¿Cómo se puede cerrar la brecha de género? Por medio de acciones políticas

“Todos los hombres nacen iguales”. No hay duda de que este ideal debería incluir a las mujeres. No obstante, desde tiempos inmemorables, las mujeres de todos los sectores de la sociedad han estado sujetas a puntos de vista patriarcas. A lo largo de la historia, a las mujeres se les ha tratado como inferiores y, como resultado, ha habido necesidad de tomar medidas especiales para tratar de alcanzar la paridad de género. Yo opino que ninguna de estas medidas para alcanzar la equidad de género han rendido frutos, y que en lugar de eso se les ha expuesto a las mujeres a un estigma permanente.
Pasos significativos que se han tomado tanto nacional como internacionalmente incluyen la emancipación y la potenciación económica de las mujeres, los presupuestos basados en el género, cuotas reservadas para las mujeres en instituciones representativas, cuotas de acción afirmativa en servicios e incentivos económicos para que las niñas acudan a la escuela, por nombrar sólo algunos. A pesar de todos estos esfuerzos, las mujeres continúan siendo excluidas o incluidas sólo de manera nominal en la toma de decisiones, sobre todo en los niveles altos y significativos. Esto es verdad tanto del sector público como del privado.
La democracia debería significar representación. Diversas instituciones electas en muchos países garantizan la representación de grupos desfavorecidos, tecnócratas y mujeres. No obstante, en esas instituciones dichos grupos siguen siendo una minoría insignificante e ineficaz. Para garantizar la participación política de las mujeres, diversos países han reservado cuotas en asambleas nacionales y provinciales, las cuales varían del 5 al 30 por ciento en todo el mundo. Algunas personas han dicho que esto es casi irrelevante porque a estas representantes se les discrimina en el interior de los organismos que representan. Un representante verdadero es el que tiene el apoyo de la mayoría de los votantes en un distrito electoral específico. En todos los casos en los que las mujeres son elegidas indirectamente, dependen también del partido político que las nomina.
Mi propuesta es que a las mujeres se les dé una representación proporcional a la población que ellas constituyen. Deberíamos reservar un cierto número de asientos para las mujeres en base a y de acuerdo con la proporción del porcentaje de mujeres en la población del país en cuestión. Dicha regla obligaría a los partidos políticos a adjudicarles esos asientos a mujeres. No sugiero que las mujeres deberían de votar sólo por otras mujeres, pero creo que la cantidad de mujeres representantes debería reflejar proporcionalmente el número de mujeres de cualquier población. Este refuerzo estadístico por sí solo traería un cambio radical en la participación política de las mujeres y les daría poder de una manera real.
Autora: Anoosha Shaigan es abogada y miembro del Parlamento de la Juventud de Pakistán; es Global Shaper del Centro de Lahore. El Informe Global sobre la Brecha de Género 2014 se dará a conocer el 28 de octubre.
Imagen: REUTERS/Charles Platiau
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