir una empresa innovadora. El nivel de cumplimiento y actividad en cada pilar determinará el grado de desarrollo de la innovación en la empresa.
Mi opinión: Para mí es el modelo más sencillo de los cuatro, y con resultados claros. El diagnóstico te permite en 30 minutos saber cuál es la posición relativa en cuanto a madurez innovadora de la empresa. Quizás las acciones de implantación que recomienda COTEC son demasiado básicas. Sería recomendable para pymes con muy baja o ninguna innovación.
Mi modesta aportación: agilidad y robustez
Ya hemos hecho un repaso a los vestidos que tenemos en el armario para cuando queremos innovar. Sin embargo creo que en los últimos tiempos hay una variable que es imprescindible y alguno de los modelos no incluye: la sencillez, orientada hacia la agilidad, al mismo tiempo que es suficientemente robusto. La necesidad de obtener resultados y antes.
Por eso creo que hay espacio para un modelo adicional, Innovation in a box, que toma lo mejor de cada modelo anterior, lo simplifica y le pone velocidad. Este modelo incluye tres procesos estratégicos (objetivos, planificación, cultura innovadora), tres operativos (gestión de ideas, equipo de innovación y resultados) y tres aceleradores (open innovation, metodologías ágiles e hibridación).
No se trata de inundar la empresa con papeles o softwares que nos obliga a dedicar más tiempo a meter datos que a tomar decisiones. Se trata de ser ágil, al tiempo que robusto. Un modelo para las empresas que quieren tener resultados de innovación antes y ser más eficientes.
Conclusión
Estos cinco modelitos permiten a la empresa innovar de forma sistemática. No esperar a tener la idea maravillosa, porque la probabilidad de conseguirlo es mínima. Asegurar que convertimos las ideas en algo. Proyectos, productos y servicios. Riqueza en definitivas cuentas. Si ya tienes claro que vas a la fiesta, ahora es cuestión de elegir el vestido que mejor te queda frente al espejo.
En colaboración con Sintetia.
Autor: Ángel Alba es consultor de innovación con la EOI (dependiente del Ministerio de Industria) y trabaja con organizaciones de España y Latinoamérica en proyectos de consultoría de innovación.
Imagen: REUTERS/Eric Vidal
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